El último altercado del Gamero, así es el agresor del Hospital de Valme
El hombre que apuñaló a tres vigilantes y a un celador es vecino de Bellavista y tiene antecedentes por disparar desde su balcón y por peleas
Fue uno de los detenidos por una riña en la Feria de 2009, que después derivaría en el homicidio de un joven de 19 años
Ingresa en el hospital psiquiátrico penitenciario el agresor de Valme
El hombre de 32 años que apuñaló a tres vigilantes de seguridad y a un celador el pasado martes en el Hospital de Valme es Juan Antonio G. V., conocido como el Gamero. Es vecino del barrio de Bellavista, donde ha provocado numerosos altercados. Las personas que lo conocen aseguran que es un consumidor habitual de estupefacientes, que probablemente hayan influido mucho en su patología mental. Es también un viejo conocido de las Fuerzas de Seguridad, que lo han detenido en varias ocasiones, sobre todo cuando era más joven.
En mayo de 2008, fue arrestado después de disparar con una pistola, desde el balcón de su casa, a dos delincuentes que intentaban sustraerle la moto. Un año después volvería a ser detenido por su presunta participación en una pelea en la Feria de Abril. Esta riña fue la que derivó en el homicidio del joven Juan Fernando Martínez, de 19 años, que murió tras ser apuñalado con un cuchillo jamonero en las inmediaciones del real.
La Policía detuvo a varias personas por el homicidio, y amplió días después la investigación, arrestando también a los miembros de la pandilla que habían participado en la pelea. Entre ellos estaba el hombre que protagonizó el incidente del Hospital Virgen de Valme. Gamero no sería juzgado por su participación en el crimen de la Feria. El autor material del mismo, Jesús E. C., sería condenado a 18 años de cárcel por el homicidio. La Audiencia impuso a otros dos acusados una pena de nueve meses de prisión.
Los vecinos de Bellavista recuerdan después una serie de peleas y altercados con su padre, ya fallecido, así como carreras con el coche a toda velocidad por algunas de las calles del barrio, que motivaron la intervención de la Policía en algunas ocasiones.
Sobre las tres de la tarde del martes 1 de febrero, acudió a urgencias del Hospital Virgen de Valme para que fuera examinado por un psiquiatra. Allí tuvo que esperar varias horas para ser atendido. No lo vieron hasta pasadas las ocho de la tarde. La especialista que lo atendió ordenó su ingreso involuntario, a lo que el paciente se opuso. "Yo no me quedo aquí", dijo, y sacó dos cuchillos kerambit que guardaba en sus bolsillos. Esgrimió uno en cada mano y los movía de izquierda a derecha, intentando abrirse paso hasta la salida.
Los vigilantes le cortaron el paso y lograron reducirlo. En esa maniobra, tres vigilantes resultaron heridos, uno de ellos con un corte profundo en la espalda. Los empleados de seguridad tenían cortes también en los brazos y el pecho. Dos celadores acudieron a asistir a los vigilantes, que sangraban abundantemente. En ese momento, el paciente aprovechó para atacar a los celadores e hirió a uno de ellos.
A pesar de todo, los vigilantes controlaron la situación, redujeron al hombre y lo engrilletaron. El personal sanitario le administró una medicación que lo dejó sedado. A las 21:42 llamaron a la Policía Nacional, que detuvo al hombre y se quedó custodiándolo durante la noche que pasó en el hospital. La mañana del miércoles recibió el alta médica y fue trasladado a los calabozos. La tarde del jueves pasó a disposición del juzgado de Guardia, que decretó su internamiento en el hospital psiquiátrico penitenciario.
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