Farruquito obtiene el tercer grado tras cumplir 14 meses de prisión
El bailaor podrá a partir de ahora salir de la cárcel durante el día para realizar sus cometidos profesionales y regresar al centro Sevilla-II sólo para dormir
La Dirección General de Instituciones Penitenciarias concedió ayer a Juan Manuel Fernández Montoya, Farruquito, el tercer grado penitenciario tras cumplir 14 meses de la condena de tres año que le impuso la Audiencia de Sevilla por el atropello mortal de Benjamín Olalla, según confirmó una portavoz de Instituciones Penitenciarias. La nueva clasificación penitenciaria del artista, que se produce tras la propuesta realizada en este sentido por la junta de tratamiento de la prisión Sevilla-II, supone un régimen más favorable para Farruquito, que a partir de ahora podrá salir del centro penitenciario durante el día para realizar sus cometidos profesionales y regresar a la cárcel únicamente para pernoctar.
La junta de tratamiento de la prisión hispalense debe asignar a Juan Manuel Fernández Montoya un horario, teniendo en cuenta que debe pasar dentro del recinto penitenciario, al menos, entre ocho y diez horas cada día, según han explicado las mismas fuentes. La asignación del horario se produce en función de las ofertas de trabajo que Farruquito presente a la junta de tratamiento, por lo que el bailaor podría comenzar a disfrutar del nuevo régimen penitenciario a finales de esta misma semana o principios de la próxima semana.
La Dirección General de Instituciones Penitenciarias ha valorado, además de la propuesta de los profesionales que integran la junta de tratamiento, el hecho de que Juan Manuel Fernández Montoya ha cumplido ya más de un tercio de la condena y la ausencia de incidentes durante los permisos de salida de lo que ha ido disfrutando en los últimos meses.
Farruquito conoció precisamente la noticia de la concesión del tercer grado ayer, cuando debía regresar a Sevilla-II tras disfrutar de un nuevo permiso de salida de los seis que ya le ha autorizado el juzgado de Vigilancia Penitenciaria desde que ingresó de forma voluntaria en prisión, la tarde del 16 de enero de 2007.
Con la concesión de este beneficio penitenciario, el artista se encuentra a un paso de obtener la libertad condicional, que podría lograr una vez que cumpla las dos terceras partes de la condena impuesta por los delitos de homicidio por imprudencia y omisión del deber de socorro. A principios de 2009, Farruquito podría quedar en libertad.
Desde que ingresó en la prisión de Sevilla-II, Farruquito se ha adaptado a la vida en la cárcel, donde observa una buena conducta y no ha recibido ninguna nota desfavorable. El artista dedica una buena parte del día a sus ejercicios de baile y a su preparación física, aunque también ha recibido clases de informática dentro de los talleres formativos que se imparten en la prisión.
Hasta ahora, el artista se hallaba clasificado en segundo grado penitenciario, el mismo que disfrutan la mayoría de los 1.800 internos que hay en este recinto penitenciario.
La Audiencia Provincial de Sevilla decidió recientemente elevar de nuevo a 72.000 euros la cuantía de las multas a las que debe hacer frente el artista, aunque amplió a los dos años el plazo para poder pagarlas.
La decisión de los magistrados de la Sección Séptima de volver a subir las multas, que en su día había rebajado el juzgado de lo Penal número 8 de Sevilla, obedeció, según el auto dictado por el tribunal, a que los jueces consideraron que el acusado no había declarado la realidad de su situación económica cuando pidió la rebaja de las sanciones.
La resolución de la Audiencia aludía igualmente a los gastos de la boda de Farruquito como un indicio de que su capacidad económica era superior a los 12.000 euros que el artista declaró como ingresos durante 2005.
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