Empresarios y arroceros se alían para defender el dragado sin afectar al cultivo
Acuerdan pedir al Gobierno central que acelere el informe de impacto medioambiental de los trabajos para la entrada de barcos más grandes y el proyecto para llevar agua al arroz con una tubería de 2,5 metros
Un pacto entre los empresarios y los arroceros sevillanos selló ayer la paz entre los dos sectores. Irán de la mano, a partir de ahora, para defender con la misma intensidad ante el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente la necesidad del dragado del río que quiere el Puerto de Sevilla para la entrada de barcos más grandes y de soluciones para que esta obra (con la entrada de más agua del mar) no afecte al arroz, el cultivo estrella de la provincia que sitúa a Andalucía como primera región productora de España.
Las dos partes pedirán al Gobierno central que acelere el estudio de impacto ambiental del dragado y la modernización de los riegos del arroz. El acuerdo acaba con un largo distanciamiento que se había acentuado en las últimas semanas a raíz de las declaraciones del nuevo presidente de la Confederación de Empresarios (CES) Miguel Rus cuestionando la competitividad del sector arrocero y sus quejas sobre el dragado en una entrevista con este periódico.
Para zanjar la cuestión, como presidente de todos los empresarios sevillanos (también de los arroceros), Rus dejó ayer clara "la necesidad de conciliar todos los intereses empresariales en juego y aunar esfuerzos para conseguir que la potenciación del Puerto de Sevilla sea un activo en el futuro desarrollo económico de toda la provincia". Rus recalcó que el regadío y la actividad portuaria son "compatibles siempre y cuando, antes de ejecutar cualquier obra, se adopten las garantías necesarias que salvaguarden los intereses de todos los sectores".
El director gerente de la Federación de Arroceros, Manuel Cano, explicó que después de 10 años de proyectos, en la actualidad el Ministerio está estudiando una nueva propuesta de la federación que permitiría el riego del arroz sin que le afecte la entrada de agua salada por el estuario ni el dragado.
El proyecto supera en un primer avance los 100 millones de euros y estaría financiado en un 80% por los fondos europeos Feder. Pretende llevar mediante tuberías de 2,5 metros de diámetro el agua para regar las 23.000 hectáreas de arroz de la margen derecha, que hoy dependen directamente del río. Las 12.500 hectáreas de la margen izquierda ya han roto su dependencia directa del río aprovechando las infraestructuras ya existentes y tomando el agua del canal del Bajo Guadalquivir y del embalse de Torre del Águila.
Rus consideró muy interesante este proyecto del sector arrocero y se reunirá con el presidente de la Federación, Julián Borja, también representante de los regantes andaluces (Feragua), quien aclaró que la modernización beneficiaría a toda la cuenca y "ahorraría los 150 hectómetros cúbicos anuales" que se necesitan para evitar el tapón salino. Borja recalcó que hay que conciliar los intereses: el desarrollo del Puerto y el cultivo del arroz.
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