La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
Una multitud ha intentado impedir una intervención de la Policía Local de Sevilla la noche de este miércoles. Ha ocurrido en el Polígono Norte, donde dos patrulleros de este cuerpo trataban de identificar a un menor de edad que circulaba en una moto sin casco y haciendo maniobras irregulares. Cuando lo pararon, en la calle José Bermejo, un grupo bastante nutrido de personas comenzó a rodear a los policías y a intentar impedir que los agentes identificaran al motorista.
Los agentes se vieron rodeados por los vecinos, que empezaron a increparles y a empujarles y golpearles, queriendo ayudar al sospechoso para que se fugara. La tensión fue en aumento, hasta que los policías decidieron solicitar el código QRR. Esta es la máxima alerta policial, y sólo se activa en los casos en que hay algún agente en grave peligro. Para entonces había unas cien personas contra cuatro policías.
Al recibir la alerta, el resto de policías que había en la ciudad dejaron todo lo que estaban haciendo en ese momento y acudieron a la calle José Bermejo. Allí se presentaron unos 30 patrulleros de la Policía Local, además de un buen número de agentes de la Policía Nacional. Hoy precisamente había un buen número de vehículos en la calle, porque se han incorporado los 14 nuevos agentes con los que cuenta el distrito Macarena. Ayer sólo había dos vehículos disponibles para toda esta zona.
Los policías controlaron la situación y detuvieron a dos personas por su participación en el altercado. Cinco de los agentes municipales que intervinieron resultaron heridos con lesiones de carácter leve, según han explicado fuentes del Ayuntamiento de Sevilla. Los detenidos son Manuel Jesús A. M. y Antonio David B. M., de 19 y 20 años. Esta primera intervención fue sobre las siete de la tarde.
La respuesta policial provocó una oleada de indignación entre los vecinos del Polígono Norte, que comenzaron a destrozar el mobiliario urbano. Rompieron cristales de las paradas de autobús y quemaron numerosos contenedores de basura. Los disturbios se trasladaron a la calle Hermano Pablo, la más conflictiva del barrio y una de las más degradadas de Sevilla, donde impera el tráfico de drogas.
Allí montaron una barricada con los contenedores. Después comenzaron a llamar al 091 con excusas para que acudiera algún patrullero al barrio. Los agentes de la Policía Nacional, oliéndose que estaban ante una emboscada, se hicieron fuertes en José Bermejo esquina Fray Serafín Madrid, donde aguantaron una lluvia piedras y botellas hasta que llegaron los antidisturbios. Varios patrulleros quedaron destrozados, pero ningún policía nacional resultó herido.
Agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional han tenido que cargar para disolver la protesta y acabar con los actos vandálicos. Los Bomberos también han acudido a sofocar los incendios de los contenedores. Lipasam también ha tenido que intervenir para limpiar los restos de la batalla campal.
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