Hacienda sólo ha cobrado 4 multas a los gorrillas de las 377 tramitadas

Las arcas municipales únicamente han ingresado desde junio 120 euros de los 11.310 que tienen pendientes · El número de denuncias gestionadas descendió un 76,6% entre septiembre y noviembre

Un gorrilla en las cercanías del Virgen del Rocío el pasado verano.
Un gorrilla en las cercanías del Virgen del Rocío el pasado verano.
Diego J. Geniz

19 de enero 2012 - 05:03

Un objetivo que no acaba de lograrse. El plan contra los gorrillas puesto en marcha este verano por el Ayuntamiento de Sevilla vuelve a mostrar su talón de Aquiles: la falta de solvencia de los aparcacoches ilegales. En el segundo semestre del año la Hacienda local sólo ha podido cobrar cuatro multas de las 477 tramitadas durante este tiempo, lo que se significa que las arcas municipales únicamente han ingresado 120 euros de los 11.310 que corresponden a las denuncias gestionadas. Para la corporación local, sin embargo, el empeño puesto en estos primeros meses de gobierno ha tenido su fruto, ya que en años anteriores ninguna sanción llegaba a tramitarse, por lo que era imposible su cobro.

La información facilitada por la delegada municipal de Hacienda y Administración Pública, Asunción Fley, al grupo socialista del Ayuntamiento en la comisión de ruegos, preguntas e interpelaciones sobre la aplicación de la ordenanza contra los aparcoches ilegales desglosa el número de denuncias tramitadas por mes. En este sentido, fuentes municipales especifican que no se trata de las sanciones policiales sino de las denuncias gestionadas por la Agencia Tributaria de Sevilla. Durante dicho periodo, agosto y septiembre fueron los meses en los que más multas se tramitaron (98 y 111, respectivamente), tiempo que coincide con el anuncio por parte del equipo de Zoido de la aplicación antivandálica que, aunque aprobada en 2008, nunca se llevó a la práctica por el anterior gobierno.

A partir de octubre las cifras comienzan a descender, hasta llegar a noviembre, con 26 denuncias tramitadas, y diciembre, donde el contador se queda a 0. Por tanto, sólo en dos meses (septiembre y noviembre) el número de sanciones gestionadas por el Fisco local se ha reducido en un 76,58%. Esta disminución, sin embargo, no es el dato más revelador de la aplicación de la ordenanza. El informe de Hacienda -firmado el 10 de enero- revela que de las 377 denuncias que se han tramitado sólo se han cobrado cuatro, o lo que es lo mismo, únicamente se han ingresado 120 euros (30 por cada multa) de los 11.310 que quedan pendientes.

Esto significa que el nivel real de ingresos es de un 1% del importe total, un porcentaje ínfimo que vuelve a desvelar una de los puntos que tienen que ser mejorados de la ordenanza antivandálica. La dificultad para notificar a los aparcacoches ilegales la denuncia y la insolvencia de éstos hacen prácticamente imposible que la sanción económica sea efectiva. En este sentido, el propio alcalde, Juan Ignacio Zoido, anunció el verano pasado varias medidas para que la ordenanza se aplicara en rotundidad. Una de las novedades sería la obligación de los gorrillasa realizar trabajos para la comunidad a través de Protección Civil y Lipasam. La otra consistía en el derecho de los policías locales a decomisar a estos aparcacoches todo el dinero que llevaran consigo.

El intento del nuevo gobierno por acabar con los gorrillas ha tenido, no obstante, buenos resultados si se compara el número de denuncias tramitadas en 2011 con las de años anteriores. Desde 2009 ninguna de las sanciones puestas por la Policía a los aparcacoches llegaron a gestionarse. "Ahora, en medio año, son casi 400. El salto es brutal", aseguran fuentes municipales. En 2009 los agentes locales multaron a 978 gorrillas, en 2010 a 429 y hasta julio de 2011 a 131. El hecho de que los sancionados no se vieran perjudicados económicamente produjo en esos años -según el propio Zoido- que la perseverancia de la Policía disminuyera.

Para incrementar el trámite de denuncias la Hacienda local incorporó en octubre un programa informático que cruzaba los datos de los sancionados con el fin de localizarlos. En ese mismo mes también se puso en marcha una campaña de concienciación ciudadana contra los gorrillas, que consistió en el reparto de panfletos y la colocación de carteles en los que se aconsejaba a los conductores que fueran ellos mismos los que se negaran a pagarle a los aparcacoches.

Las iniciativas desarrolladas han tenido hasta ahora un "relativo" éxito, según afirma la presidenta de la Asociación de Vecinos Bami Unido, Laura Baños, quien asegura que los primeros días de la campaña disminuyeron los aparcacoches, que otra vez han vuelto a la zona, una de las más castigadas por este fenómeno. "Poco ha cambiado la situación. Ahora las multas las recibimos los residentes cuando aparcamos cerca de las obras del parking del barrio que se han paralizado. La insolvencia de los gorrillas sigue siendo el problema", señaló Baños.

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