Educación en Sevilla: Así es la hoja de ruta del PP para los próximos cuatro años

Educación

Los populares prometen conciertos en el Bachillerato y una bajada de la ratio, medidas que han descartado en la legislatura pasada

Persiguen un pacto social en Educación y siguen defendiendo la libre elección de las familias y "la cultura del esfuerzo"

Salud Sevilla: Así es la hoja de ruta del PP para los próximos cuatro años

Alumnos en una clase de FP en Sevilla.
Alumnos en una clase de FP en Sevilla. / José Ángel García

Un pacto social, la libertad de elección de las familias y potenciar una FP cada vez más vinculada a la realidad del mercado laboral. Podría decirse que estos tres conceptos constituyen los pilares esenciales de la política educativa que el PP plantea desarrollar los próximos cuatro años en Sevilla tras alcanzar la mayoría absoluta en los recientes comicios andaluces. En su programa, la educación ocupa 13 páginas y en ellas se condensan la mayoría de los principios puestos ya en marcha desde 2019, aunque esta cartera (compartida con Deportes) ha estado bajo la batuta de Ciudadanos en la legislatura pasada.

Este proyecto continúa el camino iniciado con el consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, cuya responsabilidad, tras su fallecimiento hace escasos meses, ha recaído al final de la legislatura en Manuel Alejandro Cardenete. Apenas hay diferencias a la hora de plantear un servicio social esencial, en el que está en juego nada menos que la formación de las futuras generaciones de sevillanos.

Con la duda de quién ocupará esta cartera los próximos cuatro años, lo cierto es que al tratarse de un gobierno de un solo color político y no depender de pactos, se evita, entre otros aspectos, tener que acordar las políticas educativas con otros partidos no tan afines en esta cuestión (con Ciudadanos, en este aspecto, apenas ha habido problemas). Y no hablamos sólo de formaciones de la izquierda ideológica, sino de las que están más a la derecha del PP. Recordemos que el pin parental de Vox (la autorización de las familias para la participación de sus hijos en las actividades escolares) se ha convertido los últimos años en un motivo de presión por parte del partido de Santiago Abascal hacia el Ejecutivo de Juanma Moreno.

Un pacto social por la Educación

Precisamente, el principal objetivo que se marca el PP es el de lograr un pacto social en Educación que saque este ámbito de "la batalla ideológica". Un reto al que ha aspirado también el PSOE cuando ha llegado al poder, pero que la historia de la democracia española ha convertido en un imposible. Sirvan de ejemplo las continuas leyes que rigen este ámbito y que tienen en la actual Lomloe el enésimo capítulo de la falta de entendimiento en una cuestión esencial.

Alumnos entrando al colegio el primer día de clase.
Alumnos entrando al colegio el primer día de clase. / Juan Carlos Vázquez

No en vano, la reforma educativa del Gobierno de Pedro Sánchez se ha convertido en motivo de litigio entre las dos administraciones, hasta el punto de que supone uno de los puntos del programa de los populares en materia de enseñanza: "Continuaremos trabajando para limitar el impacto negativo de la Lomloe". Para reducir sus efectos, el futuro Ejecutivo andaluz apuesta por "garantizar el estudio de las Humanidades y de los contenidos esenciales eliminados". En este punto debe recordarse la apuesta por mantener Filosofía como optativa en la ESO, ya que en el nuevo currículo de las enseñanzas medias sólo aparece en Bachillerato. Varios expertos han advertido del peligro que supone que los futuros ciudadanos sólo reciban una formación dirigida a las carreras STEM y se deje de lado las relacionadas con las Humanidades, que alimentan el espíritu crítico.

"La cultura del esfuerzo"

Pero no sólo la oposición a la Lomloe se manifiesta en este aspecto, sino también en otro de los principios defendidos estos cuatro años: "apostar por la cultura del esfuerzo, el mérito y la excelencia". El PP considera que "el fracaso escolar no se reduce bajando el nivel de exigencia, sino elevando el nivel de resultados del alumnado". Afirmación con la que responde al planteamiento de la reforma educativa que, entre otros supuestos, contempla que un alumno pueda titularse en Bachillerato con una asignatura suspensa, decisión que queda en manos del claustro de profesores que evalúa al estudiante. La Junta de Andalucía ya reconoció el otoño pasado que carece de margen legal para frenar lo que considera "una maniobra" para reducir las tasas de repetición.

Ligada a la reforma educativa también ha de subrayarse uno de los principios que tanto PP como Cs han defendido desde el Gobierno del cambio y que los populares repiten para la nueva legislatura: asegurar la libertad de elección de las familias respecto a la educación de sus hijos. En suma, se trata, al menos, de mantener los conciertos actuales con centros educativos de titularidad privada, una práctica que se puso en marcha a nivel nacional durante el Gobierno de Felipe González. En estos tres años y medio, la principal novedad en estos acuerdos ha sido la FP, especialmente la de grado medio, debido a la alta demanda que estos ciclos registran y para la que no existe una oferta pública suficiente.

El concierto del Bachillerato

Sin embargo, y aunque en el nuevo decreto se contemplaba la concertación del Bachillerato, éste no se ha llegado a producir, lo que ha generado una verdadera frustración en los centros privados. En Sevilla fueron una veintena los que se quedaron sin poder firmar este acuerdo. Sólo se mantuvieron los que ya estaban desde hace décadas. Dicha situación sigue provocando que muchos alumnos, al concluir la ESO concertada, se trasladen a un instituto público al no poder sufragar sus familias la etapa preuniversitaria. Imbroda argumentó entonces que no era "una prioridad" para el Ejecutivo andaluz, una explicación hasta cierto punto razonable si se atiende a las últimas cifras de escolarización, en las que se evidencia una caída de las matriculaciones en Bachillerato, que se las lleva la FP, formación que, en la provincia de Sevilla, supera en mil alumnos a la enseñanza preuniversitaria.

Por tal motivo, llama la atención que uno de los puntos del programa del PP recoja explícitamente, en relación con la educación concertada, el inicio "progresivo" de la extensión de los conciertos a la etapa de Bachillerato en los centros que tengan ya concertadas las otras etapas, "de modo que el alumno no esté obligado a cambiar de centro al terminar la ESO". ¿Un cambio de criterio respecto a lo decidido el año pasado? Habrá que esperar, no obstante, al nuevo periodo de renovación y creación de plazas concertadas, que será en 2025.

La importancia de la Educación Especial

Un aula de Educación Especial, enseñanza por cuya concertación apuestan los populares.
Un aula de Educación Especial, enseñanza por cuya concertación apuestan los populares. / José Ángel García

Por ahora, para el próximo curso se han concertado 16 unidades (aulas) en Sevilla, la mayoría suponen la continuidad de los acuerdos alcanzados entre la Junta y los titulares de los centros en 2021, cuando se procedió a la renovación de los conciertos en todas las etapas (excepto en Primaria, que duran seis años). Las únicas aulas cuyo concierto no es fruto de una continuidad sino que suponen una novedad para el curso 2022/23 son cinco. De este grupo, cuatro corresponden a Educación Especial y una, a FP Básica, dos tipos de enseñanza por las que ha apostado especialmente la Consejería de Educación mientras ha estado en manos de Cs.

La FP para reducir el paro juvenil

La FP es uno de los ámbitos más desarrollados en el programa de los populares, fruto del interés creciente por estos estudios que hasta no hace mucho eran considerados como vía secundaria al Bachillerato y la universidad. La alta demanda del mercado laboral por empleados con perfil técnico ha disparado el interés por unas enseñanzas que desde el Gobierno autonómico se quiere ajustar a los entornos productivos más cercanos y, con ello, reducir las altas tasas de paro juvenil. Los últimos datos facilitados por la Delegación territorial de Educación confirman tal intención, pues la oferta de ciclos formativos en la provincia se ampliará el próximo ejercicio académico con 50 nuevas titulaciones, la mitad de ellas de grado medio y vinculadas a sectores de gran empleabilidad. Uno de los principales proyectos que se concluirá esta legislatura será el nuevo centro integrado de FP aeroespacial en La Rinconada, que acogerá 12 ciclos de grado medio y superior vinculados con esta actividad profesional de gran presencia en esta zona de la Vega.

Realmente significativo resulta el respaldo a la FP Dual, en la que debe destacarse el programa piloto puesto en marcha en el IES Cristóbal de Monroy, de Alcalá de Guadaíra, en el que se desarrolla por primera vez en Andalucía el modelo alemán para esta formación, donde el alumno permanece el mayor tiempo en las empresas, aunque, en este caso, con un contrato de trabajo desde el primer día que pone un pie en ellas. El actual consejero en funciones no ha ocultado su deseo de que la experiencia del instituto alcalareño se expanda por el resto de la región. Habrá que esperar a que el nuevo Gobierno de Juanma Moreno recoja el guante.

Otra de las apuestas importantes en este ámbito es la conexión entre la FP y la universidad, que ya llevan a cabo varios centros de enseñanza privados en la región. Con tal fin, se propone la creación de "pasarelas" que conecten una enseñanza con otra, en aras de completar el perfil de los titulados en estos dos tipos de educación. Una de las instituciones en adelantarse a esta apuesta ha sido la Universidad de Málaga (UMA), que para el próximo curso será la primera de España (de titularidad pública) en ofrecer esta formación, con el ciclo superior de Guía, Información y Asistencias Turísticas.

Hacia la gratuidad en las guarderías

Otro de los objetivos de esta legislatura es conseguir la gratuidad plena en el primer ciclo de Educación Infantil (de 0 a 3 años), para lo que ya se han dado los primeros pasos estos años, en los que se respondió a la demanda del sector de incrementar el precio de la plaza -no es una tapa obligatoria ni gratuita-, congelado durante una década. El aumento lo asumió Educación, que se enfrenta a una de las situaciones que marca la educación y la sociedad en general desde que estalló la crisis económica de 2008: la bajada de la natalidad, lo cual tiene especial incidencia en la escolarización.

La trabajadora de una escuela infantil atiende a los niños.
La trabajadora de una escuela infantil atiende a los niños. / José Ángel García

La falta de niños se traduce en un descenso de la demanda de matriculación, lo que ha dejado muchas aulas vacías en las guarderías, motivo por el cual algunas patronales han pedido que los fondos Next Generation que reparte el Gobierno se destinen a ampliar las bonificaciones familiares y no a firmar más convenios, pues ya se ha superado la cuota mínima de cobertura exigida por la UE para esta población infantil. La Junta también ha respaldado dicha petición al Ejecutivo central.

Aulas cada vez más vacías

En los colegios el panorama no es muy distinto. Acabado el plazo de escolarización, se han quedado más de 3.600 plazas libres para Infantil de tres años. Un panorama que ya resulta desolador en zonas como el Casco Antiguo de Sevilla, donde un cuarto de la oferta no se ha cubierto, al tratarse de un distrito con mucha presión turística, lo que provoca el abandono de los vecinos.

¿Qué propone el PP ante esta coyuntura? Pues plantea una solución en la que llevan insistiendo desde hace tiempo los sindicatos de enseñanza y AMPA y a la que la Consejería de Educación ha dado, hasta ahora, una respuesta tibia: la bajada progresiva del número de alumnos por aula (ratio) en los distintos niveles educativos. Eso sí, se trata de una medida que ha de adaptarse "a la realidad y necesidades específicas de apoyo educativo". En estos tres años y medio, frente a este opción, la consejería ha apostado por el desdoble de aulas en las asignaturas troncales, al considerar que la bajada de la ratio no se traduce siempre en una mejora de los resultados académicos. Su simple planteamiento supone una ruptura con lo defendido hasta el momento. La ampara la caída demográfica.

Otras apuestas

Tras las limitaciones de la Lomloe a la adaptación curricular para los alumnos de enseñanzas de régimen especial (conservatorios y escuelas de danzas), el PP proyecta "un programa único en España" con la creación de unidades integradas en centros públicos, lo que favorece la compatibilidad de los estudios de Música o de Danza con los de ESO y Bachillerato.

Todas estas medidas, y muchas otras -como la estabilización de los equipos directivos y las plantillas docentes de los centros públicos- van encaminadas a "seguir reduciendo las tasas de fracaso y abandono escolar temprano", que, según los populares, "ya registra el mayor descenso de la serie histórica".

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