Expolio en el restaurante La Raza en el Parque de María Luisa
Sucesos
El desaparecido negocio, que cerró sus puertas en primavera tras perder un litigio con el Ayuntamiento, está siendo saqueado en las últimas semanas
En el recinto, en el que no hay vigilancia, se acumulan escombros, cristales y cables, han robado puertas y ventanas y desguazado los motores
La historia se repite, pues la situación es similar a la que sufrió la antigua discoteca Bandalai
Así será el nuevo restaurante que se construirá en este mismo espacio
El antiguo restaurante La Raza, en el Parque de María Luisa, ha sido expoliado y saqueado en las últimas semanas. El edificio presenta un estado de deterioro importante tan sólo unos meses después de que el negocio cerrara sus puertas, después de que la empresa que lo gestionaba perdiera un litigio con el Ayuntamiento de Sevilla por la explotación del recinto.
El que fuera uno de los establecimientos hosteleros más emblemáticos de la ciudad es ahora un inmueble destrozado, con puertas y ventanas rotas o desaparecidas, cristales fracturados en mil pedazos, cables sueltos por el suelo y escombros acumulándose en el patio, producto de la obra de unos saqueadores que buscan sobre todo piezas de metal que poder vender como chatarra por unos cuantos euros.
Han desguazado los motores y hay indicios de que el inmueble se ha convertido en refugio de indigentes o de okupas. No hay vigilancia ninguna en el recinto y es fácil acceder al interior sin tener que forzar nada. Hay una gran cantidad de suciedad acumulada y restos de excrementos humanos. En una de las zonas hay varios comederos para gatos, todos ellos con comida, señal de que alguien se dedica a acceder al interior periódicamente para ir recargando el alimento.
El restaurante ha tenido el mismo destino que otros edificios de las inmediaciones, como la antigua discoteca Apandau o Bandalai, también de propiedad municipal, que fue expoliada por completo por una banda de saqueadores y del que sólo quedó el esqueleto.
La Raza cerró en la primavera de 2022, tras casi 70 años en la misma ubicación. El negocio se fundó en 1954 y por él han pasado varias generaciones de la familia que lo ha gestionado a lo largo de su historia. Fue hasta su cierre uno de los restaurantes más emblemáticos de la ciudad, y el grupo al que dio nombre continúa su actividad con diferentes locales y caterings en Sevilla.
El Ayuntamiento de Sevilla inició en 2016 un proceso para extinguir los contratos de arrendamiento formalizados sobre bienes con anterioridad al 9 de mayo de 1985, conforme a la disposición transitoria tercera de la Ley de Arrendamientos Urbanos. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) falló en favor del Ayuntamiento tanto en el caso de La Raza como en el del cercano bar Citroën, que también cerró sus puertas. A diferencia de la Raza, el Citroën ha sido tapiado para impedir el acceso de expoliadores y okupas.
El Consistorio licitó la concesión para explotar este recinto, un concurso que ganó el Grupo Abades por un canon anual de 610.999 euros y un periodo de 16 años. Esta empresa prepara un nuevo proyecto, con la recuperación del edificio tal como era en 1929, cuando se concibió como Pabellón de Informaciones de la Exposición de 1929, con un gran comedor de cristal, un sótano para las instalaciones de servicios, más de la mitad de terreno siempre a la sombra, fuentes de nueva instalación y una rejería inspirada en la estética del Parque de María Luisa.
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