Eustaquio Barrón era Eustaquia
nomenclátor
El Ayuntamiento se resiste a rotular correctamente el nombre de la calle junto al Pumarejo, que se cambió por error de femenino a masculino
Dice que en casi cien años nadie ha protestado
Hay quien puede pensar que una de las formas de quedar en la memoria cuando su tiempo acabe es que le pongan una calle. "En algún momento -podría pensar, ingenuo- alguien alzará la vista y se preguntará quién fui". Eso, si una revolución no se lleva el nomenclátor por delante. Y puede que algo así pensara Aniceto Sáenz Barrón, un comerciante que adquirió la casa palacio del Pumarejo a finales del siglo XIX e hizo que rotularan con nombres de su familia calles que se trazaron sobre terrenos de su propiedad: una lleva el suyo; otra el de su padre, Patricio Sáenz; otra, posiblemente, el de su hija Antonia Sáenz; y a la cuarta le puso el nombre de su madre: Eustaquia Barrón. Pero se da la circunstancia de que ésta última calle, la de la matriarca, se ha evaporado. La vía está rotulada hoy como Eustaquio Barrón, un personaje que no existió. Así se conoce de hecho en buena parte de Sevilla y se inscribe en documentos oficiales.
No obstante, lo sorprendente no es tanto lo ocurrido -otros nombres de mujer, incluso con más méritos, han caído en el olvido sin ascender al callejero de su barrio-, como la respuesta que ha dado el Ayuntamiento de Sevilla cuando el Defensor del Pueblo, Jesús Maeztu, le ha solicitado la corrección del error. El caso le llegó a través de un ciudadano que realizaba una investigación sobre el palacio del Pumarejo y se percató de la incongruencia y al que el Consistorio no respondía.
Los responsables del asunto sí contestaron a Maeztu, pero no se muestran partidarios del cambio, de devolver la calle a Eustaquia. Esgrimen el artículo 8.3 de la Ordenanza del nomenclátor, según la cual "se mantendrán los nombres actuales que se hayan consolidado por el uso popular". Apuntan que el primer documento en el que la calle aparece en masculino (Eustaquio) es de 1923 y que si el "error" no ha sido objeto de contestación en casi un siglo pese a ser público y notorio, es pertinente aplicar el citado punto de la ordenanza por razones de interés público. Sin embargo, la denominación en femenino sí aparece en el Diccionario de calles de Sevilla, de 1993, y ha aparecido en prensa no hace tanto, a cuenta de itinerarios de procesiones. Algo queda en el acervo de la ciudad.
La respuesta no ha satisfecho, en cualquier caso, al Defensor del Pueblo, que la ha destacado en su informe anual de 2016, en el apartado de Igualdad de género y administración local. No es un asunto grave. Hay otros que sí lo son relacionados con la atención de casos de violencia de género. Pero sí es para Maeztu significativo de la desigualdad histórica de la mujer en el callejero, como reflejo de todo lo demás, y de que, aunque se esté intentando corregir ahora, queda camino por andar.
"No podemos calificar la respuesta del Ayuntamiento como arbitraria o infundada. Cuenta con un evidente soporte informativo y una adecuada motivación", dice. Pero añade: "Nos cuestionamos en qué medida la impronta machista de la sociedad de la época influyó en la falta de contestación ante este cambio y en la propia comisión del error administrativo del que derivó". Maeztu también se pregunta, con cierta ironía, "qué grado de contestación" podría tener ahora la decisión de "reparar esta injusticia histórica devolviendo la calle a su nombre original, en femenino. La única manera de saberlo es haciendo la prueba. Así se lo plantearemos al Ayuntamiento", concluye.
La denominación original sí se recoge en el 'Diccionario de calles'
En el informe que el Ayuntamiento de Sevilla remitió al Defensor del Pueblo Andaluz indica que, en la búsqueda que realizó en los archivos municipales, ha podido acreditar que la denominación original de la calle es Eustaquia Barrón (en femenino). Aparece así en diversos documentos, el último de los cuales data de 1892. Posteriormente, en otro documento oficial de 1923 ya aparece la calle como Eustaquio Barrón, en masculino. Se trata de un proyecto de obras de alcantarillado. El cambio es, posiblemente, consecuencia de un error, admite, y la denominación se repite a partir de esa fecha en todos los documentos consultados, según recoge el Defensor del Pueblo Andaluz, en el resumen del caso que hace dentro de su informe anual de 2016. Sin embargo, la denominación de Eustaquia Barrón sí aparece en el 'Diccionario histórico de las calles de Sevilla', una obra de referencia editada en 1993 y dirigida por los expertos Collantes de Terán, Cruz Villalón, Reyes Cano y Rodríguez Becerra. La descripción de la misma, no deja lugar a dudas: "Eustaquia Barrón. Se denomina así desde el momento de su apertura, a finales del siglo XIX".
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