Espadas podría preparar la candidatura a la Alcaldía como delegado del Gobierno

Un cargo eminentemente institucional como plataforma perfecta para dar a conocer al más que previsible candidato socialista a la Alcaldía de Sevilla. Juan Espadas, que acaba de abandonar el Ejecutivo autonómico como consejero de Vivienda, se perfila como nuevo delegado del Gobierno en Andalucía a partir de este viernes, cuando se celebrará el Consejo de Ministros del que todo apunta que saldrá el real decreto con su nombramiento. El PSOE arrancaría la fase de proyección de su aspirante al principal sillón de la Plaza Nueva desde un cargo que se considera idóneo para fabricar a un candidato, tan desconocido como carente de aristas. Entre sus primeras responsabilidades en el cargo -con despacho y vivienda oficial en la Plaza de España- figurarían ni más ni menos que las de ostentar la máxima representación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en las fiestas mayores de la ciudad: la Semana Santa y la Feria de Abril. El aumento de la notoriedad, una característica tan cotizada por un candidato en cualquier proceso electoral, estaría más que garantizado. Contar con una plataforma desde la que darse a conocer es absolutamente clave para Espadas, pues su índice de popularidad es bajo y tendría que luchar por el bastón de alcalde desde fuera del Ayuntamiento.

Espadas compartiría así currículum político con el candidato del PP a la Alcaldía hispalense y actual líder de la oposición. Juan Ignacio Zoido tenía un perfil técnico (magistrado y director general de Relaciones con la Justicia) antes de desembarcar en puestos de marcado carácter institucional como delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha y en Andalucía. Cuando se produjo la debacle electoral del PP en la generales de 2004, Zoido fue propuesto por Arenas como secretario general del PP en Andalucía.

El cargo de delegado del Gobierno en Andalucía, cuyas funciones se desarrollan en más de un 90% en Sevilla, concede acceso directo a todos los actos oficiales (visita de los Reyes, jefes de Estado, ministros, etcétera) y a innumerables citas sociales. Espadas, que sustituiría en el puesto a Juan José López Garzón, ganaría en proyección pública de cara a su designación como candidato socialista a la Alcaldía en el mes de junio. También en esta fecha coincidiría con la experiencia vivida por el propio Zoido hace tres años, cuya identidad como candidato fue desvelada una tarde de Jueves de Corpus por medio de un teletipo de agencias que citaba fuentes del PP sin mayor precisión y que apartaba de la carrera municipal al entonces portavoz del partido de la gaviota en el Ayuntamiento, Jaime Raynaud, repescado por Arenas para la actividad política como diputado autonómico por Sevilla y miembro de la ejecutiva regional del PP.

Espadas tendría exactamente el mismo tiempo que Zoido -nueve meses- para darse a conocer entre el electorado sevillano. Un tiempo que se considera más que suficiente si se tienen en cuenta otros factores: el peso tradicional de un partido como el PSOE en Sevilla y la capacidad de movilización del electorado socialista.

Las últimas encuestas del propio partido son demoledoras para con los intereses electorales de los socialistas en la capital de Andalucía. En el último sondeo interno se refleja que 20 de cada 100 encuestados califican con un cero la figura del actual alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín. Entre las conclusiones que obligan a buscar un recambio y dar un vuelco a la estrategia se encuentra la de una marca electoral (la del PSOE) que se ha resentido como nunca antes se había conocido en uno de sus fortines electorales: la ciudad de Sevilla.