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Criptógramas con sonido e historia

El chino es uno de los idiomas más complicados para el aprendizaje.

La profesora imparte la lección a un grupo de alumnos.
D. J. G.

15 de enero 2012 - 05:03

El Instituto Triana es uno de los dos centros educativos públicos en los que la Junta desarrolla de forma experimental la enseñanza del chino. A estas clases acuden 50 alumnos de distintas edades. La directora de este centro de Secundaria, Carmen Cabañero, explica que se han atendido todas las solicitudes presentadas durante el mes de septiembre, aunque algunos de los aspirantes reciben las clases en el IES Sevilla Este. Entre estos alumnos no sólo hay estudiantes del Triana, sino también vecinos del barrio y otros que viven en el Aljarafe.

La profesora encargada de impartir la enseñanza es Ju Yang, a la que todos llaman Serena. Se trata de una docente nativa acogida al convenio suscrito entre la Junta y Hanban. Tiene 23 años y es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Pekín. Durante su formación universitaria permaneció un curso en una universidad colombiana. Ahora tiene a su cargo a ocho grupos de estudiantes, entre los que se incluyen alumnos del instituto y los padres de éstos. Cada clase está dividida según los tramos de edad: de 5 a 8 años, de 8 a 12, de 12 a 16 y de 16 en adelante. El método de aprendizaje que emplea varía según la edad. Así, para los más pequeños es imprescindible el uso de pictogramas y juegos para hacer comprensible un lenguaje que no es nada fácil, sobre todo para los hablantes occidentales.

"El chino no tiene nada que ver con las lenguas extranjeras que son obligatorias en los centros públicos, como el inglés, el francés o el alemán", refiere Ju Yang, quien explica que "se trata de un idioma simbólico, basado en caracteres que contienen una parte fonética, simbólica y cultural". En total, existen 200 caracteres básicos, que se suman unos a otros hasta formar grandes "jeroglíficos", los cuales tienen en su mayoría una gran carga "histórica". Respecto a los sonidos, el idioma chino cuenta con 6 vocales y 26 consonantes básicas.

Al tratarse de una lengua opcional y fuera del horario lectivo, no existe un sistema de evaluación establecido, por lo que Ju Yang usa distintos métodos para comprobar el nivel de aprendizaje de sus alumnos. Para los más pequeños prepara juegos que tienen una dulce recompensa: golosinas y chocolates, mientras que los conocimientos adquiridos por adolescentes y mayores los controla mediante exámenes similares a los de las asignaturas convencionales. Después del primer trimestre, esta profesora asegura que si tuviera que calificar la evolución general de sus alumnos les pondría un notable. "Nunca les ha faltado interés, pese a que al principio era bastante complicado porque aprender chino no es nada fácil", asegura Ju Yang.

El Instituto Triana ha sido pionero en el fomento de las lenguas extranjeras. No en vano, fue uno de los primeros en impartir el plan bilingüe que con el paso de los años se ha convertido en uno de los programas estrella de la Junta. Posteriormente, fue también el primero en Sevilla en desarrollar el plan plurilingüe, por lo que sus alumnos reciben clases en español, inglés y francés. Su directora considera que el chino es un lenguaje "básico" porque se trata de una cultura con "mucho futuro" en occidente. "Es una herramienta importante para la búsqueda de empleo y para abrir otros mercados a las empresas".

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