España prohibió el amianto 26 años después de la advertencia científica
Primera jornada del juicio
Uralita defiende ante el juez que cumplió en Sevilla la legislación sobre el uso de amianto. Los ex trabajadores testifican que la salubridad e higiene laboral en la fábrica eran "precarias".
La evidencia científica mundial determinó en 1976 que todas las fibras de amianto, como las que se respiraban en la fábrica de Uralita de Sevilla, podían provocar cáncer (mesotelioma y carcinoma de pulmón) y que lo más recomendable era prohibir cualquier exposición a esta sustancia para librarse de sus efectos. Así lo estableció la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), explica el catedrático Alfredo Menéndez Navarro, experto nacional en el tema.
En España, sin embargo, se tardó 26 años en aprobar la legislación que prohibió el uso del amianto. No fue hasta 2002, y ya no le sirvió de nada a la fábrica de Sevilla, cerrada sin actividad desde 1998.
Este abismo entre las conclusiones científicas y su tardía traducción en una legislación adecuada a la realidad es una de las causas que explica los miles de casos de afectados por el amianto en España y en el mundo, y las muertes que no cesan. En la fecha en la que la ciencia vinculó el cáncer con el amianto, la fábrica de Uralita de Sevilla llevaba casi 40 años funcionando en el barrio de Bellavista sin ningún tipo de medida de seguridad laboral. Sus empleados contaban ayer que el polvo de amianto que se respiraba al cortar los tubos estaba por todos sitios, e incluso llegó a las camas del colegio de las monjas de Santa María, que llegaron a la empresa con las quejas.
En el primer juicio colectivo que se celebra en Sevilla contra la empresa por daños y perjuicios a 25 trabajadores, el jefe de calidad de Uralita defendió este lunes ante el juez que la compañía "siempre cumplió con la legislación vigente en materia de amianto" e incluso "adoptó voluntariamente diversas medidas de prevención en 1977, cinco años antes de que entrara en vigor la Ley española de 1982 [sobre las condiciones en que deben realizarse los trabajos en que se manipula el amianto] y seis años antes de que aparecieran las recomendaciones al respecto de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) y la CEE (actual UE)". Se refiere a las recomendaciones en 1983 de prácticas sobre la seguridad en el uso del amianto.
El directivo resaltó que "desde mucho antes de la implantación de la normativa específica, se realizaron inversiones en materia de seguridad e higiene" y creó una comisión interna de seguimiento de esa problemática, la Comisión Nacional del Amianto de Uralita, "precursora de la que luego se creó por la Administración, recibiendo felicitaciones por parte de esta última en relación con sus servicios de prevención y control, como servicios médicos o equipos de medición, entre otros servicios".
El directivo omitió que en los casi 40 años anteriores no hubo medidas preventivas de ningún tipo en Sevilla porque, sencillamente, no había legislación. Fue el comité de empresa de Uralita, de CCOO, quien el 16 de marzo de 1977 expuso a la plantilla y a la opinión pública esos riesgos que ya citaban los científicos un año antes y reclamó la empresa medidas urgentes de prevención laboral. Gracias a esta presión llegaron las primeras mascarillas y otras medidas de seguridad. El comité confiesa que fue difícil convencer a los propios compañeros de los riesgos del amianto.
La versión de los ex trabajadores que testificaron este lunes en el juicio fue diferente a la de la empresa, al asegurar que las condiciones de salubridad e higiene en el trabajo eran "precarias", según explicó a este periódico la abogada de la asociación Avida Andalucía, María José González. También declararon médicos de los hospitales de Valme y Virgen del Rocío que los tratan y los peritos de los trabajadores
El presidente de esta asociación, Antonio Delgado, confió este lunes en que el juzgado acepte las patologías que se han presentado de estos primeros 25 casos (mesoteliomas -cáncer-, asbestosis, placas pleurales, en su mayor parte), realizadas por la perito de los atentados del 11-M, ya que en Getafe se han aceptado.
Delgado también desea que el juicio sirva "para marcar el camino de una legislación específica que desarrolle con rigor médico las patologías que provoca el amianto" y para que se cree un fondo de indemnización para los afectados.
Desde 2007 están emergiendo más casos de afectados por amianto en toda España porque las enfermedades causadas por respirar polvo de amianto pueden dar la cara varias décadas después. En Sevilla, trabajaron en Uralita más de mil empleados.
Este lunes acudieron en apoyo solidario trabajadores de fábricas de Uralita de Valladolid, Getafe (Madrid) y Valencia, así como de asociaciones de víctimas de amianto de Galicia, Murcia e Italia. Este martes concluye el juicio con las declaraciones de los peritos y testigos de la empresa en el Juzgado de lo Social 5 de la Buhaira.
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