El nuevo Villamarín contará con una gran plaza junto a la avenida de la Palmera
Urbanismo
El Ayuntamiento estudia que los 3.000 metros cuadrados de uso dotacional se segmenten en varias parcelas por el distrito
El edificio comercial del nuevo Benito Villamarín tendrá una altura máxima de 47 metros
Nuevos detalles del futuro Benito Villamarín. La retirada del vallado exterior de la grada de Fondo permitirá ganar una amplia plaza pública colindando con la avenida de la Palmera. Unos 2.500 metros cuadrados en los que se ubicará la entrada al museo y algunos restaurantes. El proyecto del futuro estadio contempla un auditorio para 400 personas. Desde el Real Betis insisten en que los usos del edificio anexo estarán relacionados principalmente con la salud y el deporte, y contará con un hotel de lujo. La idea es un estadio del siglo XXI que sea utilizado los 365 días del año.
Estas son algunas de las principales novedades dadas a conocer ayer en un desayuno informativo celebrado en el antepalco del estado y en el que participaron los consejeros Ozgur Unay y Federico Martínez, y el project manager, Javier Doña. Desde el club heliopolitano apuntaron que las alegaciones presentadas por las diversas entidades vecinales “estaban escritas antes de las reuniones que venimos manteniendo con ellas”. El Ayuntamiento se ha mostrado partidario de estudiar que los 3.000 metros cuadrados de equipamiento público con los que el club tendría que compensar a la ciudad se ejecuten en varias parcelas o suelo público distribuidos por todo el distrito.
Uno de los temas que más preocupan a los vecinos es la Movilidad. El estadio contará con otras 400 plazas de aparcamiento subterráneo, por lo que la capacidad quedará en torno a las 800. “No hacemos un parking para que los aficionados acudan al estadio en sus vehículos, queremos apostar por el transporte público. El aparcamiento está pensado para dar servicio a los usuarios del edificio anexo”. El club entiende que la calle Doctor Fleming terminará siendo peatonal.
En este sentido, se especificó que se trabaja junto al Ayuntamiento para utilizar bolsas de aparcamientos en otros lugares de la ciudad (como la Feria) y que sea el servicio público de transporte el que traslade a los aficionados, mientras que las botellonas se pretenden paliar con los negocios de restauración que tendrá la propia instalación.
La ordenación dará lugar a un complejo edificatorio híbrido de calidad que dotará de servicios a una nueva oferta para los ciudadanos, el turismo y las empresas, capaz de acoger encuentros y eventos internacionales de primer nivel, “que van a potenciar la imagen de Sevilla, y de Andalucía”. Además, aseguran que el modelo de estadio será un destino turístico, un polo de atracción tanto del turismo cultural y de ocio, como del turismo de congresos, que proporcionarán una mayor actividad económica a la restauración, la industria hotelera, el comercio y a las empresas turísticas y de ocio de la ciudad.
El Real Betis confía en que los plazos administrativos se cumplan para trasladarse al estadio de La Cartuja en enero de 2025 para iniciar las obras del Benito Villamarín, al que se regresará en ese mismo mes de 2027, tras dos años de obras y un presupuesto de construcción que superará en algo los cien millones de euros. Esta remodelación de La Cartuja será incluso beneficiosa para el club, según se destacó en la presentación, al quedarse un estadio con mayor capacidad con los que el club ganará unos diez mil abonados.
El proyecto básico del Villamarín pretende estar redactado en junio. El proceso se encuentra ahora en plazo de alegaciones de vecinos ante la Gerencia de Urbanismo para ajustar las obras al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad. En unas semanas se conocerá el informe medioambiental de la Junta de Andalucía.
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