Prisión para el presunto violador del Parque del Tamarguillo

Es un hombre de 39 años que pasó ocho en la cárcel por haber cometido otra agresión sexual. Se ha entregado esta madrugada

La zona del parque del Tamarguillo en la que se produjo la agresión. / Juan Carlos Vázquez
Fernado Pérez Ávila

02 de septiembre 2017 - 11:44

El juez ha enviado a prisión al presunto violador del Parque del Tamarguillo, que fue detenido de madrugada en las dependencias de la Jefatura Superior de Policía, después de entregarse. Se trata de un hombre de 39 años, de nacionalidad española e identificado como M. A. F. D. Tiene antecedentes por violación y recientemente había salido de la cárcel tras permanecer ocho años por otra agresión sexual.

El sospechoso decidió entregarse sobre la una de la madrugada de ayer en la Inspección Central de Guardia, en Blas Infante, después de que la Policía estrechara el cerco sobre él y lo tuviera ya identificado y vigilado. Durante la jornada del sábado estuvo prestando declaración ante los agentes de la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) de la Policía Nacional, que ha llevado la investigación del caso. Estaba previsto que a lo largo de la tarde pasase a disposición judicial, según han confirmado a este periódico fuentes de la Policía Nacional.

La agresión sexual ocurrió el lunes sobre las nueve y media de la noche en el Parque del Tamarguillo. La víctima fue una joven de 24 años que hacía deporte por esta zona verde de la ciudad y fue abordada por un hombre que la tiró por un terraplén, la golpeó y la agredió sexualmente.

La Policía sospechó desde el principio que este modus operandi respondía al de una persona con experiencia en este tipo de delitos, por lo que revisó en sus archivos hasta que dio con un delincuente sexual que podía encajar, ya que había salido recientemente de prisión y además reside muy cerca del Parque del Tamarguillo, concretamente en la barriada del Parchís.

Durante toda esta semana, el sospechoso ha sido sometido a una fuerte vigilancia por parte de la Policía, que estaba a la espera obtener un perfil genético del violador. No hizo falta esperar a los resultados de estas pruebas, puesto que el presunto autor de la agresión sexual, sintiéndose vigilado, decidió entregarse y confesar los hechos.

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