Emails preventivos contra el acoso

La Universidad de Sevilla ha enviado recientemente a todos sus alumnos una carta divulgativa con información sobre cómo identificar una situación de acoso en el entorno académico y cómo actuar. Se trata de la primera acción preventiva y de sensibilización que la Hispalense dirige a toda la comunidad universitaria tras la condena del catedrático de Educación Física Santiago Romero, acusado de tres delitos de acoso sexual a dos profesoras y una becaria de la Facultad de Ciencias de la Educación.

El Comité de Seguridad y Salud de la Universidad de Sevilla trabaja actualmente en la modificación de los procedimientos actuales de atención y prevención de conductas que atentan contra la dignidad de las personas, además del protocolo de actuación aprobado por el consejo de gobierno de la Hispalense en diciembre de 2013, seis años después de la aprobación de la Ley para la Igualdad. Este órgano se comprometió también en enero a investigar y evaluar las actuaciones realizadas hasta el momento para llevar a cabo las mejoras necesarias.

Mientras que el Comité de Seguridad y Salud trabaja en la modificación del protocolo vigente, la Hispalense, a través del vicerrectorado de Asuntos Sociales y Comunitarios, ha enviado a los decanos y directores de todos los centros universitarios un tríptico informativo para que sean reenviados a su vez a los alumnos. En este folleto, la Universidad explica las diferentes formas de abuso y cómo se manifiestan.

La institución académica identifica como una situación de acoso cuando se produce un abuso de autoridad y se dan tareas "muy por debajo de las capacidades" de la víctima; cuando se produce una limitación de las relaciones sociales, por ejemplo, impidiendo que haya comunicación con los compañeros, incluso aislando a una persona físicamente; las críticas o comentarios sobre la vida privada de la víctima y el trato vejatorio. Sin embargo, la Universidad no considera acoso laboral las "modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo sin causa y sin seguir el procedimiento legalmente establecido", además de "las presiones para aumentar la jornada laboral o realizar determinados trabajos" y las "ofensas puntuales y sucesivas dirigidas por varias personas sin coordinación entre ellas", entre otras conductas. La Hispalense especifica que este comportamiento no se considera acoso laboral, aunque sí podría ser constitutivo de otras infracciones.

En el caso del acoso sexual o por razón de sexo, la institución académica insta a sus alumnos y trabajadores a denunciar las observaciones sugerentes, bromas o comentarios sobre la apariencia o condición sexual de una persona; las invitaciones impúdicas o comprometedoras; el uso de imágenes de contenido sexualmente explícito con el objetivo de intimidar a la víctima; llamadas, cartas o correos de contenido sexual; si se reciben invitaciones a encuentros o citas no deseadas fuera del trabajo de forma reiterada; los flirteos ofensivos y los comentarios insinuantes, indirectas o comentarios obscenos.

La Hispalense garantiza confidencialidad a la comunidad universitaria y recuerda que sus miembros pueden dirigirse a la Unidad para la Igualdad ubicada en el Pabellón de Uruguay o al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Universidad de Sevilla, situado en la calle Avicena.

Estos trípticos enviados vía email son la única medida programada por la Universidad de momento hasta que el Comité de Seguridad y Salud no termine de analizar la situación actual y elabore un programa de actividades de prevención, formación y sensibilización, según confirmaron ayer desde la institución académica.

En la carta enviada a los decanos y directores de las escuelas, Ana López Jiménez, vicerrectora de Servicios Sociales y Comunitarios, les pide que inicien un debate en los centros que dirigen sobre el protocolo vigente y cómo mejorarlo. Con todas las aportaciones recibidas, "se celebrará una jornada de debate y reflexión sobre los procedimientos con los que la Universidad de Sevilla aborda las conductas que pueden atentar contra la dignidad de las personas en cualquiera de sus modalidades", según señala López en la carta. "La participación en este proceso, además de ser una primera medida de concienciación y sensibilización, constituye un importante compromiso de la institución por erradicar cualquier conducta intolerable", concluye la vicerrectora.

En el ámbito preventivo, la Universidad recuerda que durante estos años se han desarrollado diversos cursos y jornadas en relación al acoso y se ha difundido información sobre el protocolo en la Guía Preventiva para Empleados Públicos, así como en la Guía Preventiva para personal contratado en proyectos de investigación y en la información a los estudiantes de nuevo ingreso.

Varias entidades sociales creen insuficientes estas medidas y alertan de que la mayoría de los protocolos de las universidades españolas, incluida la Hispalense, no contemplan un presupuesto para el desarrollo de campañas de difusión, formación y sensibilización, además de acciones preventivas.

La asociación sevillana Páginas Violetas advierten de la "gran demanda de formación" que existe en materia de igualdad por parte de los universitarios. El pasado mes de noviembre, esta asociación organizó en la Facultad de Ciencias de la Educación un taller titulado La insoportable persistencia de las violencias machistas, en el que participaron 180 alumnos, según la presidenta de Páginas Violeta, Teresa Alba, llenando el salón de actos del centro educativo.

"Estamos viviendo un momento terrible con un repunte de la violencia de género entre los jóvenes y un retroceso de los planes de igualdad", comentó a este periódico Teresa Alba. "Las universitarias no saben nada sobre educación afectivo-sexual. No tienen suficiente asertividad", aseguró.

Antigua Fábrica de Tabacos, sede académica de la Universidad de Sevilla.

Tríptico divulgativo.La Hispalense ha enviado a la comunidad universitaria este tríptico donde se explican los diferentes tipos de acoso, cómo se manifiestan, cómo actúa la Universidad ante situaciones de este tipo y cómo se deben denunciar los abusos.