El año de Elcano, Molière, Valdés Leal y Saramago

Los años 1999 y 2000 son los precedentes más cercanos en los que una cifra se repite tres veces en el calendario. Esta circunstancia que se da en el estrenado 2022 no volverá a ocurrir hasta el 2111, cuando algún periodista escriba sobre el centenario del triunfo por mayoría absoluta en las elecciones generales de un tal Mariano Rajoy.

El año 2022 es año electoral en algunas autonomías. Será el primer año con un Mundial en invierno, el de Qatar, para el que nos libramos de la repesca. Y, al margen de todo lo que nunca está escrito, que suele ser lo más interesante, será el año de Molière y Valdés Leal en sus cuartos centenarios (nacieron en el mismo año de 1622), honrados uno en el Museo de Bellas Artes, otro en el teatro Lope de Vega con El Avaro de la compañía Atalaya que dirige el gran Ricardo Iniesta. Año de otros centenarios: Saramago, Manuel Fraga (nacieron con una semana de diferencia), de la muerte de José María Izquierdo, único nombre propio de Ocnos de Cernuda, inventor de la Cabalgata de Reyes Magos del Ateneo.

El 27 de abril de 2021 se cumplían 500 años de la muerte de Fernando Magallanes en las Filipinas, en un combate con las tribus del indígena Cilapulapu. 2022 es el año de Juan Sebastián Elcano, guipuzcoano de Guetaria, el quinto centenario de la llegada de la nao Victoria, la única de las cinco que regresó, al puerto de Sevilla el 8 de septiembre de 1522. Primera vuelta al mundo. ¿Habrá vuelto el hombre a la Luna en 2111?

El año 2021 lo inicié leyendo a Tolstoi y lo he terminado leyendo a Dostoievski. Los hermanos Karamazov es el mejor homenaje de la literatura al proceso judicial. Culpable de inocencia, como una película de Hitchcock. Con el epílogo final que es un canto a los recuerdos como única medicina sanadora del ser humano. Por pura casualidad, lo he convertido en tradición. 2020 lo acabé con el final de Veinte mil leguas de viaje submarino, de Julio Verne, y 2021 con la novela de Dostoievski, de la que la parte de El Gran Inquisidor, ese episodio que Iván Karamazov le cuenta a su hermano Aliosha, llevó al teatro Gregor Acuña en el castillo de San Jorge de Triana. Un episodio de palpitante actualidad.

El día de la Lotería se llevó al médico y amigo Ismael Yebra. He vuelto a abrir Moby Dick, la novela con la que según Harold Bloom uno tiene que empezar el rito iniciático de la lectura. La historia contada por el neoyorquino Herman Melville que empieza con las palabras "Llamadme Ismael". La ballena más famosa de la literatura, junto a la de Jonás, fue llevada al teatro en un espectáculo que Vittorio Gassman trajo a la Expo 92. El literario cetáceo fue uno de los gigantes que vinieron al certamen, junto al Gulliver flotante que trajo el pabellón de Irlanda y el cinematográfico gigante del de Pakistán.

Fuimos a ver la exposición de Valdés Leal, pero había tal cola de gente que terminamos viendo la de Nazario en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. Y la de la quinta del Buitre de la pintura sevillana, la Máquina Española, promovida por el exquisito galerista Pepe Cobo. Reencontré en la pared una crónica con una foto de Atín Aya de cinco de esos pintores (Agredano, Cadenas, Paneque, Espaliu y Fede Guzmán) en la Peña Trianera cuando se entraba en el restaurante atravesando la cocina de la calle San Jorge.

En 2021 Sevilla ha cambiado de arzobispo y de alcalde. A la diócesis, por jubilación de Juan José Asenjo Pelegrina, llegó desde Tarrasa José Ángel Saiz Meneses, natural de Sisante, un pueblo de Cuenca que tiene una escultura de La Roldana. Se sabrá de memoria la canción de su paisano José Luis Perales: "Son las cinco de la tarde / comienza la reunión /, la partida de canasta / la charla de Religión". El nuevo alcalde viene de San José de la Rinconada. En términos eclesiásticos, a Juan Espadas le pasaba como a Osoro, el cardenal-arzobispo de Madrid, que tenía más de un obispo auxiliar. La balanza enseguida se decantó en favor de Muñoz en detrimento de Juan Carlos Cabrera. La Casa Grande es un Hábitat Urbano. Cuando estaba en la oposición, Antonio Muñoz tenía entre sus lugares favoritos Red House, una Casa Roja que estaba en la calle Amor de Dios cuando el cine Cervantes funcionaba, antes de que lo cerraran temporalmente con el cartel permanente de ese título premonitorio: Parásitos, producto del cine coreano.

El año 21 ya es sub-21, está debajo del 22. Adiós al año de Zarra, Berlanga, FErnando FernAn Gómez y Antonio el Bailarín. El de Dostoievski y Flaubert. Al de Dante, con su estatua enel parque de María Luisa, porque la Comedia siempre es Divina.