La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
La trifulca en las inmediaciones de la Catedral de Sevilla entre seguidores ultras del Dinamo de Zagreb se saldó con la detención de tres aficionados, que este martes fueron puestos a disposición judicial, según confirmaron a Diario de Sevilla fuentes de la Policía Nacional. Los hinchas están acusados de desórdenes públicos después de protagonizar los destrozos en un bar en las cercanías de la calle Alemanes.
Se da la circunstancia, siempre según la versión policial confirmada posteriormente de manera oficial por la entidad sevillista, de que los enfrentamientos comenzaron entre dos facciones de los ultras del Dinamo de Zagreb fuertemente enfrentadas entre ellas y que en ningún momento hubo participación de los seguidores radicales de la entidad nervionense. Este aspecto fue resaltado por la Brigada de Información de Sevilla, que son los miembros de la policía especializados en este tipo de seguidores de los equipos de fútbol.
Las mismas fuentes confirmaron a este periódico que los aficionados del Dinamo de Zagreb, conocidos por otros episodios de violencia relacionados incluso con la selección nacional de Croacia con la interrupción de un partido de la última Eurocopa, comenzaron a llegar a Sevilla desde la mañana de este martes. Muchos de ellos arribaron procedentes de Málaga, donde ya habían protagonizado incidentes en la noche del lunes al martes. En ciudad de la Costa del Sol, concretamente, fueron detenidos nueve seguidores croatas por dichas trifulcas.
Grupos de seguidores croatas fueron vistos al mediodía de este martes por el barrio sevillano de la Macarena, donde, al parecer, habían alquilado algún piso para alojarse durante su estancia en Sevilla.
No son pocas las precauciones que se están tomando para evitar que las peleas vayan a más, sobre todo porque algunas personas relacionadas con el mundo ultra han alertado sobre el peligro que supone que todos los hinchas visitantes son ubicados en la misma zona del estadio. Eso suele ser lo normal, pero en este caso la inquietud reside en las rencillas entre los propios hinchas del Dinamo, que son separados incluso en su propio estadio Maksimir para evitar las peleas entre ellos.
Un aspecto curioso fue que el destrozo del bar y las peleas se produjeron a apenas unos metros de donde estaba celebrado la cena oficial entre los dirigentes del Sevilla y del Dinamo de Zagreb, con la presencia también del actual presidente de la Federación Croata de Fútbol, Davor Suker, quien también ha sido objeto de las iras en anteriores ocasiones por parte de los ultras de su país.
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