La Guardia Civil y el Ejército blindaron el acceso al avión por riesgo de explosión

Los guardas Fernando Díaz y Juan Antonio Vargas, con un apicultor de la zona.
Los guardas Fernando Díaz y Juan Antonio Vargas, con un apicultor de la zona.
F. P. A. / Sevilla

10 de junio 2014 - 05:03

La Guardia Civil y el Ejército blindaron todos los accesos posibles al lugar del accidente, ya que existía un riesgo de explosión en los restos del avión siniestrado. Patrullas por las fincas cercanas a la base, caminos agrícolas cortados con conos y vehículos militares y el helicóptero de la Guardia Civil vigilando toda la zona formaban el dispositivo de seguridad en torno al Eurofighter siniestrado.

Ninguna persona ajena a las Fuerzas de Seguridad, al Ejército o a la comisión técnica de investigación enviada por el Ministerio de Defensa podía acceder a un radio de más de un kilómetro hasta el lugar en el que permanecían los restos del aparato siniestrado. A la hora de cierre de esta edición, el avión permanecía prácticamente enterrado en el campo de girasoles en el que se desplomó cuando estaba a punto de tomar tierra en la base de Morón.

Sólo en un primer momento, antes de que se estableciera el cordón de seguridad, pudieron acceder algunos lugareños, como los guardas que llegaron hasta el avión, que aparecen en la imagen junto a un patrullero de la Guardia Civil.

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