La Guardia Civil trató de reanimar durante media hora al fallecido tras la detención

Los agentes le practicaron una reanimación cardiopulmonar antes de que llegaran dos ambulancias

Toda la secuencia fue grabada en vídeo por el padre del difunto, que permaneció engrilletado

Investigan la muerte de un hombre tras ser reducido por la Guardia Civil en Sevilla

El vídeo de la reanimación del joven por la Guardia Civil y los servicios sanitarios

La Guardia Civil trató de reanimar durante media hora al hombre de 37 años que finalmente terminó falleciendo en el hospital tras ser reducido. Así aparece en un nuevo vídeo de la intervención, también grabado por el padre del difunto, al que ha tenido acceso este periódico y parte del cual puede verse sobre estas líneas.

La secuencia completa dura 28 minutos y sigue a los otros dos vídeos que filmó el padre durante la detención. En esta grabación el detenido, Carlos B. G., ya está inconsciente y no recupera la conciencia en ningún momento. Los agentes le realizan una maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP y lo colocan en posición lateral de defensa. Durante estas prácticas, el detenido está con las manos engrilletadas a la espalda.

Los guardias le colocan una almohada para mantenerle la cabeza algo incorporada. Se escucha al padre informar de que está grabando ("es mi hijo, lo siento") y creyendo que "está respirando", así como a la madre decir que "sufre de apnea".

A los diez minutos aparece la primera ambulancia, que carece de soporte vital. Se requiere una segunda ambulancia, que llega aproximadamente a los veinte minutos. Finalmente, los servicios sanitarios trasladaron al detenido al hospital de San Juan de Dios de Bormujos, donde se certificó su defunción siete días después.

Los hechos ocurrieron el 12 de septiembre de 2022 en Mairena del Aljarafe, donde residía el difunto con sus padres. Ese día, Carlos había consumido cocaína y se mostraba muy violento, llegando a pelearse con sus padres en el interior de la vivienda. Éstos consiguieron sacarlo de la casa y llamaron a la Guardia Civil, tal como consta en la denuncia que los progenitores presentaron en el juzgado de Guardia.

Cuando llegaron los agentes, el hombre se enfrentó a ellos y les lanzó un martillo, que no impactó contra ninguno de los guardias. Éstos lo redujeron tirándolo al suelo. "Trataron de reducirlo con defensas metálicas plegables, lo tiraron al suelo y le comprimieron el cuello y el tórax de tal manera que, como consecuencia de ello, nuestro hijo tuvo una parada cardiorrespiratoria muy grave, de la que ha fallecido, siendo nosotros testigos de todo lo ocurrido", consta en la denuncia.

Carlos murió el día 19 de septiembre en el hospital, sin que en ningún momento recuperara la conciencia. La familia está a la espera de la autopsia y los padres han sido citados el próximo 6 de febrero para que declaren ante el juzgado de Instrucción número 2 de Sevilla.

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