Parada técnica en el Aeropuerto de Sevilla

Estrategias para levantar el vuelo tras la pandemia

Instituciones públicas y privadas reactivan sus trabajos para acelerar la recuperación del aeródromo sevillano, situado antes de la pandemia a la cabeza de Europa en crecimiento

Éstas son algunas de las claves del éxito del destino SVQ y su hoja de ruta para los próximos meses

Obras de ampliación del Aeropuerto de Sevilla
Un operario de las obras de ampliación de la terminal contempla la llegada de un avión al Aeropuerto de Sevilla. / Antonio Pizarro
María José Guzmán

24 de enero 2021 - 07:00

Jesús Caballero, el director del Aeropuerto de Sevilla, casi se pone a llorar de emoción en una de las últimas ediciones de Routes en las que la capital participó. Se trata de un evento comercial donde los aeropuertos y las autoridades turísticas de cada destino buscan el encuentro con las aerolíneas con el propósito de seducirlas e intentar atraerlas a sus ciudades. La sorpresa fue que, lejos de perseguir a las compañías, eran éstas quienes pedían cita a Sevilla.

La anécdota, referida por Caballero en las sesiones preparatorias del Plan 8 para impulsar el turismo en Sevilla, demuestra cómo la capital se ha consolidado en los últimos años como un destino con proyección y solvencia. Acierto que se debe al entendimiento y el trabajo conjunto del equipo de Aena y el municipal.

Pero la pandemia ha generado una caída en picado del tráfico aéreo en todo el mundo: entre marzo y junio el descenso fue del 90% en España. La tendencia fue similar en Sevilla y en ese periodo sólo transitaron por el aeródromo 266.090 pasajeros. El verano y el levantamiento del estado de alarma amortiguó algo esta crisis sin precedentes, pero la debilidad de la demanda y de nuevas restricciones a la movilidad que fueron implantando diferentes países europeos, a lo que se sumaron los rebrotes y sus consecuencias, impidieron el repunte y 2020 terminó en el Aeropuerto de Sevilla con un balance de 2.315.610 pasajeros, un 69,3% menos que en 2019.

Aunque no es la peor estadística de España, la realidad es que hoy el aeródromo sevillano sigue siendo una terminal desierta gran parte del día. Pero podría decirse que está en parada técnica. Un paseo por las salas de embarque vacías sirve para reconstruir una historia de éxito y alguna de las claves por las que Sevilla ya ha puesto los cimientos para levantar el vuelo y ganar las millas perdidas con ventaja cuando se retome la normalidad.

¿Cuándo ocurrirá esto? Nadie puede afinar con esa respuesta, pero en el sector todos tienen claro que la carrera para competir ese día ya se ha iniciado y que las aerolíneas se fijarán en los destinos que se recuperen antes. Y, conscientes de ello, instituciones públicas y privadas (esta alianza es una de las claves) han retomado este mes los contactos para renovar las estrategias para partir con ventaja cuando se reanude la actividad. El nuevo comité de conectividad aérea de Sevilla se ha ampliado para dar cabida a todas las instituciones públicas y también a la industria aeroespacial, pieza clave para atraer al aeropuerto negocio. En esta línea, prepararán candidaturas para aspirar a eventos estratégicos para posicionar a Sevilla en clave aérea internacional: Aviation Week Airline Leaders Operations Forum 2021, Routes Europe 2023 y CAPA World Aviation Summit 2023.

Además, trabajan para fortalecer las alianzas con compañías como Vueling o Ryanair, con acciones de marketing conjuntas, y perfilan una oferta que se venderá en eventos como World Routes, que suspendió su última edición, y Routes Europe, previsto, en principio, para mayo en Noruega.

La transformación del Aeropuerto de Sevilla
La transformación del Aeropuerto de Sevilla / Antonio Pizarro

Sevilla cuenta ya con varias fortalezas y una prueba es que el estado de alarma no paralizó por completo el aeropuerto. En Sevilla siguieron operando algunos vuelos, para desplazamientos de fuerza mayor, y actividades logísticas. Y una de las razones está en la rapidez con la que la dirección actuó, incluso antes de que saltase la alarma, pues San Pablo habilitó una antigua pista para albergar el mayor número de aviones en tierra y se convirtió en una de las bases más importantes para compañías de peso, como son Vueling y Ryanair que basaron en la capital 15 aviones cada una. Esta estrategia permitió que el aeropuerto no cerrase por completo, pues estas aerolíneas aprovecharon Sevilla para mover su flota y así mantener la habilitación de los pilotos y la certificación de sus aviones, algo necesario y que hizo posible mantener hasta cinco conexiones nacionales con Vueling, mientras que Ryanair registró una alta actividad en su hangar de mantenimiento.

Ambas aerolíneas, con fuerza y liquidez en el mercado, tienen un gran peso en el Aeropuerto de Sevilla y han permitido desplegar una táctica acertada en los últimos años. Ambas tienen base, al igual que TAP, y están apostando por la ciudad, prueba de ello es que Ryanair está construyendo un segundo hangar. Vueling, que es la mayor compañía de bajo coste en España y tiene su segunda base en importancia en Sevilla, después de Barcelona, lleva al 80% de los pasajeros nacionales del aeropuerto. Mientras que Ryanair completa con perfección el mercado al mover al 80% de los pasajeros con destinos europeos. Por lo que, cuando todo se reactive y sobrevivan las compañías fuertes, Sevilla estará muy bien posicionada en ambos mercados.

Esta fortaleza es fruto del trabajo realizado en la última década por el equipo de Jesús Caballero, que asumió la dirección en un momento crítico. El Aeropuerto de Sevilla registró su primer récord de pasajeros en 2007, con 4,5 millones de usuarios, una cifra que volvió a batir en 2011, cuando alcanzó los 4,9 millones de viajeros, impulsado, en buena medida, por la apertura, en noviembre de 2010, de la base operativa de Ryanair. Pero desde esa fecha, la evolución del tráfico aéreo en Sevilla estuvo marcada por dos circunstancias básicas: la crisis económica de 2008 y la transformación del modelo de crecimiento de un aeródromo que dependía en un 70% del mercado nacional.

La transformación del Aeropuerto de Sevilla
La transformación del Aeropuerto de Sevilla / Antonio Pizarro

Entre 2012 y 2013 Sevilla perdió casi 1,3 millones de viajeros. Fue a partir de entonces cuando se trazó una estrategia que se puso en marcha en 2014 y que en sólo un lustro ha dado la vuelta a las estadísticas y ha logrado varios récords en el aeródromo. Entre 2013 y 2019, la cifra total de pasajeros se duplicó. En el caso de los pasajeros en vuelos internacionales, la cifra casi se triplicó (+171,4%), al pasar de 1.418.222 a 3.850.069, lo que hizo que la proporción que representaban sobre el total de los usuarios aumentase más de 11 puntos en ese periodo. Tanto en 2018 como en 2019, el Aeropuerto de Sevilla fue el que más creció de Europa, dentro del grupo de aeródromos de su mismo tamaño, esto es, de entre 5 y 10 millones de pasajeros anuales.

Lo demuestran algunas cifras más: entre 2013 y 2018 el número de aerolíneas se duplicó; los países con conexiones con Sevilla aumentaron un 45% y las ciudades, hasta un 123%; las rutas disponibles subieron un 54%; y las toneladas de carga aérea, un 146%. Esto hizo que Sevilla subiera 15 puestos de golpe en el ranking europeo de pasajeros por año.

Estas cifras de crecimiento también se traducen a nivel de empleo. El Aeropuerto pasó de tener 2.000 empleados directos en 2013 a 4.000 en 2018, un incremento de valor para la ciudad y la región, pues el Consejo Internacional de Aeropuertos estima que la contribución de San Pablo al PIB andaluz es de un 3%.

¿Cómo se ha conseguido este crecimiento?

Estos datos no son fruto del trabajo de un solo año ni una labor individual. En la elaboración del Plan de Marketing del Aeropuerto de Sevilla presentado en 2014, un documento vivo y que se ha ido actualizando año tras año, participaron las instituciones locales encargadas de la promoción turística y de negocios del destino Sevilla. Y es que la estrategia no sólo era reducir la alta dependencia del mercado doméstico, también impulsar la demanda del destino, mucho más potente que su aeropuerto, y para ello había que darlo a conocer para que resultase atractivo para la implantación de una hoja de ruta por parte de las compañías. El grupo Conectando Sevilla con el Mundo se creó para este cometido.

En cifras

7.544.357 pasajeros. El volumen ha aumentado un 104,58% entre 2013 y 2019, al pasar de 3,6 a 7,4 millones pasajeros. Una tendencia que la pandemia destrozó, pues 2020 se cerró con sólo 2.315.610, lo que supone una caída del 69,3%. El total de operaciones durante el año pasado fue un 47% inferior.

21 aerolíneas. El número de compañías que operan en el Aeropuerto de Sevilla se duplicó en seis años, al pasar de 10 en 2013 a 21 en 2019.

67 conexiones con ciudades. El porcentaje de ciudades conectadas por avión con Sevilla aumentó un 123% entre 2013 y 2019. Si bien la tasa de países subió también un 45% al pasar de 11 a 16 en ese periodo.

94 rutas disponibles. En 2019 el número de rutas era un 54% superior al de 2013, en el que se registraron 61. La pandemia también ha desplomado la estadística. Si en el verano de 2019 las compañías programaron vuelos con 70 destinos, en el verano de 2020 la programación se redujo a medio centenar. En la temporada de invierno, en 2019 los destinos programados por las aerolíneas fueron 65, frente a la veintena que hay a día de hoy.

50,1% de tráfico internacional. El porcentaje de vuelos internacionales llegó a superar al de nacionales en 2019. En el caso de los pasajeros en estos vuelos, la cifra casi se triplicó.

9.892 toneladas. El tráfico de mercancías también ha aumentado desde 2013 de manera considerable, en concreto, un 94,3%, al pasar de 5.000 a casi 10.000 toneladas anuales. En 2020 este tráfico sólo cayó un 2,4%.

Uno de los primeros pasos era diversificar el plantel de aerolíneas y potenciar a través de ellas los enlaces con los grandes hubs europeos (Londres, París, Fráncfort, Berlín, Ámsterdam, Madrid). Sólo así se permitiría abrir la conectividad a la mayoría de los destinos importantes del mundo, simplemente realizando una parada, lo que facilitaría la captación de un turismo de negocios que hoy goza de buena reputación en la capital.

Esto se acompañó de una estrategia punto a punto, de enlaces directos. Así, la dirección del aeropuerto detectó hasta 35 ciudades de Europa y el norte de África que se situaban en un radio de vuelo de 2 a 4 horas, lo que es corta o media distancia aérea, y con las que Sevilla no estaba conectada. Un reto que ya se superó en 2019. Desde 2014 empezaron a aterrizar en San Pablo aerolíneas que habían estado ausentes o con escasa presencia como Lufthansa, British Airways, Brussels Airlines, Smartwings, Swiss, Evelop, Transavia, EasyJet, TAP, Volotea, Austrian, Air France, SAS... y compañías como Ryanair, con cinco aviones en la ciudad.

Detrás hay cientos de reuniones y un estudio continuo del mercado para detectar tendencias y rutas que puedan ofrecer potencial de desarrollo y recorrido comercial. Entre 2012 y 2019 el aeropuerto ha contactado con una media anual de 30 aerolíneas y ha estado en las ferias de primer nivel como Routes, ITB de Berlín, World Travel Market, Fitur o la Conferencia de Slots de la IATA para presentar a las compañías oportunidades de negocio y aspectos técnicos del aeropuerto, acciones que cuentan con presupuesto municipal.

El papel del Ayuntamiento de Sevilla

La captación de tráfico no depende en exclusiva del aeropuerto, sino también y en buena medida de la capacidad del destino al que sirve de generar demanda; de ahí que esa colaboración entre el aeropuerto, las instituciones y el sector empresarial haya sido esencial en la transformación vivida por el aeropuerto entre 2013 y 2019.

Entre otras estrategias de marketing, para dar el salto Sevilla ha usado también otra ventaja competitiva: oferta de tarifas aeroportuarias y bonificaciones para la captación de nuevas conexiones. Sus tarifas son la mitad de baratas que la de aeropuertos como Florencia o Catania, por ejemplo.

Escasa actividad en los paneles del aeropuerto.
Escasa actividad en los paneles del aeropuerto. / Antonio Pizarro

Con el cambio de modelo de crecimiento ya encaminado, el Aeropuerto de Sevilla cerró en 2017 el mejor ejercicio de su historia, al superar por primera vez los cinco millones de pasajeros. Sólo en ese año, las compañías aéreas estrenaron en el aeropuerto más de 20 rutas nuevas, permitiendo la apertura de mercados con los que hasta entonces no tenía conexiones, como es el caso de Polonia. Esta positiva tendencia se mantuvo durante 2018, cuando el Aeropuerto de Sevilla marcó su segundo récord anual consecutivo de pasajeros, al superar los 6 millones de usuarios y crecer casi un 25%. En 2019, volvió a batir todos sus registros y sobrepasó los 7,5 millones de pasajeros (+18,2%).

Otra de las fortalezas de Sevilla es su gran área de influencia, lo que le permite funcionar como un aeropuerto hub y retomar muchas conexiones nacionales, con las islas y el norte de África cuando la situación cambie. En los últimos tres años es el que más ha crecido en su tamaño en Europa y ése es un mensaje que ha calado bien.

Aerolíneas a las que tampoco se está descuidando, pues una estrategia clave es fidelizarlas incluso durante la pandemia, para que sigan invirtiendo. Y la mejor prueba es que Ryanair ha seguido con uno de sus proyectos en Sevilla, la construcción de un segundo hangar que ha supuesto una inversión de 10 millones de euros, ha creado 200 empleos y que estará terminado antes de que acabe el año, según sus previsiones.

Aena también ha adoptado medidas de apoyo a estas compañías, como la entrada en vigor el pasado julio de una rebaja en las tarifas de aterrizaje, que se mantendrá hasta finales de marzo de 2021, o de incentivos comerciales a los arrendamientos de instalaciones. Todo esto al margen de la implantación de 40 medidas anticovid que afectan a todos los procesos aeroportuarios: desde la facturación hasta el tránsito por el filtro de seguridad, control de pasaportes, embarque y desembarque o la recogida de equipajes.

Buses privados para mejorar la conexión con la ciudad

El Plan 8 para reactivar el turismo en Sevilla contempla un capítulo para la conectividad de la ciudad en el que se pone de manifiesto la necesidad de una conexión ferroviaria que una Santa Justa con San Pablo, una infraestructura pendiente que ningún gobierno ha sido capaz de abordar y que deja realmente coja la transformación del aeropuerto. Al margen de ello, se fijan también como prioridades otras conexiones terrestres. Y se acuerda la puesta en marcha de un servicio privado de autobús para el transporte regular de pasajeros que mejore la conectividad del aeropuerto con la ciudad y fortalezca también la conexión con otras provincias del entorno. En este sentido, también se anota la oportunidad de llegar a un acuerdo con Movelia, plataforma integrada por una veintena de operadores de transporte que representan a más de 70 empresas. E incluso se sugiere la ampliación del carri bici hasta el aeródromo, en un intento por fomentar la movilidad sostenible. Los distintos expertos que han participado en la elaboración de esta hoja de ruta del turismo sevillano, entre ellos el propio aeropuerto, coincidieron en la necesitad de reprogramar encuentros bilaterales con compañías aéreas pero también ferroviarias para favorecer los flujos de Sevilla con destinos estratégicos.

El objetivo ahora no es sólo no perder conexiones, sino también aumentarlas. En este sentido, el Aeropuerto de Sevilla ya tenía en marcha otro plan en vigor, una estrategia de marketing aeroportuario con casos de negocio para identificar rutas con potencial y captar la atención de las aerolínea. El foco ya estaba puesto desde 2019 en las rutas con los países nórdicos y Europa del Este, ya que eran zonas con las que apenas Sevilla tenía conexiones y había una demanda latente muy importante. Fue una gran noticia que SAS, una aerolínea de primer nivel, estrenase en febrero de 2020 una ruta con Estocolmo, aunque la pandemia hizo que dejase de operar al poco tiempo. Lo mismo ocurrió con Bucarest por parte de Wizzair, otra de las que se estrenaron el año del Covid.

Quizás otros destinos de larga distancia con Asia o EEUU tendrán que esperar a la recuperación económica, retrasando así el trabajo avanzado notablemente en los últimos dos años. Lo que no esperará será la ampliación de la terminal, la mayor transformación del aeropuerto en 30 años.

Si bien las obras se pararon durante el estado de alarma, en la desescalada se retomaron con doble turno de trabajo y la actividad es continua para que el nuevo aeródromo luzca a primeros de 2022 quizás con un nombre distinto, pues hay una propuesta ciudadana apoyada ya por instituciones públicas para que el aeropuerto lleve el nombre de un sevillano universal, Diego Velázquez.

Información sobre Covid en las salas del aeropuerto.
Información sobre Covid en las salas del aeropuerto. / Antonio Pizarro

La renovada terminal 4.0 que un destino como Sevilla merece

Las obras arrancaron en mayo de 2019 y, si no surgen nuevos impedimentos, concluirán a primeros de 2022. Aena destinará en total 61,6 millones de euros al plan de reforma previsto en el Aeropuerto de Sevilla y que se concentra en el edificio terminal, la pista de vuelo y la central eléctrica. Dicha apuesta por modernizar la infraestructura se desarrollará sobre dos objetivos básicos: ofrecer al pasajero la mejor experiencia posible y cumplir con los requisitos derivados de la nueva forma de operar de las aerolíneas, a las que se le hace un gran guiño para atraer a nuevas y fidelizar las ya existentes.

La reforma y ampliación del terminal contempla un incremento del 42% en la superficie útil del edificio, así como una redistribución de espacios y dotación de medios que permitirá agilizar desde la facturación hasta el filtro de pasajeros, embarque y desembarque, control de pasaportes o recogida de equipajes.

El proyecto, al que se destinarán más de 26 millones de euros, dotará al edificio terminal de capacidad para atender a 10 millones de pasajeros anuales y contempla el desarrollo de un área destinado a tráfico internacional.

El edificio terminal se ampliará hacia el norte y hacia el sur. La parte más avanzada de la ampliación es la de la zona norte (destinada a atender el tráfico internacional), donde el pasado noviembre ya se puso en servicio la parte de llegadas internacionales no Schengen.

En la zona sur, ya se ha levantado la estructura, se han colocado pasarelas de preembarque que unirán la fachada del terminal con el finger por el que los pasajeros accederán al avión, y se empezará con el techado en breve. El pasado octubre arrancaron los trabajos para ensamblar la fachada del terminal actual con la nueva zona sur, lo que permitirá incorporar al edificio de Moneo una superficie de 7.000 metros cuadrados.

La conexión de ambas construcciones requirió la demolición de parte de la fachada actual, de la plaza comercial que había en salidas y del control de pasaportes de llegadas, entre otras instalaciones.

Previamente al inicio de la obra del terminal se acometieron varias actuaciones para liberar espacios y optimizar capacidad operativa. Entre ellas, la ampliación del filtro de pasajeros, un nuevo Centro de Coordinación Aeroportuaria (CECOA), una nueva oficina de meteorología o una nueva terminal de aviación ejecutiva. En cuanto a la pista, el recrecido finalizó en febrero de 2020, tras acometer un complejo proyecto de ingeniería equivalente a la ejecución de una pista de vuelo nueva.

La transformación se ha estado pensando durante dos años, atendiendo a la infraestructura y a las nuevas necesidades que surgirían entre las compañías aéreas y los pasajeros. Hay una firme apuesta por la implantación de soluciones tecnológicas que favorecen la automatización de procesos operativos y la digitalización. Esto permitirá ofrecer escalas cada vez más eficientes para las aerolíneas o servicios tremendamente segmentados para los pasajeros, acordes con su perfil. Un aeropuerto 4.0 que Sevilla merece.

stats