Gripe: Expertos advierten del impacto en la infancia
Menores de 15 años constituyen el grupo que más contagios registra
Los especialistas recomiendan la vacuna para todos los casos de riesgo
Los menores de 15 años constituyen el grupo de edad que, cada año, resulta más afectado, en número, por la epidemia de la gripe (ver gráfico). Los niños son, según estas cifras, los principales vectores de la enfermedad; es decir, los que más contagian la gripe en la población general. "Los síntomas son, con frecuencia, inespecíficos en ellos, lo que dificulta el diagnóstico. La gripe puede manifestarse con problemas digestivos, como vómitos o náuseas, en los niños", explica la doctora María Luisa García Gestoso, pediatra en Sevilla y directora del Plan Estratégico de Vacunación en Andalucía. Los síntomas inespecíficos redundan en el infradiagnóstico de la enfermedad en la infancia, de modo que se sospecha que son muchos más lo casos en niños de lo que desvelan las cifras oficiales de la gripe confirmada.
La infección respiratoria es más frecuente en niños, pero sus efectos son "más banales que en los adultos e, incluso, en la mayoría de los casos, en niños sanos cursa como un resfriado común con fiebre", añade el doctor Cristóbal Coronel, pediatra y secretario general de Sepeap (Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria) y vicepresidente de la andaluza Spaoyex. "Aunque suele ser banal en la infancia, la gripe puede provocar complicaciones en los niños a consecuencia de sobreinfecciones bacterianas, generalmente de vías altas (otitis y sinusitis), pero también de vías bajas (neumonía)", añade. Aunque son muy pocos los casos, la gripe también puede llegar a desencadenar problemas neurológicos.
El periodo de convalecencia que exige esta infección, que gira en torno a siete días, supone un enorme coste a causa del absentismo laboral de los padres. La epidemia también provoca cada año un elevado coste sanitario, por el destacable aumento de pacientes en las consultas de pediatría, tanto en los centros de salud como en las Urgencias.
El último informe anual de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Instituto Carlos III, desvela que en la temporada anterior 2016/2017 se registraron 464 defunciones en España por casos graves hospitalizados confirmados de gripe. De estas 464 muertes, 417 casos fueron personas que pertenecían a los grupos de riesgo susceptibles para la vacunación, pero sólo el 50% de ellos habían recibido la vacuna antigripal, una medida de protección voluntaria. La edad media de los casos con desenlace fatal fue de 81 años.
La campaña anual de vacunación frente a la gripe, considerada como la herramienta más eficaz para frenar los contagios, incluye a los niños con enfermedades crónicas de base, como grupo de riesgo (ver cuadro); para evitar en ellos las posibles complicaciones que puede generar la infección. La cobertura vacunal en estas edades, no obstante, es baja en todas las comunidades autónomas (no supera al 20% en general), según ha constatado la Asociación Española de Pediatría (AEP), convirtiéndose este grupo de riesgo en un reto más de las campañas de prevención, que comienzan cada año a finales de octubre y se prolongan hasta diciembre.
El coordinador del Comité Asesor de Vacunas de la AEP, David Moreno, destaca la necesidad de que "los pediatras recomienden en consulta la vacuna de manera contundente a los niños con enfermedades crónicas y que los profesionales que los atienden también se vacunen, para proteger a sus pacientes". Los niños con el sistema inmunitario deprimido pueden sufrir complicaciones por la gripe. "En ellos la enfermedad suele motivar ingreso hospitalario, tratamiento con antibióticos y oxígeno, e incluso estancias en UVI", advierte Moreno. "Que los profesionales de la salud se vacunen es una cuestión de ética; y deben mostrarlo, por ejemplo, en redes", añade el experto. David Moreno, como pediatra hospitalario, se vacuna todos los años y cuelga su foto en redes sociales, para concienciar a familias y a otros pediatras.
"Es necesaria una mayor implicación de los profesionales, las autoridades sanitarias y todos los agentes sociales para transmitir cada año a la población, y de forma especial a los padres de niños y adolescentes pertenecientes a los grupos de riesgo, las recomendaciones de la vacunación frente a la gripe estacional", asevera la Asociación Española de Pediatría, sociedad científica que aglutina a los pediatras en el ámbito nacional. "Junto a los grupos de riesgo la vacunación también es recomendable para los padres, hermanos y miembros que convivan en el hogar familiar de los niños menores de seis meses con problemas de base, así como los profesionales que los atienden, ya que estos pequeños no pueden recibir la vacuna", añade el doctor Ignacio Salamanca de la Cueva, coordinador médico de Unidad de Investigación del Grupo IHP Pediatría.
La campaña de vacunación del SAS incluye en la población diana a los enfermos crónicos a partir de los seis meses; a los mayores de 65 años; a las embarazadas y a los colectivos en contacto con estos grupos (profesionales de la salud, fuerzas y cuerpos de seguridad, y profesionales en centros asistenciales). "La vacunación en los profesionales sanitarios es clave para evitar que contagien a la población que atienden", asevera el doctor Salamanca de la Cueva.
En el caso de las embarazadas, "la vacuna protege a la madre, pero también al bebé, siendo muy importante, ya que los menores de seis meses no pueden recibirla", comenta la directora andaluza del Plan Estratégico de Vacunación. Además de la inmunización a través de la vacuna, la doctora García Gestoso incide en la adopción de medidas higiénicas. La gripe es muy contagiosa y "medidas como lavados de manos o colocar el brazo al estornudar evitan la propagación", recuerda la pediatra. Para inculcar en los niños estas medidas de protección, la Asociación de Pediatras de Atención Primaria de Andalucía (APAP-AND) divulga a través de Youtube una canción (Rap de la tos y del codo) dirigida a la población escolar. Otra recomendación para frenar la propagación del virus está dirigida a los padres: "no deben llevar a los niños a la guardería o al colegio hasta que se recuperen e incluso reservarlos unos días más", aconseja la doctora García Gestoso.
Los niños excretan el virus durante más días que los adultos, lo que inciden en la propagación de la infección. Desde el primer día de fiebre, el adulto propaga el virus, a través de la tos y los estornudos, durante los siguientes cinco días; mientras que los niños lo hacen durante diez días.
"El 100% de los niños escolarizados contraerán el virus, si bien el 50% de los casos no sufrirán los síntomas, aunque sí lo pueden transmitir", comenta el doctor Salamanca de la Cueva, al incidir que "la vacunación de los niños es la mejor medida para controlar la epidemia, también en adultos". Más allá de los grupos de riesgo, la Asociación Española de Pediatría considera "que la vacunación antigripal de los niños mayores de seis meses no incluidos en los grupos de riesgo, si sus padres lo solicitan y su pediatra lo considera conveniente, es una medida recomendable dada la elevada tasa de complicaciones de la gripe en este grupo de edad".
Algunos países (EEUU, Reino Unido, Finlandia y Canadá, entre otros) ya han optado por la vacunación universal de niños, con diferentes estrategias de edad y preparados vacunales. "En estos países, donde estas medidas se basan en estudios coste-efectividad, se considera a la vacunación infantil como una medida de control de la epidemia. Los niños son los que más contagian la gripe, de modo que al vacunarlos se evita la enfermedad en ellos, así como los contagios", explica el doctor Salamanca de la Cueva. Un estudio internacional, en el que ha participado el Grupo IHP de Pediatría, ha demostrado las ventajas de la vacunación en pequeños sanos: los niños que recibieron la vacuna antigripal registraron una reducción del 73% en el uso de antibióticos; una disminución del 68% en las visitas a pediatría; y del 83% en las urgencias en el hospital, frente a los niños que no recibieron la vacuna antigripal.
De momento, la circulación del virus se mantiene en cifras pre-epidémicas, sin casos notificados en Andalucía, según el último informe del Sistema de Vigilancia de la Gripe del Instituto Carlos III.
¿Quiénes se deben de vacunar frente a la gripe?
Personas mayores o igual a 65 años de edad. Se hará especial énfasis en aquellas personas que conviven en instituciones cerradas.
Personas menores de 65 años que, por presentar una condición clínica especial tienen un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe o porque el padecer la enfermedad pueda provocar una descompensación de su condición médica:
Niños/as (mayores de 6 meses) y adultos con enfermedades crónicas cardiovasculares (excluyendo hipertensión arterial aislada), neurológicas o pulmonares (incluyendo: displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística y asma).
Niños/as (mayores de 6 meses) y adultos con:
Enfermedades metabólicas (incluyendo diabetes mellitus)
Obesidad mórbida (índice de masa corporal igual o superior a 40 en adultos, 35 en adolescentes o por encima de 3 desviaciones estándar en la infancia).
Insuficiencia renal
Hemoglobinopatías y anemiasl Asplenia
Enfermedad hepática crónica
Enfermedades neuromusculares gravesl Inmunosupresión (incluida la originada por la infección de VIH o por fármacos o en los receptores de trasplantes)
Enfermedades con alta probabilidad de recibir salicilatos o modificadores de la respuesta inmune (enfermedades reumáticas y enfermedad inflamatoria intestinal)
Cáncer
Implante coclear o en espera del mismo
Trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva: síndrome de Down, demencias y otras
En este grupo se hará un especial énfasis en aquellas personas que precisen seguimiento médico periódico o que hayan sido hospitalizadas en el año precedente.
Niños/as y adolescentes, de 6 meses a 18 años, que reciben tratamiento prolongado con ácido acetil salicílico, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye tras la gripe.
Mujeres embarazadas en cualquier trimestre de la gestación
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