Los Gitanos ve una ofensa que se asocie a la cofradía con conflictos de orden

Un rechazo rotundo y una ofensa. La Hermandad de los Gitanos ha sido la primera corporación de la Madrugada en censurar de manera oficial del Plan del Consejo para la próxima Semana Santa, que considera parcial. El cabildo de oficiales de la cofradía, reunido en la noche del lunes, considera que la remodelación, que manda a la corporación a dar un rodeo por San Martín para no discurrir por las setas, "no reúne los criterios de objetividad e imparcialidad que debiera presidir una propuesta, que nace de una entidad cuyo fin es velar de manera igualitaria por los intereses de todas las hermandades". La junta de gobierno muestra, además, su indignación al considerar que es una "ofensa" que se asocie el discurrir de la cofradía por la Plaza de la Encarnación con los conflictos de orden público que allí se generan, especialmente en la última Semana Santa.

El cabildo de oficiales acordó por unanimidad "rechazar de manera rotunda" el plan propuesto por la junta superior del Consejo de Cofradías para la reorganización de la Madrugada. La junta de gobierno aduce criterios de arbitrariedad y rechaza que se mande a la cofradía a una modificación sustancial del itinerario cuando "no colisiona en su recorrido de ida con ninguna otra". Este recorrido propuesto desplazaría la hermandad del entorno por el que siempre ha discurrido y "dificultaría y ralentizaría" su discurrir en el camino de ida a la carrera oficial.

Para motivar "tan injusta medida", añade la hermandad, el documento facilitado por el Consejo "se atreve a asociar" el tránsito de la cofradía por la Plaza de la Encarnación con conflictos de orden público, "afirmación que supone una ofensa al buen nombre de la Hermandad de los Gitanos, una corporación con 262 años de historia, que lleva décadas transitando la Plaza de la Encarnación en su camino hacia la Catedral". La hermandad añade que tendría que ser el Cecop el que identificara un problema de seguridad que, de existir, tendría que afectar a todas las corporaciones que pasan por allí (la Macarena lo hace en su regreso a continuación de los Gitanos). Además, la junta de gobierno considera que el Consejo debe exigir que se adopten las medidas necesarias para garantizar el normal discurrir de las procesiones. "En todo caso, correspondería al Cecop determinar la existencia de un problema de seguridad, que de existir afectaría por igual a todas las hermandades que transitamos ese entorno con muy escasa diferencia horaria y en cuyo caso, la obligación de la junta superior del Consejo, sería la de exigir a las autoridades competentes las medidas necesarias para garantizarla, como ya se ha hecho en el pasado en otras zonas de la ciudad".

La junta de gobierno señala que el propio informe reconoce que la cofradía no colisiona con ninguna otra y recuerda que, si fuera así, debería tener preferencia al dirigirse a la Catedral. En cualquier caso, tiende la mano para llegar a un acuerdo que solucione los problemas de la jornada: "Estamos convencidos de que con un pequeño sacrificio de cada una de las hermandades obtendremos solución a los problemas que nos afectan a todos y estamos firmemente decididos a poner de nuestra parte, pero partiendo del trato equitativo".

Por su parte, Marcelino Manzano, delegado de Hermandades, volvió a exponer a este periódico que antes de la Navidad debe haberse logrado un acuerdo que permita vivir una cuaresma espiritual y deslizó que de no haber acuerdo o un nuevo plan propuesto por las hermandades, algo que desea, el plan del Consejo podría elevarse a definitivo: "El vicario general delega en el Consejo los horarios e itinerarios y aprobará, con casi toda seguridad, lo que le llegue desde el Consejo".