Espadas prepara su segundo gobierno municipal en solitario
Política municipal
Sólo una directriz dada desde la dirección del PSOE para dar cabida a Cs podría alterar lo planes del socialista, que confía en que tiene la autonomía suficiente para conformar su equipo
Absolutamente convencido. El socialista Juan Espadas tiene claro que debe gobernar en solitario, sin prescindir del talante dialogante y el consenso que ha marcado ya su primer mandato, pero sin más compañeros de viaje que los de su propio partido. Doce más uno. El socialista cree que es suficiente para dar continuidad a su proyecto con holgura. Y prefiere escapar de las ataduras que puede suponer dar cabida en el gobierno municipal a otra fuerza.
Los posibles socios de gobierno podrían ser dos: Ciudadanos y Adelante Sevilla. Ambos cuentan con cuatro concejales y tres más le darían la mayoría absoluta al PSOE. Pero los dos tienen sus pegas para Espadas, que no quiere hipotecas. Y menos ahora que parte con más ventaja que hace cuatro años, cuando gobernó con dos concejales.
El todavía alcalde en funciones no necesita apoyos extras para su investidura, pues sólo podría evitar que cogiera la vara de mando el 15 de junio una alianza del resto de fuerzas políticas, las cuatro juntas, algo que se presume difícil. Si bien no ha trascendido aún cuál será el voto el próximo sábado de cada uno de los grupos, es probable que se abstengan, sería la postura más neutra ante la imposibilidad de lograr otra opción, o que decidan votar a su propio candidato, lo que se entendería como un rechazo, una manera de protestar ante la actitud de Espadas de evitar cualquier alianza. Y es la respuesta por la que apuesta Podemos.
¿Va el alcalde de sobrado? No es que le sobren, pero tampoco le faltan votos para emprender un nuevo mandato en solitario y repetir, como lo está haciendo estas últimas semanas, una tesis: si el PSOE lo hizo con once y gobernó como si tuviera mayoría absoluta, con trece... Hace un semana hubo un encuentro protocolario y cordial entre los candidatos. Luego, nada más.
Álvaro Pimentel
Ha llegado el último a la escena municipal, liderando un grupo renovado y novato en gestión municipal. Con un concejal más ha pasado a ser la cuarta fuerza. Pimentel parece dispuesto a participar de lleno en todos los actos.
Ciudadanos cuenta este mandato con cuatro concejales electos, un grupo totalmente renovado, todos se estrenan. Espadas sí mantenía una buena sintonía, en la formas y en el fondo, con el anterior portavoz del grupo naranja, Javier Millán, que no la tiene, al menos de momento, con quien lo ha relevado, Álvaro Pimentel. Además, ninguno de estos ediles, que proceden como muchos en Ciudadanos de la sociedad civil, tiene experiencia demostrada en gestión política por lo que entregarle cualquier delegación o competencias municipales se presupone una tarea poco asumible por éstos.
De cualquir manera, esa capacidad es algo que tendrá que verse en los próximos meses, cuando los grupos echen a rodar. Lo que sí está mostrando ya en estos últimos días Pimentel es una gran querencia hacia la representación institucional y los actos sociales. Basta con echar un ojo a las redes para comprobar que en la última semana se ha retratado en cuatro eventos, varias salidas de hermandades rocieras que acompañado, vara en mano.
Y, algo más: en el entorno socialista hay quienes apuntan también el temor de que un pacto con Ciudadanos acabase derechizando mucho al equipo de gobierno.
Los contras de Adelante Sevilla son otros. Tres de los cuatro concejales que forman el nuevo grupo repiten mandato. Es el caso de la cabeza de lista, Susana Serrano (Podemos, antes Participa Sevilla) y los dos ediles de Izquierda Unida: Daniel González Rojas y Eva Oliva. Éstos llevan un mínimo de cuatro años de rodaje y comparten ideas de izquierdas y programa con el PSOE. Sólo es nueva Sandra Heredia.
Otra opción sería un posible pacto de izquierdas, al estilo de los de Alfredo Sánchez Monteseirín con IU, primero con Paula Garvín y luego con Antonio Rodrigo Torrijos. Pero los socialistas también ven inconvenientes a esta alianza y éstos tienen que ver con el perfil de las personas que forman parte de esta coalición de izquierdas. Al equipo de Espadas le resulta mucho más difícil el entendimiento con Susana Serrano que con Daniel González Rojas, el número dos de la lista de Adelante Sevilla y portavoz de IU en el mandato pasado. Es algo que han podido comprobar en el anterior mandato, donde el encontronazo ha surgido en numerosas ocasiones en el seno de los consejos de administración de las empresas municipales. Pero no sólo se trata de personas, también de partidos y en los círculos próximos a Espadas el peso de los comunistas, el compromiso y lealtad como partido de IU no soporta comparaciones con las nuevas realidades que se reúnen en torno a Podemos.
Susana Serrano
La número 1 de Adelante Sevilla pertenece a Podemos y, junto a otra compañera de partido, compartirá grupo con los dos ediles de IU. La confluencia les ha restado fuerza y ahora tendrán que repensar su futuro y también escenificar mejor su coalición.
Esa izquierda quizás ha confiado en la posiblidad de un gobierno de coalición que, probablemente, se hubiera formado si la derecha hubiera sumado votos para poder montar un tripartito similar al que gobierna la Junta de Andalucía. Pero, dado los resultados del 26-M, Espadas no lo ha perseguido en ningún momento. El compromiso anunciado públicamente por Adelante Sevilla, no obstante, ha sido el de vigilar y tratar de evitar la excesiva derechización del gobierno municipal, en principio, tendiendo la mano al diálogo y la búsqueda de acuerdos con el PSOE.
En los días que han transcurrido desde la noche electoral, la número 1 y el 2 de la lista de izquierdas han seguido con sus agendas de denuncia social, eso sí, cada uno por su lado. Es cierto que todavía ejercen como concejales en funciones de dos grupos distintos, Participa Sevilla e Izquierda Unida, pero la existencia de dos equipos, con poca cohesión, se hizo ya patente en la campaña. Quizás la nueva confluencia requiere su tiempo.
Beltrán Pérez
El popular está rediseñando su estrategia, una vez que ha confirmado que, después de 16 años de concejal, seguirá en la oposición preparando su salto a la Alcaldía para 2023. Prácticamente retirado desde la noche electoral, ha recibido el respaldo de su partido.
Oposición constructiva. Suena a frase hecha, políticamente correcta. Y, desde el primer momento, todos los partidos se han sumado a ella. Ése fue el mensaje del día después de las elecciones. Beltrán Pérez, el candidato del PP, prácticamente no ha aparecido en público desde la noche electoral, a excepción del día de San Fernando, en la entrega de las medallas de la ciudad. El líder de la oposición prepara su estrategia, convencido de que el fallo no está en su candidatura ni en su trabajo y lamentando que con menos porcentaje de votos pueda haber alcaldes del PP en grandes capitales. Pérez no duda de su mérito ni de su capacidad para sobreponerse a la situación y remontar en los próximos cuatro años.
El foco en la investidura y en los días sucesivos estará puesto en Vox, el nuevo partido que ha irrumpido en el escenario municipal con dos concejales. De entrada, Cristina Peláez, quien encabeza la lista, ha agradecido la cordialidad del encuentro que ha celebrado ya con Espadas y se ha mostrado “dispuesta a ponerse a trabajar”. De esa necesidad están todos convencidos.
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