Espadas admite la necesidad de hacer cambios en la estructura de Lipasam

El alcalde acuerda la creación de un grupo de trabajo para estudiar cómo mejorar el modelo implantado por el PP.

Los trabajadores alertan de la pérdida de 180 efectivos en los últimos años.

Dos trabajadores de Lipasam en plena faena en la calle Adriano.
Dos trabajadores de Lipasam en plena faena en la calle Adriano. / Belén Vargas
C. Díaz

26 de septiembre 2017 - 14:38

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, niega un "problema general" de suciedad en la ciudad pero admite la necesidad de "revisar" el modelo actual de la sociedad municipal de Limpieza Pública y Protección Ambiental (Lipasam) y llevar a cabo "los cambios que sean necesarios". Así lo manifestó este martes tras la reunión mantenida con el comité de empresa de la sociedad municipal sobre la efectividad de este servicio.

Esta reunión se ha celebrado después de que Antonio Bazo, portavoz del comité de empresa de Lipasam, admitiese "la falta de limpieza" que sufren numerosas calles de la ciudad, hecho que los trabajadores de la sociedad municipal atribuyen a la amortización de plazas en las plantilla, la "herencia" del anterior gobierno local del PP, liderado por el actual ministro del Juan Ignacio Zoido, y a que el actual gabinete socialista no habría "movido ficha" aún para solucionar la situación.

Durante la reunión quedó de nuevo de relieve el problema que sufre Lipasam en materia de efectivos. No es la primera vez que Antonio Bazo, de CCOO, alerta de la pérdida de unos 180 trabajadores en los últimos años, como consecuencia de la política de restricciones impuesta por el Gobierno central. En este sentido, Espadas reconoció que la empresa municipal de limpieza "debería" contar con más personal, pero alegó que las limitaciones legislativas dictadas desde el Gobierno de Mariano Rajoy en materia de recursos humanos "no permiten" realizan nuevas incorporaciones. El gobierno local, sin embargo, sí se comprometió a hacer "todo lo posible" para buscar alguna alternativa y contratar efectivos dentro de la legalidad.

Según el comité de empresa, la mayoría de los puestos amortizados pertenecen al servicio de limpieza viaria, que se rige por un sistema que no satisface a los propios trabajadores. El actual sistema de limpieza viaria de Lipasam fue implantado por el PP en 2014. Según Baza, este modelo estaba pensado para "una empresa con un mayor volumen de trabajadores" y no para la plantilla real. El comité de empresa critica la "herencia" del gobierno anterior pero también la pasividad de los socialistas, que no habrían tomado cartas en el asunto aún.

Espadas negó que la ciudad esté más sucia que antes, como se le acusa, aunque reconoció "problemas puntuales en determinados barrios". No obstante, admitió la necesidad "de revisar la estructura del personal" de Lipasam para "agotar al máximo las posibilidades" de la sociedad municipal a la hora de desplegar los efectivos en los diferentes turnos y zonas. "No vamos a renunciar a modificar el sistema de trabajo que implantó el PP", afirmó Espadas, quien aseguró que se harán "los cambios que sean necesarios en la organización del servicio de limpieza viaria".

Para llevar a cabo esta reestructuración y poder "definir las zonas diana de actuación", el Ayuntamiento de Sevilla acordó crear un grupo de trabajo para estudiar cómo mejorar el modelo actual, ya que, según Espadas, queda descartada la idea de "dar un cambio de cero a cien de la noche a la mañana sin saber a dónde nos lleva". Este equipo de técnicos celebrará reuniones semanales y en él estará presente el alcalde, aunque serán "los propios trabajadores" de Lipasam los que "piloten" la dinámica de este trabajo.

Una de las propuestas del comité de empresa es que el servicio de limpieza mantenga tres turnos los 365 días del año en el casco histórico por su papel en el sector del turismo y la imagen de la ciudad, y se reduzcan los barridos en los barrios periféricos, siendo los que se realicen más intensos y amplios, para que sean más efectivos.

El Ayuntamiento de Sevilla asegura que ninguno de sus estudios internos y externos indican que la ciudad esté más sucia que antes. Sin embargo, varios informes sí señalan la limpieza como uno de los principales problemas de la capital hispalense para los ciudadanos. En el caso del último Barómetro Socioeconómico que elabora el Centro Andaluz de Prospectiva y la Cámara de Comercio de Sevilla, publicado en julio, la limpieza es el principal problema de la ciudad para más del 16% de los vecinos, sólo superado por el paro (40%).

A finales de agosto, el primer barómetro realizado por el Observatorio de Servicios Urbanos (OSUR), a través de una encuesta efectuada por Ipsos basada en 442 sevillanos, cinco de cada diez sevillanos califican como insuficiente la gestión municipal sobre la limpieza de las calles. Los encuestados se mostraban especialmente crítico en el caso de los excrementos de las mascotas.

"Una ciudad no sólo está más limpia cuanto más servicios de limpieza se acometen sino también cuando se ensucia menos", señaló Espadas entonces, que apuesta por "más campañas de concienciación y más implicación social" en "aquellos lugares que cuentan con una mayor frecuencia de limpieza pero que siguen sin estar suficientemente limpios".

La plantilla municipal teme más retrasos en Parques y Jardines

El presidente del comité de empresa del Ayuntamiento de Sevilla, Manuel Loza, se mostró "muy sorprendido" por la forma en la que se ha producido el cese de la jefa de servicios de Parques y Jardines, Teresa Ojeda, y teme que esto conlleve un "nuevo retraso" en el cumplimiento de los compromisos adquiridos en este área con la plantilla por parte del alcalde, Juan Espadas, y del delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz.

Loza indicó que el nuevo jefe del servicio tendrá que actualizar su conocimientos y hacerse con la situación, lo que supondrá "un nuevo retroceso" a unos planes comprometidos que "no se han puesto aún en marcha". Recordó que en la sede de Parques y Jardines, ubicada en el Pabellón de Marruecos, se han centrado en sacar adelante el macrocontrato de zonas verdes, pero "cuando ha vuelto Ojeda de las vacaciones le comunican el cese". Al retraso del macrocontrato, se suma la complicada situación del arbolado, con la caída de ramas, y lamenta la falta de planes de saneamiento, algo ante lo que ahora el Ayuntamiento "ha utilizado el camino más corto y se va a gastar más dinero en empresas privadas en vez de en nuestros trabajadores". La destitución de Ojeda, que ha sido trasladada a otro servicio municipal, fue abordada en la Junta de Gobierno del Consistorio hispalense del viernes.

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