Espadas admite que el PSOE debe "renovarse" en Andalucía, pero en su momento

El alcalde de Sevilla: "Es un momento ilusionante"

Juan Espadas charla con una de las nuevas policías que se incorpora a Sevilla.
Juan Espadas charla con una de las nuevas policías que se incorpora a Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

"No voy a contribuir a precipitar el proceso ni a acelerarlo, el momento llegará cuando llegue y todos los compañeros darán el paso o no en función de las circunstancias y de lo que opine la militancia". El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, se ha pronunciado este lunes sobre su posible candidatura a la Presidencia de la Junta. Aunque no lo ha confirmado, sí ha afirmado que los socialistas andaluces tienen un "reto importante" por delante: "intentar volver a ilusionar, volver a convencer y conseguirlo sobre las políticas que está construyendo el Gobierno de España para la recuperación económica y social sin dejar a nadie atrás".

Juan Espadas nunca ha sido un alcalde que haya destacado por sus titulares. Más bien todo lo contrario. Suele mantener un discurso aburrido, en ocasiones muy técnico, con el que el regidor acostumbra a sortear mejor que bien las preguntas comprometidas de la prensa. No lo hace mucho, pero quizás por eso, cuando mete la pata llama más la atención que otros. "Me tendrá que llamar la OMS para convencerme de que no haya Semana Santa" es uno de los pocos ejemplos de sus frases desafortunadas. Nada grave, en cualquier caso.

Por eso, todos los periodistas que acudieron este lunes a la convocatoria en la que estaba anunciado el alcalde (la toma de posesión de 22 nuevos policías locales) sabían que le iban a sacar bastante poco sobre su posible candidatura a las elecciones andaluzas después de su reunión en Ferraz con Pedro Sánchez para ello. Y eso que lo intentaron, insistieron una y otra vez hasta sacarle la sonrisa al delegado de Gobernación, Juan Carlos Cabrera, un paso por detrás de Espadas en su comparecencia ante los medios, al que las arrugas de los ojos delataban tras la mascarilla.

Pero Espadas se defendió como el mejor Koundé y todo lo más que se le pudo extraer fue que en Andalucía el proceso que debe sufrir el PSOE es de "renovación". "No puede ser de otra forma porque estamos en la oposición y viendo el avance sin ningún pudor de la extrema derecha, a la que el PP le abre la puerta sin ambages", se apresuró a decir Espadas, como si no quisiera molestar con esa palabra, renovación, a la secretaria general del partido en Andalucía, Susana Díaz.

Ferraz está decidido a presentar a Espadas como candidato a la Junta, deberá ser en unas elecciones primarias, porque Susana Díaz también quiere serlo. El acuerdo se cerró el pasado 5 de marzo en una reunión en la sede socialista de Madrid, en un almuerzo con los números dos y tres del partido, José Luis Ábalos Santos Cerdán, respectivamente, al que se sumó Pedro Sánchez.

Qué lejos queda aquel 15 de febrero de 2019, cuando Sánchez, Díaz y Espadas compartieron escenario en el Hotel Barceló para la presentación de este último como candidato a la reelección como alcalde de Sevilla. Por entonces se podían dar abrazos. Sánchez, que acababa de convocar elecciones generales al no tener presupuestos, repartió muchos aquel día. Díaz tampoco se cortó y tiró de su estilo propio para presentar al candidato: "Es nuestro Juan, un alcalde buena gente".

Dos años y un mes después, aquel alcalde se ha reunido en Madrid con el que repartía abrazos para quitar de su puesto a la que lo calificaba de "buena gente". La política no deja de ser como la vida misma. "Alcalde, ¿puede usted confirmar que va a dar este paso? Ahora que sabemos todo lo que ha pasado estos días sobre su reunión...", comenzó una informadora. "Todo seguro que no", le espetó el regidor, para inmediatamente tirar de un discurso preparado con el que toreó dignamente.

"Estamos viviendo un momento convulso en la política nacional. Los ciudadanos están atónitos porque en un momento en el que la prioridad debe ser salir de la pandemia y la recuperación económica, estemos en un proceso bastante conflictivo en distintos puntos del territorio nacional. Mi primer objetivo es no contribuir al desasosiego ni a la falta de rigor que se están viendo en algunas decisiones del ámbito político", inició el regidor.

Y de ahí pasó a lo "ilusionante" e "interesante que será el proceso de "renovación" en el PSOE. "Tenemos el reto de volver a ilusionar, volver a convencer y conseguir hacerlo además sobre las políticas con las que el Gobierno de España está tratando de no dejar a nadie atrás y que la pandemia no lastre los proyectos de futuro de todo el territorio". Y sí, admitió que los socialistas deben renovar su discurso en Andalucía, pero han de respetar los plazos.

"El proceso no se ha abierto. Por tanto, no me van a escuchar ninguna cuestión ni especulación ni planteamiento personal alguno porque el proceso no se ha abierto aún. Si no somos respetuosos con nuestras propias del juego, ¿cómo le vamos a pedir a los ciudadanos su confianza? Si además algunos tenemos responsabilidad institucional, como yo, comprenderéis que no sólo hoy, ni en los próximos días, va a haber informaciones sobre cuestiones que tienen que ver con un proceso interno, en el que los militantes andaluces son los que tienen que tomar la decisión. Y de ahí no me voy a mover".

Y no se movió, por mucho que le insistieran. "Entiéndame, yo respeto su trabajo, pero comprendan ustedes el mío", terminó su intervención el alcalde, que se marchó a presidir la toma de posesión de los policías locales. La mascarilla, negra con el NO8DO bordado en un lateral, sin duda le ayudó a pasar mejor el trago. O al menos a que la expresión de la cara no delatara lo contrario de lo que decía.

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