Denuncian una "poda salvaje" en el centro de cara a la Semana Santa
Una plataforma ciudadana asegura que la poda de dos laureles de Indias en la Plaza de San Francisco se efectúa para dejar espacio a los palcos. Fuentes municipales señalan que se debe a razones de seguridad.
Los dos laureles de Indias -árboles tropicales de hoja perenne y copa gigantesca y muy tupida- situados en la céntrica plaza sevillana de San Francisco han sido podados de manera "salvaje, insensible y aberrante", según la Plataforma Ciudadana por los Parques, Jardines y el Paisaje de Sevilla. Los árboles, cuya copa se extiende de manera circular y a considerable altura, han sido podados con forma geométrica de cubo, como se hace con algunos setos, para lo cual los podadores han tenido que entrar bastante en la copa y cortar algunas ramas de anchura considerable, según los denunciantes.
Ambos laureles de Indias están situados delante de la fachada del Banco de España y son los únicos que hay en la Plaza de San Francisco, a la que da la fachada plateresca del Ayuntamiento de Sevilla. Miembros de la plataforma han asegurado que la poda se efectúa para liberar espacio que pueda ser utilizado por los palcos que se instalan en la Plaza de San Francisco y que son parte de la carrera oficial, desde cuyas sillas se sigue el paso de las cofradías los días de la Semana Santa.
Fuentes municipales han señalado que ése no es el motivo y que la poda se ha debido a razones de seguridad, ya que en la Plaza de San Francisco hay varias cámaras de circuito cerrado de televisión que carecen de ángulo para grabar por la gran copa de los laureles de Indias. Las fuentes han asegurado que la poda no se ha debido a razones estéticas en ningún caso, pese a la forma cúbica a la que han sido reducidas las dos copas. También han asegurado que si se ha procedido de ese modo ha sido exclusivamente por razones técnicas y para garantizar la operatividad de las cámaras de seguridad.
Jacinto Martínez Gálvez, portavoz de la citada Plataforma ciudadana, ha remitido a Efe una carta al director publicada por la prensa local en enero de 2001 en la que una activista en defensa de los árboles expresaba sus quejas porque los dos laureles de Indias de la Plaza de San Francisco habían sido talados para plantar en su lugar otros dos ejemplares pequeños de la misma especie. En aquella ocasión, la denunciante aseguraba que los árboles habían sido arrancados porque "eran un estorbo para el montaje de los palcos" de la Semana Santa, pero que aquella actuación municipal causó "tanta indignación" que volvieron a plantar dos pequeños ejemplares "para que durante unos años no estorbaran".
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