La joya del Garaje Laverán y un gran proyecto cultural abandonado
En 2014 fueron trasladadas las piezas de la colección arqueológica municipal para su restauración, almacenamiento y difusión. Siete años después permanece cerrado
Nuevo hogar para las obras municipales
De ser uno de los proyectos patrimoniales estrella a languidecer en el olvido. En la esquina de Baños con Goles se levanta un muy interesante edificio modernista diseñado por Aurelio Gómez Millán en 1912. Aunque su exterior está muy alterado tras la última rehabilitación para viviendas, en el interior sobrevive la estructura de una antigua nave del siglo XIX, diseñada por los mismos ingenieros que construyeron el Puente de Triana (Steinacher, Bernadet y Corroza) que el propio Gómez Millán se encargó de adaptar para garaje de carruajes, primero, y posteriormente para los vehículos a motor. Este espacio singular y de gran valor patrimonial fue uno de los elegidos durante el mandato de Zoido como una de las sedes del importante proyecto Patrimonium Hispalense, una iniciativa del profesor Benito Navarrete. Hasta el Garaje Laverán se trasladó la importante colección arqueológica municipal, con piezas muy relevantes, dispersa y en muy mal estado hasta entonces. El objetivo era que este espacio sirviera para el estudio, conservación y difusión de estos bienes culturales de la administración local. Siete años después, esta iniciativa está aparcada, el espectacular edificio sigue infrautilizado, y las piezas sin poder ser contempladas por los sevillanos.
La nave que después dio paso al Garaje Laverán, cuyos elementos de hierro fueron fundidos por los Hermanos Bonaplata, fue adquirida por el Ayuntamiento de Sevilla a consecuencia de la reforma a la que fue sometido el edificio exterior de Gómez Millán. Entre lo poco que queda de la decoración modernista que en su día exhibió esta construcción destaca la cabeza de un caballo que decora una de las puertas de acceso o los dinteles del primer piso.
Tras hacerse el Ayuntamiento con la nave, primero se destina al Servicio de Estadística, que pretende instalar allí su almacén. Cuando María del Mar Sánchez Estrella, entonces delegada municipal de Cultura; y Benito Navarrete apuestan por ampliar los espacios del Patrimonium Hispalense, ven en el Garaje Laverán una excelente opción por ser un un lugar arquitectónicamente muy relevante e ideal para albergar la colección arqueológica municipal.
Tres eran las funcionalidades que tendría este nuevo espacio cultural: la recuperación y concentración de piezas propiedad del Ayuntamiento que se encontraban dispersas, su estudio y restauración; el correcto almacenamiento de toda esa colección; y la exposición abierta a los ciudadanos, ya que las pieza fueron almacenadas siguiendo un criterio expositivo y argumental, lo que permitía su exhibición e interpretación para el público. Sólo se llegó a realizar en dos ediciones de la Noche en Blanco.
La mayoría de los bienes que se llevaron al Garaje Laverán procedían del desaparecido Museo Arqueológico Municipal de Sevilla, fundado por José Gestoso a finales del Siglo XIX en los jardines de la Torre de Don Fadrique, situado en el Convento de Santa Clara. Tras abrirse el Museo Arqueológico en la Plaza de América, ahora cerrado por obras, muchas de las piezas habían quedado condenadas prácticamente al olvido en Santa Clara. En mayo de 2014, el ICAS (Instituto para la Cultura y las Artes de Sevilla) contrató a la empresa especializada METIS, Conservación y Restauración S.L. el servicio de inventario, restauración y traslado de los elementos desde el Convento de Santa Clara al Garaje Laverán.
Entre las destacadas piezas que se llevaron al Garaje Laverán se encuentran la portada del que fue Museo Arqueológico Municipal de Sevilla en Santa Clara, elementos renacentistas de las fachadas del Ayuntamiento de Sevilla, lápidas sepulcrales y lápidas conmemorativas de las Puertas de Sevilla, lápidas conmemorativas de edificios y espacios municipales, elementos arquitectónicos: basas, capiteles, molduras; elementos ornamentales; rejas de forja, algunas provenientes de la Cárcel del Pópulo; objetos cerámicos del Convento de Santa Clara; o cajas con cerámica, muchas de la Fábrica Santa Ana de Triana.
También se llevaron al Garaje Laverán, al menos esa era la intención, muchos de los objetos arqueológicos encontrados en la Encarnación que no fueron incorporados al Antiquarium. Se pretendía, por ejemplo, restaurar los mosaicos que fueron retirados y que aún hoy permanecen almacenados y sin que los ciudadanos puedan disfrutar de ellos.
El Garaje Laverán guarda buena parte de la Historia de Sevilla. No hay que olvidar, además, que esta colección es la única del Ayuntamiento que tiene el carácter museográfico. Pero este espacio de primer nivel en lo constructivo, con un continente que es muy relevante, permanece cerrado sin que se sepa qué uso se le dará en un futuro. "Esta iniciativa era muy interesante. El problema es que era de otro gobierno y claro, ya no vale. Ha sufrido este fenómeno. Es un muy digno comienzo para el museo de la ciudad. Mientras no se haga, debería abrirse al público, al menos en grupos organizados. Lo merece por la fantástica estructura de hierro y la estupenda colección museográfica", sostiene Joaquín Egea. presidente de Adepa.
Por su parte, desde el Ayuntamiento han defendido que no se están llevando enseres desde el Garaje Laverán a otros espacios propiedad del Ayuntamiento. Afirman que estas piezas formarán parte de un nuevo proyecto de musealización que se desarrollará en el antiguo convento de Santa Clara una vez que concluyan las obras de restauración que se están ejecutando, y que cuando terminen habrán supuesto la rehabilitación del 50% del antiguo cenobio. El Garaje Laverán tendrá, por su parte, otros fines culturales.
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