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Memoria histórica
Su nombre era desconocido para muchos sevillanos hasta que el Gobierno lo incluyó en las exhumaciones que debía acometer la Hermandad de la Macarena para cumplir con la nueva Ley de Memoria Democrática y que ha ejecutado en la madrugada de este jueves. Se trata de Francisco Bohórquez Vecina, un general franquista al que la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, en la carta enviada por el Ejecutivo central a la corporación religiosa, acusa de ser "auditor de guerra y responsable de la ejecución de sentencias con aplicación de bando de guerra".
Sus restos mortales, junto con los de Gonzalo Queipo de Llano, han sido sacados sacados del lugar que hasta ahora ocupaban en el templo macareno. Muchos sevillanos desconocen, incluso, dónde se encuentran los de este general franquista. Fuentes consultadas por este periódico aseguran que se hallan en el altar situado al frente de donde están los de Queipo. La corporación religiosa, que evita pronunciarse más allá de las escuetas declaraciones realizadas por su hermano mayor, José Antonio Fernández Cabrero, sobre este asunto tan polémico, no ha confirmado tal extremo.
¿Quién fue Francisco Bohórquez Vecina? Se trata de un general nacido en Ubrique (Cádiz). Como señala el diario La Voz del Sur, tuvo también un papel determinante en la victoria del bando nacional en Sevilla durante los primeros días de la contienda civil, así como en la represión que vino después. Fue mano derecha de Queipo de Llano, tanto a la hora de firmar las ejecuciones de muerte como en la política social y religiosa que desarrollaron después.
Esta entrega por la causa nacional y clave para la llegada de Franco al poder le valió que su localidad natal le concediera en 1937 el título de Hijo Predilecto. Un reconocimento que estuvo vigente hasta 2006, cuando el grupo municipal de IU en el Ayuntamiento ubriqueño logró sacar adelante una moción para quitarle esa distinción. Uno de los motivos que expuso la coalición de izquierdas para ello fue que "desde su despacho de Sevilla, de él partió la orden de instruir consejos de guerra sumarísimos contra cientos de represaliados republicanos de toda Andalucía". Así lo explicaba la propuesta que finalmente prosperó. También se le despojó del nomenclátor del municipio gaditano. El nombre de la vía fue sustituido por Calle del Perdón, como así se la conocía desde antiguo.
Sobre esta exhumación se ha pronunciado en Twitter uno de los bisnietos del general, el sacerdote jesuita Francisco Antonio Bohórquez, quien ha manifestado en su perfil de esta red social que la carta enviada por el Gobierno para sacar los restos de su abuelo supone "un ejercicio de 'soft-totalitarianism' en toda regla". Es decir, una manera de ejercer el totalitarismo de manera suave o indirecta. Una acusación que ha sido apoyada por numerosos comentarios.
El general Francisco Bohórquez murió cuatro años después que Queipo, en 1955. Sus restos han reposado en la basílica de la Macarena hasta ahora, cuando el Gobierno, en aplicación de la nueva Ley de Memoria Democrática, también pide que se trasladen del lugar en el que reciben sepultura. Ha supuesto una gran novedad y sorpresa su inclusión entre las exigencias estatales, pues su nombre no había trascendido en este espinoso asunto. La corporación tendrá que ponerse en contacto con sus familiares para acordar ahora dónde y cómo se trasladan sus restos.
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