La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Abriendo el largo cortejo de la Estrella cada Domingo de Ramos. Así, bajo un antifaz, realizó estación de penitencia durante muchos años el gran cofrade y editor José Sánchez Dubé, quien murió en la madrugada de ayer, con 82 años de edad, tras varios meses de enfermedad. La vida de este sevillano, licenciado en Derecho y creador de Ediciones del Guadalquivir, ha estado estrechamente ligada al mundo de las cofradías de Sevilla, a las que ha prestado siempre un gran servicio como presidente del Consejo de Hermandades, hermano mayor de la Pía Unión y, muy especialmente, a través de su Hermandad de la Estrella, en cuya junta de gobierno ha desarrollado casi todos los cargos.
Las cofradías marcaron su vida desde el nacimiento. No en vano, vino al mundo un Miércoles Santo de 1928. En plena posguerra le llegarían sus primeros contactos con las hermandades cuando a los 13 años de edad se apunta a la cofradía trianera. A partir de entonces su relación con la Estrella no se interrumpiría en ningún momento. En el seno de su junta de gobierno desempeñaría casi todas las labores, excepto la de hermano mayor, pese a que se lo propusieron en innumerables ocasiones.
Llegada la década de los 60 Sáchez Dubé empieza a colaborar con el Consejo de Hermandades. Tiempos de transformación social que también se traducen en el seno de esta institución. En 1970 pronuncia el Pregón de la Semana Santa y cinco años más tarde es elegido primer presidente seglar del Consejo, para el que consigue la gestión directa de la Carrera Oficial, con los consiguientes beneficios económicos para las hermandades. Su cargo como presidente del Consejo lo desarrolló hasta 1983. Los que trabajaron junto a él durante este tiempo destacan su gran apuesta por la juventud. De hecho, hay quien lo considera el "padre" de una importante generación de cofrades.
Casi 30 años después volvió a subirse al escenario de un teatro para dar un pregón, en esta ocasión, a su Virgen de la Estrella con motivo de su coronación canónica, de la que tres años más tarde su editorial publicaría la obra Estrella, III aniversario de su coronación canónica. En los últimos años ha recibido numerosos homenajes y distinciones, entre ellas la medalla Pro Ecclesia et Pontifice que concede el Santo Padre a los laicos que han destacado por su servicio a la Iglesia. También sufrió la pérdida de su esposa, cuyo funeral presidió el cardenal Amigo. Su última aparición pública fue el pasado 4 de noviembre, cuando fue a felicitar al anterior prelado hispalense con motivo de la festividad de San Carlos Borromeo. Poco después cayó enfermo. La última vez que se asomó por la ventana del hospital fue la noche reciente en que su Virgen regresaba de la restauración en el IAPH. A pocos metros del lecho del dolor tuvo la dicha de tener a su Virgen de la Estrella.
También te puede interesar
Lo último
1 Comentario