Desbandada de médicos en la sanidad privada: Una 'guerra' de guerrillas y cerca de 400 'guerreros'
Los primeros fueron los especialistas en Aparato Digestivo. Los últimos en unirse han sido los otorrinolaringólogos. Entre ellos, urólogos, cardiólogos, cirujanos maxilofaciales y plásticos, traumatólogos y pediatras, conforman las siete especialidades médicas de las 21 que hay en Sevilla que desde julio han ido poniendo coto progresivamente a la asistencia privada en Sevilla, sólo con algunas aseguradoras, para no bloquear así su flujo de pacientes y poder seguir trabajando. El objetivo, presionarles para que se sienten a negociar la actualización de sus tarifas.
Así, arropados por el Colegio de Médicos de Sevilla, que fue el organismo que puso las bases para este gran paso a finales del año pasado, son en torno a 400 los profesionales que se han unido ya en la provincia a esta pionera protesta. El éxito dependerá de la intención de negociar de las grandes compañías aseguradoras que dominan el negocio de la sanidad privada en España. Para hacer fuerza, los médicos de la sanidad privada han ido creando asociaciones por cada especialidad hasta lograr entre un 80% y el 90% de adhesión, lo que ha forzado a algunas aseguradoras a sentarse a negociar con los médicos junto a los grupos hospitalarios . Una batalla sin precedentes que no abandonaran "hasta ganar la guerra".
El otorrino Emilio Domínguez pertenece a esa última especialidad en sumarse en Sevilla a esta protesta. Hace de portavoz de una asociación que engloba la práctica total de los médicos especialistas de otorrinolaringología colegiados en Sevilla. "Seguimos trabajando con un sistema que se elaboró en los años 80 y, como consecuencia, hay muchísimas técnicas nuevas que no están tipificadas en los baremos de las compañías y, al no estar registradas, no las facturamos. Y ha llegado un momento en que la situación no es sostenible porque, aquello por lo que cobramos no se parece nada a lo que hacemos", se queja el especialista, que indica que, de momento, han dejado de aceptar pacientes asegurados con Asisa. La hoja de ruta incluye seguir parando progresivamente con el resto de compañías "hasta que se sienten" para negociar una actualización de los baremos, "claramente desfasados".
El presidente de la Asociación Sevillana de Aparato Digestivo y Endoscopia (Asadye), el doctor Javier Romero, subraya que, aunque con matices, "en todas las especialidades se da el mismo discurso". "Pedimos una actualización de baremos y, sobre todo, una dignificación de nuestra profesión", defiende al tiempo que concreta que, en su caso personal, tras 13 años trabajando en la privada, cobra "exactamente lo mismo" que cuando empezó. "No me han subido ni un euro en la inmensa mayoría de los actos médicos realizados. Vivimos una situación inflacionista, las compañías ganan cada vez más dinero, también los centros hospitalarios y nada de eso se ve reflejado en nosotros, que somos los que vemos a los pacientes con los que ganan dinero", apostilla.
Los profesionales estiman, que, según una campaña de difusión del Colegio de Médicos, la actualización de baremos podría llegar a un 145% del IPC. Dicha institución médica respalda "cualquier actuación que vaya a favorecer la dignificación de la profesión". "Los facultativos que trabajan en la sanidad privada se encuentran en una situación límite, donde se ven obligados a trabajar a volumen, lo que perjudica claramente la calidad asistencial del paciente", ha repetido en todo este tiempo su presidente, el pediatra Alfonso Carmona. El camino está abierto.
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