El barrio sevillano del Fontanal esconde una necrópolis romana
Hallazgo arqueológico
Se han encontrado restos de un ‘triclinium’, una estancia para banquetes funerarios, inusual en excavaciones anteriores
¿Qué es lo que ha aparecido en el barrio del Fontanal?
Dos semanas después de hacerse público el hallazgo arqueológico en el barrio del Fontanal, se conocen más datos sobre este descubrimiento que ha llamado la atención de todos los expertos e interesados en la Sevilla antigua. Los restos que han aparecido pertenecen a una necrópolis romana, que se construyó en el siglo I después de Cristo y que fue usada hasta el siglo II. Entre los elementos que más han llamado la atención, se encuentran los pertenecientes a un triclinium, una estancia dedicada a los banquetes funerarios y de la que hasta ahora no se había encontrado nada similar en la capital andaluza.
El responsable de los trabajos arqueológicos ha sido Sebastián Corzo, un especialista con una amplia y acreditada trayectoria en este ámbito. Los restos han sido hallados en el solar número 27 de la calle Santa María del Reposo, en El Fontanal. Se trata de los vestigios una necrópolis del siglo I y II que, a juicio de este experto, guarda relación con las estructuras funerarias que aparecieron años antes cerca de la Carretera de Carmona.
Para Corzo, el hecho de que se usara esta zona (a extramuros de la antigua ciudad) para enterramientos e incineraciones obedece a la cercanía con la vía romana que unía la antigua Híspalis con Carmona y Córdoba. El arqueólogo concreta que su trazado no era totalmente coincidente con la actual Carretera de Carmona, sino que estaba más próxima a la zona donde se ha producido el hallazgo.
Las incineraciones
Uno de los aspectos que más llama la atención en los resultados de estos trabajos es el alto número de cremaciones que han salido a la luz, pertenecientes a seis cuerpos. Era uno de los usos que tenía la necrópolis, junto al de las inhumaciones. A este respecto, han aparecido seis esqueletos de personas, cuatro de adultos y dos infantiles.
Pero, sin duda, lo que más ha destacado y que supone una importante novedad en los estudios arqueológicos son los restos pertenecientes a un triclinium. Se trata de un habitáculo que en época romana hacía las veces de salón comedor, un uso que, trasladado a la necrópolis, tenía la función de albergar los banquetes funerarios con los que se honraba a los difuntos. También aquí, según Corzo, se celebraban las ceremonias religiosas para despedir a los seres queridos.
El triclinium posee una distribución muy peculiar que se percibe en los restos hallados. Son tres lechos colocados en forma de “u”. “Como una herradura, pero sin forma curva, sino cuadrada”, explica el arqueólogo. En el centro se instalaba una mesa donde se disponía la comida y se realizaban los rituales.
Sin precedentes
Nunca antes, según este arqueólogo, se habían encontrado restos de triclinium en Sevilla capital, a diferencia de lo que había ocurrido en otros puntos de la provincia –como Carmona o Alcalá del Río–, donde sí había aparecido este tipo de estructuras romanas, de ahí la importancia del hallazgo.
También debe destacarse la poca profundidad a la que han encontrado los vestigios. Han aparecido a una cota de 0,90 metros del nivel de la calle, es decir, a menos de un metro. La Comisión de Patrimonio de la Junta de Andalucía ha tenido constancia de todo este hallazgo, en el que se ha seguido el protocolo fijado para estos casos.
Los restos se van a conservar con una capa de geotextil y también con grava o albero, que evitarán su deterioro. No serán, por tanto, visitables ni visibles cuando se construya la vivienda proyectada en dicho solar.
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