Estos son los barrios de Sevilla donde Emvisesa ofertará alojamientos 'coliving'

Es, sin duda, la gran novedad de la ampliación del Plan Municipal de Vivienda, Suelo y Rehabilitación que el Ayuntamiento de Sevilla, a través de la empresa pública Emvisesa, ha presentado antes de su aprobación definitiva. El coliving, expresión poco conocida hasta hace pocos años, se ha convertido en protagonista de esta reforma, pues responde a un nuevo tipo de alojamiento en auge y que en la capital andaluza ha conseguido bastante aceptación.

Por tal motivo, en dicho plan se contemplan hasta 299 alojamientos de este tipo en distintos barrios de la ciudad. Algunos de ellos en pleno Casco Antiguo de la ciudad. Según consta en el borrador de la ampliación, hay 11 lotes de inmuebles destinados a tal fin.

El primero de ellos se sitúa en la calle Juan de Oñate, 12, en el Distrito Nervión, con tres alojamientos coliving. Otros 11 están previstos en un inmueble situado en el número 23 de la calle García Ramos, en el Casco Antiguo, en las inmediaciones de la calle San Vicente. La cifra más importante, con 92 alojamientos, se la lleva el proyecto situado en la calle Vereda de Poco Aceite, en la barriada de Valdezorras.

En la Venta Pilin

También la Venta Pilin, en las inmediaciones de Tablada, albergará un buen número de alojamientos coliving, con 42. Otro de los inmuebles que ofertará este régimen colaborativo en Nervión se encuentra en la calle Baltasar Gracián, 17, con 10 alojamientos.

De nuevo en el Casco Antiguo, en el número 31 de la calle Torneo habrá tres residencias coliving, mientras que en la calle Jesús del Gran Poder, 34, serán siete alojamientos colaborativos los que integren la nueva oferta de Emvisesa. No muy lejos de allí, en la calle Lumbreras, 23 (en el entorno de la Alameda de Hércules), se habilitarán 31 alojamientos con este fin. De igual modo, en la calle Espíritu Santo,18 (en las inmediaciones de San Juan de la Palma), habrá otro inmueble con nueves unidades de esta tipología.

Completan el listado 43 locales en el Tiro de Línea (Distrito Sur) y otros 48 en la zona de San Jerónimo-Alamillo (Distrito Norte).

Convivencia "heterogénea"

Este tipo de alojamiento se basa en la convivencia de grupos de perfil heterogéneo (por estado civil, tipo de familia y edad), que comparten espacios de trabajo, estudio y ocio dentro de un equipamiento construido y gestionado por Emvisesa. Los usuarios de dichos inmuebles provienen de un proceso público de selección. Tras ser adjudicatarios de los mismos, disfrutarán, a título individual, de su alojamiento y compartirán zonas comunes.

Entre los servicios que puede incluir este tipo de alojamiento colaborativo se encuentran instalaciones deportivas, salas de estar, comedores, bibliotecas, limpieza y otros servicios profesionales. Se trata, en suma, según varios expertos, de actualizar el concepto de corral de vecino, pero con unas infraestructuras adecuadas, salubres y adaptadas a las exigencias del siglo XXI. El objetivo, precisamente, es potenciar las relaciones interpersonales que se lograban en aquellos antiguos corrales y mejorar la convivencia. "Consiste en un modelo híbrido ente el alquiler convencional y el piso compartido con el valor añadido del uso y disfrute colectivo de una serie de servicios adicionales que son asumibles por sus usuarios", señalan desde Emvisesa.

Perfiles demandantes

Los principales grupos demandantes de este tipo de alojamiento son jóvenes con recursos limitados tras su primera emancipación, trabajores recientemente egresados, familias unipersonales con o sin hijos a cargo que proceden de divorcios o separaciones, personas mayores que prefieren estar acompañadas o ciudadanos que requieren en un momento determinado de un alquiler asequible. El coliving también da respuesta a personas que pertenezcan a la comunidad investigadora, educativa o deportiva o que desean permutar su vivienda en la modalidad de realojo simultáneo, como contempla el protocolo municipal.

La promoción de alojamientos colaborativos la realizará la propia Emvisesa, ya sea por sí sola o a través de colaboraciones público-privadas, siempre con procedimientos previos de licitación. Las rentas mensuales las establecerá la empresa municipal en cada convocatoria. En todo caso, han de estar por debajo del 0,70 del valor del índice de precio de referencia del alquiler de Sevilla (IPRA), condicionado por el barrio en que se ubique la promoción. A este coste debe sumarse el importe por la limpieza diaria de los alojamientos.