Emvisesa admite un parón "drástico" de su actividad y descarta nuevas obras

Emvisesa no oculta en sus comunicaciones internas que se enfrenta a un periodo marcado por un "drástico" descenso en su actividad. La empresa admite que no tiene en proyecto la construcción de nuevas promociones de viviendas y que por lo tanto se dedicará exclusivamente a terminar las que todavía se encuentran en fase de ejecución, la última de las cuales estará lista en diciembre de este mismo año. A partir de enero no hay programada ninguna obra nueva. También habrá un parón en cuanto a los planes especiales para intervenir en zonas degradadas de la ciudad. Estas decisiones se comunican en la carta de despido entregada a un directivo de la sociedad municipal, de tal forma que la extinción del contrato sea considerado como un despido por causas objetivas.

La misma empresa califica de "preocupante" que no se haya comenzado la construcción de ninguna nueva vivienda a lo largo de 2013, lo que justifica en el contexto de crisis económica y financiera que se ceba especialmente con el sector de la construcción. En la misiva se precisa el caso concreto que ha sufrido la propia sociedad al no encontrar financiación bancaria para una "pequeña" promoción de 16 viviendas, lo que supone la "imposibilidad" de la empresa para realizar su actividad "en términos de normalidad". Por este motivo, la sociedad municipal admite que la "única actividad" en materia de promoción de nuevas obras se circunscribe a aquellas que están en ejecución y que tienen ya una fecha de terminación, "sin que las mismas vayan a ser sustituidas con nuevas obras promovidas por la entidad, dado que ya en 2012 no se inició ningun promoción de viviendas protegidas".

Emvisesa justifica su decisión en que el mercado inmobiliario "no admite" la construcción de nuevas viviendas: "No puede ser absorbido el stock de viviendas terminadas". Y como segunda causa refiere la imposibilidad de acceder a fuentes de financiación externa para la construcción de nuevas promociones.

Esta situación también afecta a secciones específicas como la encargada de la rehabilitación de las denominadas zonas de especial actuación, donde la empresa municipal de la vivienda debería intervenir mediante programas de rehabilitación, renovación y reforma urbana. La sociedad se encarga de reubicar la población de estas zonas en otras áreas del municipio mientras se reforma la zona degradada, procediéndose a organizar el retorno de los vecinos una vez que han finalizado las obras. En la actualidad, la única zona degradada que ha sido objeto de esta reforma urbana es la de Nuevo Amate, donde finalizaron las obras el pasado mayo. A este respecto, Emvisesa es tajante: "No está previsto rehabilitar ninguna otra zona especialmente degradada". No precisa si los proyectos anunciados y aún pendientes de ejecución en Los Pajaritos (zona que visitó la propia ministra de Sanidad y asuntos Sociales, Ana Mato, para anunciar el proyecto) o Guadaíra se incluyen en el descarte de nuevos programas de intervención.

Emvisesa es una sociedad anónima cuyo único accionista es el Ayuntamiento. Su objeto social es facilitar el acceso a la vivienda de los vecinos con niveles de renta bajos, para lo cual debe promover la construcción de pisos protegidos y sus correspondientes equipamientos así como dedicarse a la venta y alquiler de viviendas protegidas. La empresa destaca que entre 2009 y 2012 hay un descenso del 47% en el número de contratos de venta suscritos, y de enero a mayo de 2013 sólo se han firmado 142 contratos.