Denuncia contra Cabify por obligar a sus conductores a trabajar hasta 14 horas al día
El Sindicato Andaluz de Trabajadores y Elite Taxi llevan a la empresa de VTC a la Inspección de Trabajo
El Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) ha denunciado a Cabify ante la Inspección de Trabajo por la presunta explotación laboral de sus empleados. La denuncia recoge una serie de irregularidades que estarían cometiendo tres empresas de Vehículos de Transporte Concertado (VTC) que trabajan para esta aplicación de telefonía móvil. La asociación Elite Taxi Sevilla ha colaborado en la presentación de esta denuncia y ha acompañado al SAT en la presentación de la misma, en la mañana de este jueves en la Plaza de España.
La denuncia pone en conocimiento de la Inspección "las condiciones de trabajo a las que se ven sometidos los trabajadores", que para el SAT son "totalmente abusivas" y que vulneran el Estatuto de los Trabajadores y los derechos fundamentales recogidos en la Constitución. Entre esas condiciones están la imposición de jornadas de entre 12 y 14 horas, "lo que supone un riesgo para la salud tanto para el trabajador como para los usuarios del servicio y para terceros usuarios de la vía".
Pese a las largas jornadas de trabajo, el centro de trabajo no cuenta con zonas de descanso, "lo que obliga a los conductores a que tengan que hacerlo dentro del mismo vehículo en el que trabajan".
En periodos de mayor actividad, continúa la denuncia, "se les obliga a renunciar a los descansos con la promesa de que acumularán los mismos cuando se reduzca el volumen" de trabajo. Para que el empleado realice horas extras, se les obliga a firmar un documento donde se contiene este extremo. Si la empresa no firma, no se consideran como trabajadas.
La central sindical añade que se imponen periodos de prueba de un año en los contratos y que nunca se les ha impartido formación en riesgos laborales a los trabajadores. "No se pagan las horas extras devengadas ni la nocturnidad", pese a que el grueso de la jornada laboral se desarrolla durante el turno de noche. Igualmente, las empresas obligan a los conductores a trabajar los días festivos, sin que se compensen dichas jornadas con otras de descanso.
Cabify tampoco "lleva a cabo mecanismos de control horario, repercutiendo en un grave perjuicio para el trabajador, puesto que hora que no justifica, hora que no se le computa". Además del pago telemático, se le facilita al usuario el "pago en efectivo", por lo que los trabajadores deben llevar dinero propio sin que la empresa se lo adelante. Con esto se está asumiendo también un "riesgo de robo" que la compañía no cubre con el seguro.
Los denunciantes aseguran que la empresa obliga a los trabajadores a que capten clientes para cumplir los objetivos. Cuando llega el verano y la época de baja actividad, se producen "despidos del todo improcedentes o nulos". Tampoco se permite la organización sindical dentro de la empresa, ya que "el empresario entiende esta actividad como un obstáculo".
Para el SAT, "estas nuevas formas de negocio (que entrañan nuevos tipos de relación laboral), atraen relaciones laborales precarias, donde el trato humano se ha extinguido, y donde, evidentemente, el derecho del trabajador frente a la actividad del empresario que mueve el capital, ha quedado reducido, en la práctica, a mínimos".
La denuncia ha sido presentada este jueves por el secretario general del SAT en Sevilla, Óscar Reina, y el abogado de esta central, Ezequiel Merino. Junto a ellos ha estado una representación de la asociación Elite Taxi Sevilla, encabezada por su vicepresidente, Rafael Baena.
"Las instituciones están permitiendo por activa o por pasiva la economía sumergida y fomentando la precariedad laboral. Con eso se está destruyendo también el sector del taxi, que sufre una competencia desleal", ha dicho Óscar Reina tras la presentación de la denuncia.
El representante de Elite Taxi ha denunciado el "intrusismo" que está sufriendo el sector por parte de las VTC, que "están precarizando y convirtiendo en miseria la labor de sus propios trabajadores". "Pero lo peor no es eso, sino que gobiernos como el local o el autonómico ven bien esta precarización y son conniventes con la perversión del sistema de unas multinacionales que se saltan la ley a la torera. Son los mismos trabajadores los que han de levantar la voz para que esto cambie", señaló Rafael Baena, que echó en falta que haya un "control mínimo" por parte de la administración sobre las VTC.
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