Más de 200 pisos y dos plazas públicas en la antigua fábrica de Vidrio
los detalles de la esperada reurbanización en la trinidad
El proyecto de urbanización que será aprobado hoy contempla un centro social y cultural vinculado al patrimonio industrial en la nave principal del anterior complejo fabril
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Vía libre para uno de los desarrollos urbanísticos claves y pendientes en la ciudad junto con Altadis, la Gavidia o el entorno de la estación de Santa Justa. El proyecto con todas las obras necesarias para urbanizar los terrenos de la antigua fábrica de Vidrio de la Trinidad donde se proyecta la construcción de una nueva área residencial para unas doscientas viviendas será aprobado hoy por la junta de gobierno.
El documento está promovido por los propietarios de estos suelos (constituidos en Junta de Compensación) y recoge tanto el trazado de las redes de servicio básicas, como el de los viarios interiores y de los espacios peatonales y libres, que van a conformarse en esta zona de la Carretera de Carmona de 27.145 metros cuadrados de superficie, donde se localizaba la antigua fábrica de Vidrio. Si bien las naves principales de esa histórica edificación –que ocupa una superficie de 7.400 metros cuadrados– se mantienen para proteger este patrimonio arquitectónico industrial. Del resto de los suelos han resultado seis parcelas residenciales que serán las que se urbanicen junto con los restantes espacios para que puedan edificarse las nuevas viviendas. Se localizan en el frente de la Carretera de Carmona y la calle San Juan Bosco y alojarán un total de 208 viviendas.
En la ordenación del recinto que plantea el proyecto de urbanización se han tratado de mantener las trazas de la extinta actividad industrial, manteniendo todo lo posible las huellas de esta. Se ha optado por manzanas de menores dimensiones que faciliten la puesta en el mercado de las viviendas y se han conformado dos espacios libres, el primero en torno a los futuros equipamientos previstos y las naves protegidas, y el segundo entre las edificaciones residenciales. Ambos se han configurado al modo de pequeñas plazas urbanas que resulten agradables para la estancia, con mobiliario urbano adecuado y zonas ajardinadas.
En cuanto a los viarios interiores, se han diseñado para hacer compatible su uso tanto por los peatones como por los vehículos autorizados, por lo que dispondrán de anchuras variables según su uso y serán pavimentados en plataforma única. Por su parte, las sendas peatonales dispondrán de arbolado de medio y bajo porte que se añadirá al ya existente. El proyecto de urbanización establece también los espacios para aparcamientos y plantea el mantenimiento del carril bici de la acera de la Carretera de Carmona en su posición actual.
Finalmente, aunque la parcela que ocupa la antigua fábrica (donde se conserva el mayor de los hornos de trabajo) será objeto de un proyecto de rehabilitación en su totalidad, la urbanización actúa también en el espacio libre de esa parcela mediante su adecentamiento y ejecución de pequeñas obras. Todo este planteamiento tiene un coste aproximado de 1.650.0000 euros y un plazo de ejecución de diez meses.
La aprobación del proyecto de urbanización se produce tras haberse recibido en la Gerencia de Urbanismo todos los informes de los servicios y organismos que deben informar sobre el mismo, como la Comisión Provincial de Patrimonio de la Junta de Andalucía y las principales compañías de servicio. No se ha presentado ninguna alegación al documento durante el trámite de información pública.
Como consecuencia de las dificultades para armonizar la convivencia del uso residencial con la necesaria y obligada protección del patrimonio arquitectónico que allí quedaba, este desarrollo residencial ha estado bloqueado durante años. Finalmente, se han incluido nuevos elementos como bienes protegibles dentro del recinto, operación que ha estado impulsada por la plataforma ciudadana Salvemos la Fábrica de la Trinidad y respaldada por el Ayuntamiento de Sevilla. Para ello, Urbanismo tramitó una modificación del Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de este ámbito para sumar a los inmuebles hasta entonces protegidos (la nave principal, la emblemática chimenea y, los hornos) las tres naves auxiliares y el muro de cerramiento.
La operación quedó desbloqueada por completo en marzo de 2018 con la firma de un convenio urbanístico de gestión entre el gobierno municipal socialista y los propietarios que permitió aprobar definitivamente el documento de modificación del PERI en junio de ese mismo año. El referido convenio recoge que el Ayuntamiento recibiría gratuitamente de los propietarios de los terrenos los elementos protegidos con el fin de destinarlos a futuros equipamientos públicos para el barrio.
La futura operación de rehabilitación y puesta a punto de estas naves para que puedan acoger futuros usos públicos se incluye en la estrategia de reactivación de proyectos de ciudad a partir de la enajenación de suelo del Patrimonio Municipal de Suelo (PMS), existiendo ya una reserva inicial para las obras de rehabilitación precisas. A fin de entregar estos inmuebles en condiciones adecuadas de conservación, los dueños de los terrenos han realizado las obras de mantenimiento y consolidación necesarias para cumplir con el compromiso adquirido con el consistorio.
Siguiendo la estrategia fijada para la rehabilitación de este antiguo complejo fabril, el alcalde Antonio Muñoz presentó el pasado mes de julio un proyecto para la captación de fondos europeos con los que poder rehabilitar la nave principal de la antigua Fábrica de Vidrio y su entorno. El objetivo es transformarla en un centro social y cultural vinculado al patrimonio industrial, para el que se ha diseñado ya una primera fase con una inversión de 5,7 millones de euros. Esta actuación permitiría, además de la recuperación de la nave principal, la adecuación del entorno como espacio libre y pulmón verde del barrio.
Con el nuevo paso que representa la aprobación del proyecto de urbanización de los suelos de este recinto, el equipo de Muñoz defiende que “continúa su avance este proyecto estratégico para esta zona de la ciudad, que no sólo va a permitir un nuevo desarrollo residencial para 208 viviendas, sino la recuperación de unos edificios protegidos y de enorme valor patrimonial y cultural, la generación de espacios libres y áreas de uso público para el barrio y, la generación de nuevos equipamientos vecinales y de ámbito ciudad”.
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