Coto a los patinetes y motos eléctricas
Movilidad
El Ayuntamiento limitará las empresas que alquilan estos vehículos y acotará distintas zonas en la ciudad para su estacionamiento
Solución a la vista. El equipo de Juan Espadas ya tiene decidida la fórmula para poner coto a la proliferación de empresas de patinetes y motos eléctricas en la ciudad. El gobierno socialista apuesta por limitar en las próximas semanas el número de compañías que operan en Sevilla. No sólo eso. También quedarán fijadas las zonas que estos vehículos podrán ocupar de los espacios públicos y la tasa de que deberán abonar las empresas por la ocupación de la vía pública.
Ahora hay dos, pero existen varias empresas que han preavisado al gobierno socialista de que empezarán a funcionar en unos días al entender que cumplen con los requisitos exigidos por el Ayuntamiento. Durante su intervención ayer en la comisión de control y fiscalización por una pregunta realizada por Adelante Sevilla, el delegado de Movilidad y Tráfico, Juan Carlos Cabrera, expuso que preocupa la invasión de las aceras y el abandono de los patinetes en cualquier punto de la ciudad.
“Se someterán estas licencias de patinetes y motos a un procedimiento selectivo sobre el número de licencias a operar en la ciudad por rentabilidad económica y teniendo en cuenta la carga que puedan soportar los estacionamientos”, explicó Cabrera antes de incidir en que habrá una regulación ante esta “invasión” de las aceras como se hizo con Sevici o con los autobuses turísticos. Los técnicos elaborarán un mapa en el que aparecerán decenas de zonas acotadas por toda la ciudad para que los usuarios puedan estacionar este tipo de vehículos.
Los técnicos elaboran un documento mirando a varias ciudades como Madrid o Barcelona. La intención en la capital de España es limitar a 10.000 el número de patinetes eléctricos de empresas de alquiler con el objetivo de no saturar las calles. En diciembre del año pasado el Consistorio concedió un plazo de 72 horas a las empresas VOI, WIND y LIME para que retirasen sus vehículos de las calles porque las aplicaciones no eran capaces de determinar las zonas en las que los clientes podían iniciar y terminar el viaje. El Ayuntamiento de Madrid desconocía el número exacto de patinetes que había en la ciudad en aquel momento. Para su regreso, fijó un tope de patinetes por distrito, estableciendo la capacidad de cada uno en función de los kilómetros de calles transitables en patinete.
En Barcelona hay una ofensiva estos días contra el descontrol de los patinetes eléctricos de alquiler y otros vehículos de movilidad personal. El Ayuntamiento de la ciudad condal ha puesto en marcha las últimas semanas un dispositivo para sancionar y decomisar vehículos de movilidad personal de uso compartido que operan sin licencia. Tan sólo en un día la Guardia Urbana ha sacado de la calle 17 patinetes eléctricos y 16 sillas de alquiler por no tener permisos. Desde el pasado 16 de agosto se han puesto 1.500 multas a estos vehículos.
En Málaga el caos es aún mayor que en Sevilla. Para conseguir que los patinetes dejen de circular por las calles del centro, el Ayuntamiento exigió a finales de julio a las compañías que instalen en sus patinetes un sistema informático que apaga de forma automática el aparato de transporte cuando entra en una de estas calles, tomando como referencia el GPS. Cuatro firmas ya lo colocaron en sus patinetes y éstos se paran automáticamente al entrar en el centro.
La regularización que prepara el gobierno socialista será después de que la semana que viene se debata en el Pleno municipal ordinario de septiembre la modificación de la ordenanza de circulación para incorporar en el texto a los patinetes. Tras el periodo de alegaciones, la normativa contará con dos principales novedades: los patinetes podrán circular en las calles con un único carril de un sentido cuya velocidad máxima sea de 30 kilómetros horas y una pegatina colocada en el vehículo permita que no sea necesario llevar la documentación encima.
La primera alegación fue de la Asociación para la Movilidad Personal Ecológica de Sevilla (Ampes) para que se ampliase el permiso de circulación para los vehículos de movilidad personal a las calzadas de un sólo carril. El artículo queda redactado de la siguiente manera: “Estos vehículos podrán circular por las vías ciclistas de la ciudad. No se permite su circulación por aceras, zonas peatonales, ni en calzada salvo en zonas declaradas como Zona 30 ó 20 y en las calles con un único carril de un sentido de circulación cuya velocidad máxima permitida este limitada como máximo a 30 km/h, siempre que en los mismos no exista vías ciclista y la circulación se produzca por el centro de la calzada”.
La segunda alegación aceptada fue de la sociedad Ari Sharing, que solicitaba la obligatoriedad de los usuarios de portar en todo momento la documentación técnica del vehículo. En el artículo se describe que “se admite que la documentación pueda ser sustituida por una pegatina colocada en el vehículo”.
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