Hallan el cadáver de un joyero amordazado en Carmona

La Guardia Civil investiga el homicidio de Francisco Cintado, de unos 60 años, durante la tarde de ayer en el interior de su negocio

Vecinos y agentes de la Guardia Civil a las puertas de la joyería.
Familiares de la víctima y agentes de la Guardia Civil a las puertas de la joyería. / Juan Carlos Vázquez

sevilla/A las nueve de la noche de ayer, los vecinos de la calle Pablo Neruda de Carmona salieron de sus casas alertados por los gritos desgarradores de una mujer. Era la hija de Francisco Cintado, un joyero de unos 60 años cuyo cadáver yacía, amordazado, en el interior del negocio familiar. El crimen pudo producirse horas antes. La mujer del joyero llevaba llamándolo por teléfono desde las siete de la tarde, sin que éste respondiera. Dos horas después, viendo que seguía sin devolver las llamadas, una de sus hijas fue a buscarlo a la joyería.

Francisco Cintado, el joyero asesinado.
Francisco Cintado, el joyero asesinado. / M. G.

La familia llamó a la Guardia Civil, que inició la investigación del homicidio. El juez llegó poco antes de la medianoche para practicar la inspección ocular. El equipo de Policía Judicial de la comandancia de Sevilla se ha hecho cargo de la investigación.

Por Carmona corrían anoche todo tipo de rumores. Para empezar, había varias versiones sobre la forma de la muerte. Desde el tiro en la cabeza hasta el degollamiento. Un portavoz de la Guardia Civil sólo confirmó a este periódico que se había abierto una investigación por el homicidio, sin dar más detalles. Todas las informaciones coincidían en que el joyero había sido amordazado y atado antes del homicidio. Todo apunta, por tanto, a que se trató de un atraco en el que, o bien el comerciante se resistió, o bien los atracadores eran conocidos del la víctima y no quisieron dejar testigos.

Algunas fuentes apuntaron que la Guardia Civil estaba buscando a tres personas de nacionalidad rumana que habrían huido en un coche cuyo titular es otra persona de origen rumano. La descripción del vehículo, matrícula incluida, corrió anoche por decenas de teléfonos móviles vía WhatsApp, Telegram y demás aplicaciones de mensajería móvil. También se decía que los autores pudieran ser tres personas que solían robar en las inmediaciones de un supermercado del pueblo.

Declaraciones del alcalde de Carmona, Juan Ávila.

Mientras tanto, en la calle Pablo Neruda, la Guardia Civil había acotado el perímetro en torno a la joyería. Dos agentes impedían el paso a toda persona ajena a la investigación. Incluidos dos familiares de la víctima que se presentaron para tratar de acompañar a sus parientes. Junto a la cinta policial que impedía el paso, un vecino amigo de Cintado explicaba a este periódico que el joyero tenía previsto hoy iniciar sus vacaciones. Varias personas más explicaron que la víctima era una persona muy querida en Carmona, y que siempre trabajaba a puerta cerrada. Por tanto, quien quisiera entrar en la joyería tenía que tocar el timbre y que el comerciante le abriera. Esto avalaría la tesis de que el joyero pudiera conocer a sus verdugos, o bien que éstos le estuvieran esperando cuando abrió el negocio a primera hora de la tarde. La Guardia Civil investiga ahora qué se llevaron de la joyería y si estas piezas pueden venderse en los próximos días en algún mercadillo o tiendas de compro oro de la comarca o de Sevilla capital.

En las próximas horas se revisarán posibles grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona y se intentará localizar a algún testigo. El atraco en el que fue asesinado el joyero coincide con una oleada de delitos con armas de fuego que se han sucedido en Alcalá de Guadaíra. Precisamente uno de los presuntos atracadores fue detenido el fin de semana y puesto en libertad ayer por la mañana. En Carmona se produjo ayer otro apuñalamiento, que en principio no tendría nada que ver con el atraco al joyero. Se trata de un delincuente conocido como el Gandinga, que fue apuñalado y resultó herido leve. Su agresor ya está detenido.

Francisco Cintado, a quien todos conocían como Paco, es el segundo comerciante asesinado en Carmona en menos de cuatro meses, después de que fuera degollado el ciudadano chino Jian Lian Wan por un delincuente apodado el Gonso, que le robó un litro de cerveza. Cintado deja dos hijas y viuda. Era muy conocido y querido en el pueblo, sobre todo porque trabajaba con varias hermandades.

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