La fiebre por los test de antígenos llega a las farmacias de Sevilla

En la Farmacia Tetuán, situada en la céntrica calle de la capital andaluza, los hay de dos tipos. De una sola unidad y de cinco. El que más se vende, con mucha diferencia, es el primero. Cuesta 7,95 euros, aunque “el precio es libre”, según detalla uno de los trabajadores de este establecimiento, que exhibe el test de antígenos de Covid, uno de los productos más demandados este verano en España y que ha alcanzado el millón de ventas desde que el 21 de julio se puede adquirir sin receta médica. Una auténtica fiebre de la que tampoco es ajena la provincia de Sevilla.

Aunque en un principio, ante la alta demanda de los primeros días, se temió que se sufriera un problema de desabastecimiento, por ahora, en las farmacias sevillanas no se ha llegado a tal extremo. En parte, porque sus titulares han sido bastante previsores. Así ha ocurrido en la de la calle Tetuán, donde su dueño se hizo con más de un centenar de test en el pedido que realizó en el momento en que se permitió su venta sin receta. Desde que comenzó agosto, se han vendido 33 en este establecimiento.

Según datos aportados por Cecofar, una de las principales distribuidoras de productos farmacéuticos, en la provincia de Sevilla se venden a la semana una media de 10.000 test de antígenos, aunque bien es cierto que los primeros días el número de pedidos era mayor, una tendencia que se ha relajado, debido, en buena medida, a que muchos sevillanos se encuentran ahora fuera de su residencial habitual, por lo que este tipo de compras las realiza en el lugar donde pasan las vacaciones.

Entre los clientes que solicitan este autodiagnóstico de Covid no hay un perfil concreto. De todas las edades y circunstancias, según detalla el trabajador de la Farmacia Tetuán. Las causas de la adquisición sí son más comunes:han estado en contacto con un positivo de coronavirus o se encuentran de viaje en Sevilla.

“Muchos de los que compran el test son turistas extranjeros, sobre todo, franceses”, precisa este empleado, quien también detalla que en este negocio se venden dos tipos de test: el de saliva y el nasal, aunque casi todos se decantan por este segundo, “pese a lo molesta que resulta la prueba”.

Aunque en un principio se podía pensar lo contrario, la mayoría de los clientes apenas pregunta sobre su uso. “Muchos ya vienen informados por internet”, refiere este farmacéutico, quien, no obstante, recomienda siempre leer detenidamente las instrucciones que aparecen en el envoltorio, donde se detalla su correcta utilización a través de pictogramas. El test que apenas se vende es el de anticuerpos, que se realiza a través de las gotas de sangre que se extraen con un pinchazo en la yema de los dedos.

Sin duda, la venta de test de antígenos es uno de los efectos que ha tenido la pandemia del Covid-19 en las farmacias, que también fueron testigos, hace más de un año, de la alta demanda de mascarillas, que desde comienzos del verano dejaron de ser obligatorias al aire libre, en espacios sin aglomeración de personas.

También en el centro de Sevilla, en la Farmacia Gaviño, en la calle O’Donnell, se ha constatado el interés por los autodiagnósticos de Covid. En un mes se ha vendido medio centenar de test de antígenos. El precio, expuesto en un cartel, es idéntico al anterior establecimiento: 7,95 euros. En este caso, la mayoría de la clientela que se hace con este producto tiene un promedio de edad de entre 40 y 50 años.

Dentro de este grupo de compradores destacan, en buena medida, los turistas. “Muchos preguntan al llevárselos si sirve para viajar, es decir, que si en caso de que les diera resultado negativo equivaldría a un certificado Covid”, señala Ricardo García, trabajador de esta farmacia, quien abunda en que el test carece de tal validación.

A este respecto, Antonio Mingorance, presidente del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos en Andalucía(Cacof), dejó claro ayer en Canal Sur Radio que los test de antígenos de las farmacias “no son diagnósticos, son indicativos y que no tienen validez para el certificado Covid, que sólo se obtiene con una PCR o un test de antígenos certificado por un profesional”. Es decir, el uso de este autodiagnóstico se ciñe al ámbito doméstico y adquiere especial interés durante las vacaciones, cuando son comunes los desplazamientos y la convivencia con personas que durante el resto del año residen en otro hogar.

Según Mingorance, desde el 22 de julio se han dispensado cerca de 400.000 test de antígenos en toda Andalucía. Las provincias donde estas ventas han alcanzado los niveles más altos son Málaga y Cádiz, en las que la población residencial se incrementa notablemente en verano.

Una fiebre por este tipo de test de la que también han sido testigo las farmacias sevillanas, en las que este producto se ha hecho muy habitual y se le está dando bastante salida. En la Farmacia Gaviño los clientes que lo solicitan apenas requieren de explicación para su uso. “Muchos vienen ya enseñados”, afirma Ricardo García, quien comprobó con un compañero su funcionamiento correcto en el interior de la farmacia. Si el verano de 2020 estuvo marcado por las mascarillas, el de 2021 lo está por los test de antígenos que, aunque no tienen validez para viajar, sí otorgan cierta tranquilidad en un hogar cuando dan negativo. O sirven para extremar precauciones en caso positivo.