La Fiscalía resalta que Isabel Pantoja podría pagar la multa con sus conciertos

La Fiscalía de Sevilla destaca que Isabel Pantoja podrá completar el pago de la multa con sus actuaciones si accede al tercer grado. Valora que ha cumplido más de la mitad de la condena de dos años de prisión y su "arrepentimiento frente al delito, su gravedad, su trascendencia y repercusión social"

La fiscal jefe de Sevilla, María José Segarra, ha explicado este jueves que la cantante Isabel Pantoja podrá completar con sus espectáculos el pago de la multa de 1.147.148,96 euros que le fue impuesta por blanqueo de capitales si accede al tercer grado penitenciario, y éste ha sido uno de los motivos fundamentales que han llevado al Ministerio Público a apoyar el recurso de la tonadillera. Pero hay otros motivos, como el hecho de que ha cumplido más de la mitad de la pena y su arrepentimiento de los hechos por los que fue condenada a dos años de cárcel.

En una nota, Segarra ha explicado que la Fiscalía aprecia en la interna una "evolución personal positiva que sólo ha podido ser valorada con el transcurso del tiempo imprescindible a fin de constatar dicha evolución: la penada ha superado ya la mitad de su condena y participa activamente en las actividades del programa de tratamiento". La Fiscalía subraya igualmente que Isabel Pantoja está haciendo frente "de forma regular" al pago de la multa, llevando abonados 747.148,96 euros del total, de lo que se "colige una actitud de arrepentimiento frente al delito, su gravedad, trascendencia y repercusión social", así como las "posibilidades de reanudar su actividad laboral, lo cual contribuiría a completar el total pago de la multa (dato éste especialmente relevante en orden a resarcir el mal causado, atendida la tipología delictiva)".

El Ministerio Público argumenta asimismo que a Isabel Pantoja no le consta ninguna otra responsabilidad penal pendiente y además está "consolidado el proceso de disfrute" de los permisos, al haber disfrutado ya de tres permisos ordinarios así como otros tantos extraordinarios (por motivos de enfermedad), en régimen de autogobierno, "sin que consten incidencias desfavorables ni variables de riesgo sobrevenidas".

Por todo ello, el Ministerio Público ha pedido a la Audiencia de Sevilla que estime el recurso de la defensa de la tonadillera, que continúa cumpliendo la pena en la prisión de mujeres de Alcalá de Guadaíra, contra la decisión del juzgado de Vigilancia Penitenciaria que, en septiembre pasado, acordó rechazar el régimen de semilibertad para la interna.

Si la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla, que tiene encomendada los recursos en materia penitenciaria, estima el recurso y concede el tercer grado penitenciario a Isabel Pantoja, la cantante podrá abandonar la prisión para atender sus compromisos profesionales y regresar a la cárcel sólo para pernoctar de lunes a viernes.

La titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 2 de Sevilla rechazó el pasado 21 de septiembre que se conceda el tercer grado a la interna, al mantener su actual clasificación en segundo grado penitenciario porque consideró que la reclusa estaba capacidad para desarrollar una "convivencia ordinaria en la prisión", pero "aún no lo está plenamente para incorporarse al régimen de semilibertad que supone el tercer grado".

La juez recordaba en ese auto que Isabel Pantoja, de 59 años, está condenada por un delito de blanqueo de capitales a dos años de cárcel, más la multa por importe de 1.147.148,19 euros, que "viene hasta la fecha abonando de forma fraccionada", y su licenciamiento definitivo, es decir, el cumplimiento de la pena, está previsto para el 8 de noviembre de 2016. La magistrada indicó que los hechos por los que ha sido condenada consisten en que en el periodo comprendido entre 2002 y 2006, Isabel Pantoja y el entonces alcalde de Marbella, Julián Muñoz, "ejecutaron un plan preconcebido para aflorar dinero y ganancias (respecto de las que ambos pretendían disfrutar en beneficio propio) procedentes de las actividades delictivas de Julián Muñoz, cometidas mientras éste ejercía su función de máxima autoridad como alcalde, confundiéndolas con las procedentes de las actividades profesionales y mercantiles lícitas de Isabel Pantoja". Y para ello durante ese tiempo realizaron "multitud de operaciones, tanto bancarias como en el ámbito mercantil, con el fin de blanquear el dinero que su entonces pareja "obtenía de actividades ilícitas llevadas a cabo en el ejercicio de sus funciones públicas como alcalde".

En relación con este delito, la juez subrayó que la reeducación y la reinserción no son las únicas finalidades legítimas de las penas privativas de libertad. "Hay otros más, que son asimismo constitucionalmente legítimos, como los de prevención, que en este caso justifican la decisión adoptada en el tratamiento de la interna" pues en efecto todas las circunstancias positivas y favorables que se reflejan en los dictámenes unidos al expediente administrativo, "ya existían antes del ingreso en prisión e incluso desde antes de la comisión del delito, y sin embargo no le sirvieron a la recurrente para disuadirle de la perpetración del delito, pese a la gravedad del mismo, manteniendo su conducta contraria al orden jurídico penal a lo largo de varios años, movida únicamente por el afán de lucro, a costa del caudal público, actuación delictiva enmarcada en conductas de blanqueo de capitales y relacionada con lo que vulgarmente se denomina corrupción política, con la enorme gravedad y alarma social que ello provoca".

La Subdirección general de Tratamiento y Gestión Penitenciaria acordó el 16 de julio mantener a la cantante en segundo grado, a propuesta de la junta de tratamiento, que adoptó dicho acuerdo por una mayoría de cuatro votos a tres gracias al voto de la directora de la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra.

Isabel Pantoja ha disfrutado ya de tres permisos penitenciarios. La juez de Vigilancia Penitenciaria número 2 de Sevilla autorizó en mayo de este año un primer permiso de cuatro días a la cantante Isabel Pantoja, en julio pasado se le concedió un segundo permiso por otros seis días, al que siguió su ingreso hospitalario por una nefropatía diabética hasta el 24 de agosto cuando regresó a prisión. En octubre pasado se le concedió el tercer permiso, también sin incidencias.