Investigan el asesinato de una mujer calcinada en el Parque Amate

Sevilla/Eran poco más de las 12:15 cuando una decena de personas se adentró en los setos que habían estado acordonados minutos antes en el Parque Amate. Un desembarco vecinal. Jubilados, parejas de jóvenes, amas de casas y padres con niños invadieron la zona donde ayer fue encontrado el cuerpo calcinado de una sevillana de 39 años. Aún quedaban restos de ceniza, rodeados en esos momentos por este grupo de curiosos. La Policía Científica se había marchado ya. Con ellos, el jefe del Grupo de Homicidios. Sólo quedaba un furgón policial, que vigilaba a pocos metros el lugar donde a las 8:25 se había hallado el cadáver.

Fue a esa hora cuando un deportista, que corría por la zona, alertó a un jardinero de que había visto humo en varios setos, situados junto al camino de tierra que conduce a la glorieta de la Avenida Primero de Mayo. Cuando el trabajador se personó allí, descubrió que lo que estaba ardiendo era el cuerpo de una mujer, que se encontraba en posición fetal. Su llamada de alerta provocó que se pusiera en marcha un dispositivo policial que se desplazó hasta el lugar descrito. Los agentes procedieron a acordonar la zona, frecuentada a esa hora de la mañana por jubilados y algunos deportistas. Les acompañaban efectivos de la Policía Científica para buscar restos orgánicos en el entorno. El cuerpo fue hallado con evidentes signos de violencia aunque, al margen de las quemaduras, no presentaba heridas visibles producidas por golpes o armas blancas.

Los agentes tomaron declaración al jardinero que se había encontrado el cuerpo de la mujer, de cuya identidad, al cierre de esta edición, se supo que era sevillana y que había nacido en 1978. No se han conocido aún sus iniciales. También trascendió que se encontraba desnuda y envuelta en una especie de sábana o colcha cuando fue quemada. La mitad de su cuerpo -de cintura a pies- estaba calcinado. En el momento en el que el trabajador del parque la halló, aún las llamas permanecían activas sobre el cadáver. Fue asesinada antes de ser quemada. Una de las hipótesis que investigan los agentes se basa en la posible relación con el mundo de la prostitución. Por ahora, no hay ningún detenido.

La Policía estuvo trabajando en la zona durante tres horas y media, hasta que a las 12:00 la juez en funciones de guardia acordó el levantamiento del cadáver, que fue trasladado al servicio de patología forense del Instituto de Medicina Legal (IML). Allí se le practicará hoy mismo la autopsia para determinar las causas de la muerte. Pocos minutos después del levantamiento, el Grupo de Homicidios dio órdenes a dos trabajadores municipales para que guardaran todo lo que contenían las papeleras del parque. Cualquier residuo puede servir de muestra para la investigación. Los agentes de la Policía Científica habían rastreado los setos donde se halló el cadáver, una especie de parterre con abundante vegetación. Bajo dos árboles de pequeña altura se podían ver aún los restos de ceniza. Los encargados de la investigación también hablaron con los jardineros. La orden que se les dio fue la de que tuvieran "total discreción", especialmente con la prensa. Conforme fueron pasando las horas, la zona se llenó de curiosos que se habían enterado del suceso por la radio y las redes sociales.

Los vecinos lamentaban la "escasa" vigilancia y la falta de mantenimiento que sufre el Parque Amate, una de las zona verdes más amplias de la ciudad. Aseguran que se han acostumbrado a presenciar la acampada de numerosos indigentes bajo los arbustos en esta época del año. "La Policía viene todas las noches y cierra las puertas, pero muchos se quedan aquí, escondidos en los matorrales, para pasar la noche", explicaba Carmen Martínez. Otra residente detallaba que hace pocos días unos menores de edad prendieron fuego a un coche que se encontraba en las proximidades.

Este parque cierra en verano a la una de la madrugada. Abre sobre las 7:30, por lo que el cadáver fue hallado casi una hora después de la apertura. Según aseguró el jardinero que lo encontró, el cuerpo estaba aún en llamas. Los rumores sobre la identidad de la mujer calcinada no tardaron tiempo en surgir. Algunos vecinos comentaban que se trataba de la esposa de un herrero del barrio de Los Pajaritos. Otros, de una prostituta que frecuentaba la zona. Lo cierto es que la Unidad de la Policía Científica trabajó intensamente hasta que logró identificar a la fallecida.

Este suceso obligó al alcalde de Sevilla, Juan Espadas, a suspender la visita que tenía prevista por la mañana en la cercana barriada de Juan XXIII, donde iba a informar a los vecinos de un proyecto de reurbanización que se acometerá en la zona.