De los Estudiantes a la Estrella
Vigilia. En los estudios de la Cope en la calle Rioja ya han preparado el estudio, con vistas a Sierpes, desde el que Carlos Herrera hará el programa que ayer abrió con Juan Carlos I.
DE San Fernando a Rioja. De los Estudiantes a la Estrella. Dice Carlos Herrera que es la última mudanza, penúltima al modo sevillano, de su carrera profesional. Ayer empezó el programa en los estudios de Madrid entrevistando al rey Juan Carlos I, a José María Aznar y a Pedro Sánchez desde su gira americana. "Buenos días, Su Santidad...", diría a continuación refiriéndose al interlocutor más ajustado a su nuevo cometido profesional.
En Sevilla ya está todo listo en la calle Rioja, a la que la Cope llegó desde Vírgenes. Los oyentes foráneos o no versados pensarán que el periodista ha elegido una calle moyatosa. El nombre de esta vía perpendicular a Sierpes y Tetuán honra la memoria de Francisco de Rioja, poeta, bibliotecario y confidente del conde-duque de Olivares, el hombre que más mandó en España antes de que llegara Alfonso Guerra.
El estudio sevillano de Herrera da a la calle Sierpes. "Lo quería con balcones a la calle, con luz natural", dice Pedro Ochoa, director de contenidos de la emisora, "es muy triste pasarte el invierno a oscuras". Herrera, como don Helenio, sabe que a las diez se juega mejor que a las once. Y a las seis de la mañana, cuando no están las calles puestas, no digamos. Viene ligero de equipaje, como reza el poema: con su técnico de toda la vida, Eduardo; con su fiel productora, María Luisa Núñez; y con el representante del sector cítrico, su escudero José Antonio Naranjo, rey oficioso de las habaneras de Torrevieja.
Hay otra hermosa historia de fidelidad. Mariani Molina, sevillana de Dos Hermanas, es un río Guadiana de emociones que ha coincidido con Carlos Herrera de forma intermitente en diferentes fases de su carrera. En las bodas de plata de Cadena Dial, recuerda que estuvo con él cuando hizo en esta emisora de Prisa el programa El Colmao; también compartieron destino en Radio Nacional, en Televisión Española, programa Así es la Vida, que producía PC 29 de Paco Cervantes, el único pecé en el currículum de Carlos Herrera. Y ahora en la Cope. Mariani, nazarena de crianza, topónimo de los de Dos Hermanas, será en el programa la voz exclusiva de El Corte Inglés.
Hoy cumple Herrera en la Cope dos días de septiembre, como el título de la novela de su paisano sanluqueño Caballero Bonald. Está en Madrid esperando a Rajoy, apellido que es como un Rioja trabucado. Joaquín López-Sáez, sevillano de la calle San Gregorio, es el director de Cope Andalucía. Coincidió con Herrera en los estudios de la cadena Ser en la Gran Vía. Hace de anfitrión de una visita obligada: una discreta comitiva de profesionales de la seguridad. Carlos Herrera se despidió de Onda Cero el día que se cumplían quince años de la recepción en el centro territorial de Radio Nacional de España en Sevilla de una caja de puros con una carga explosiva.
Ha empezado Herrera en una semana sin Liga, con Messi y Cristiano Ronaldo inéditos. Metáfora del crepúsculo de los bipartidismos. Cada vez que vuelve a la Cope regresa a casa un hijo pródigo del Betis. Empezó en la Cope en 1983. En 1992 vive su primer regreso. El año que Gordillo puso fin a siete años en el Madrid y vuelve al Betis. El día que su voz volvió a salir por las ondas de la Cope se anunciaba el regreso de Joaquín desde Florencia sin síndrome de Stendhal.
Ayer recordó el centenario de Ingrid Bergman evocando un diálogo de Casablanca con Santi González, que pone los deberes a los contertulios en el papel que Fernando Ónega hacía en Onda Cero. Carlos Herrera, culé irredento, se ha convertido en el Figo de las ondas. Vuelve 25 días antes de las elecciones catalanas. La tierra en la que se formó antes de que en Sevilla hiciera la mili, los Ondas y la familia. Herrera el joven ya no vive en la calle Herrera el Viejo. Sus incondicionales, tan fieles como sus detractores, ya mostraban ayer su euforia. Y pasaban con nota la reválida de las debilidades herrerianas:una oyente no encontraba mejor analogía que Stalingrado, Normancía y La matanza de Texas para referirse a las hemorroides.
La víspera pasaba por Rioja Jorge Cadaval, uno de los Morancos. Ha veraneado en Rota, prepara con su hermano la presentación en Barcelona y le desea lo mejor a Carlos Herrera. Los humoristas del Tardón, paisanos de Susana Díaz, comparten con Herrera la condición de pregonero de los Carnavales de Cádiz. El periodista almeriense también pregonó la Semana Santa de Sevilla de 2001. Como Pemán, oiga.
El 1 de septiembre es sinónimo de mudanzas y buenos propósitos. Padilla, el librero, actor, editor y novelista, estrenó nuevo local en la calle Trajano. Como Herrera en la Cope, es su tercera sede, después de su paso por Laraña y el inicio de la calle Feria, cerca de Viriato. José Rodríguez de la Borbolla se provee de periódicos en el quiosco de Sierpes esquina con Entrecárceles. Cuando Herrera empezó en la Cope, año del 12-1 a Malta, Borbolla era presidente de la Junta de Andalucía. Como lleva el artículo determinado en su apellido, no le gusta esa elipsis gramatical de Herrera en Cope. "Debería ser en la Cope, suena igual de mal que cuando dicen que una cofradía está en Campana". Por Tetuán camina Juan José Téllez, director del Centro Andaluz del Libro, hijo de Algeciras. Mariani Molina, la voz de El Corte Inglés en la nueva singladura de Carlos Herrera, también trabajó en la emisora de Cadena Dial en el campo de Gibraltar. Cuando nació, El Corte Inglés ya estaba allí.
Ha vuelto Herrera seis meses después. En Madrid aguarda un talgo de palabras que le devuelva a la estación de Plaza de Armas donde hizo el servicio militar.
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