La Fiscalía alega el riesgo de fuga para oponerse a la liberación de Samuel

Los padres de Marta sostienen que los tres imputados pudieron deshacerse del cuerpo en una hora en la que no tienen coartada

Samuel Benítez, en una comparecencia en los juzgados de Sevilla.
Samuel Benítez, en una comparecencia en los juzgados de Sevilla.
Jorge Muñoz

23 de junio 2009 - 05:03

La Fiscalía de Sevilla se ha opuesto a la petición de libertad de Samuel Benítez Pérez, el amigo del presunto asesino de Marta del Castillo, al considerar que hay riesgo de fuga y que si sale de prisión el joven puede destruir o alterar fuentes de prueba.

El fiscal encargado del caso, Luis Martín, presentó ayer en el juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla, que investiga la desaparición de la adolescente, un escrito en el que hace hincapié en que cuatro meses después de que se ordenara el ingreso en la cárcel de Samuel Benítez "persisten" los motivos por los que se adoptó esta decisión. Según el fiscal, hay riesgo de fuga del joven de 19 años porque se le imputan unos hechos muy graves -delitos de asesinato, homicidio o detención ilegal- y además hay posibilidad de que este imputado, al que se atribuye la colaboración con Miguel Carcaño para deshacerse del cadáver de Marta, pueda ocultar fuentes de prueba si se accede a que abandone la cárcel de Huelva.

En la decisión del representante del Ministerio Público pesa el hecho precisamente de que casi cinco meses después del asesinato aún no ha aparecido el cuerpo de Marta del Castillo.

La acusación particular que ejercen los padres de Marta, Antonio del Castillo y Eva Casanueva, también se han opuesto a la posible excarcelación de Samuel Benítez. El abogado de la familia, José María Calero, argumenta que en las versiones que han ofrecido tres de los imputados -Javier Delgado, Samuel Benítez Pérez, y el menor de 15 años que está internado en un centro- existe una franja horaria, entre la una y media y las dos y media de la madrugada del 25 de enero, en la que "no estuvieron con nadie". Es en esa franja, con un margen de 20 minutos arriba o abajo, cuando algunos testigos afirman que se produjeron los hechos relacionados directamente con las operaciones para hacer desaparecer el cadáver, lo que habría permitido a estos tres imputados haber colaborado en esa trama.

En el caso concreto de Samuel, la acusación particular insiste en que los testigos de Montequinto "no sirven para explicar qué hizo, dónde estuvo y con quién, desde que los dejó a ellos hasta que apareció aterido de frío en condiciones muy extrañas, en la calle Betis, para unirse a la búsqueda de Marta". El letrado de la familia recuerda que los testigos de Montequinto relatan que esa noche Samuel estuvo en contacto telefónico con el menor de 15 años antes de esa hora que no puede justificar, y con Miguel Carcaño antes de otro "agujero negro" de su relato.

José María Calero recuerda en su escrito que Samuel Benítez es, junto con el menor, la persona "más cercana" a Miguel Carcaño, con quienes se ha enfrentado a otros "marrones" previos, según la expresión utilizada por los propios jóvenes en los careos que mantuvieron ante el juez tras haber sido detenidos. El letrado de la familia subraya que, a pesar de que en el juzgado se retractó de su autoinculpación inicial, su participación en las labores para deshacerse del cuerpo por los otros dos imputados en el asesinato y la violación, aunque ambos también rectificaron y exculparon posteriormente a Samuel.

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