Coronavirus Sevilla: Los efectos del confinamiento en la salud de los sevillanos
El estar encerrados pasa factura a la salud física y mental
Médicos de Familia, de Urgencias y pediatras revelan cuáles son las patologías más comunes atendidas durante el estado de alarma
El coronavirus no sólo provoca trastornos como los respiratorios, los vasculares o los neurológicos. De forma indirecta, también está dejando huella sobre la salud en general de la población. Y es que la vida confinada también pasa factura y efectivamente, estamos encerrados por nuestra salud... pero también a costa de nuestra salud.
Cuando se cumplen 57 días del estado de alarma, el bienestar físico y, sobre todo, el emocional empiezan a tambalearse con dolencias comunes en la mayoría de la ciudadanía y que también dejaran huella como los efectos colaterales de la pandemia.
Tres médicos de familia y un pediatra de distintos centros de salud de la provincia y profesionales del Servicio de Urgencias de Atención primaria (SUAP) revelan cuáles son las dolencias mas habituales que han atendido en los pacientes durante la cuarentena y qué se puede hacer para prevenirlas y aliviarlas.
De su opinión se desprende cómo la sensación general de los pacientes sobre el propio estado de salud empeora, con efectos negativos en términos de incremento de estrés, malestar y disminución del ejercicio físico y, sobre todo, su preocupación en algunos casos por aquellas patologías importantes no relacionadas con el coronavirus que han dejado de atender por el miedo de los pacientes al contagio.
De hecho, un estudio reciente de la OCU así lo corrobora a través de una encuesta realizada tanto en España como en otros países del entorno, sobre el confinamiento al que ha obligado el coronavirus, y cómo afecta a la población. Las respuestas de más de 1.000 usuarios españoles dan unas interesantes claves para comprender mejor cómo está afectando el encierro y en lo que a la salud se refiere demuestra que un 63% de los encuestados sienten que el confinamiento tiene un efecto negativo en su condición física, es decir, se sienten ahora peor. Pero también afecta a la mente. Un 58% de los españoles considera que este encierro y la situación les está pasando factura emocional.
Además, teniendo en cuenta que 4 de cada 10 españoles considera que su salud es ahora peor que antes, un dato especialmente grave que recoge el resultado de esta encuesta, es el hecho de que en un 10% de los hogares se ha evitado ir a las Urgencias de un hospital por algún problema de salud importante (no relacionado con el coronavirus) por temor a contagiarse.
Entre tanto aquellas dolencias que sí han acaparado la mayoría de las consultas médicas de los sevillanos, ya sean presenciales o telemáticas, son las relacionadas con la ansiedad, estrés, miedo al contagio, alergia y asma, dermatitis, eccemas y quemaduras químicas, insomnio, problemas digestivos como el estreñimiento, heridas, golpes y lumbalgias, cuadros hipocondríacos o angustia por no ver a los seres queridos, sobre todo en los mas pequeños.
Mariano Álvarez Campos es Médico de Familia en el centro de salud Amante Laffón en Triana. El doctor habla de "dos etapas absolutamente diferenciadas" en estos dos meses. "Inicialmente la inmensa mayoría de las consultas tanto telefónicas como presenciales giraban en torno a Covid 19, pero a medida que han ido perdiendo peso estas consultas, han sido sustituidas por otras comunes entre las que han predominado manifestaciones en la esfera psíquica provocadas por miedo al contagio o por el confinamiento, estacionales del tipo alergias y asma, y relacionadas con patologías crónicas y oncológicas". Álvarez Campos habla también de la frecuente atención de pacientes con problemas digestivos provocados, según explica, por el sedentarismo, el tipo de dieta llevada y por la relación directa a la edad y patologías previas del aparato digestivo.
Para prevenir estas dolencias el facultativo recomienda "hacer tablas de ejercicio, evitar el sedentarismo tras las comidas, una hidratación adecuada y el consumo de productos ricos en fibra, incluso en algunos casos con la prescripción de compuestos de fibra".
Este periodo de confinamiento también puede provocar insomnio. El encierro en casa, la falta de actividad física y la angustia por la situación sanitaria actual ha llevado a muchos pacientes a la consulta del doctor Álvarez Campos por trastornos del sueño. "Durante este tiempo han sido muy frecuentes los casos de insomnio y trastornos del sueño que he tratado. El drástico cambio en hábitos de vida, las preocupaciones de salud propia o de familia y el incierto futuro laboral o económico han sido determinantes", manifiesta.
Otras dolencias psíquicas tratadas por el facultativo estos días son "trastornos adaptativos con ansiedad, trastornos fóbicos, un caso de trastorno obsesivo-compulsivo y descompensaciones de patologías mentales graves". Apunta el doctor que señala que en lo que a problema físicos se refiere en su consulta ha tratado esguinces de rodilla o tobillo y traumatismos diversos "por el ejercicio en espacios reducidos".
Esta misma situación también se vive en las zonas rurales de la provincia. Rocío Perea es médico en el centro de salud de Lebrija. En su caso, han despuntado especialmente las consultas relacionadas con la esfera emocional, quejas sobre insomnio, sintomatología ansiosa y somatizaciones relacionadas con el estrés e incluso "casos de ideación suicida o ideas delirantes relacionadas con el coronavirus", advierte. En la misma línea que el doctor Álvarez Campos, también se han acrecentado las atenciones relacionadas con la falta de movilidad, como el aumento de dolores de todo tipo o el estreñimiento, derivado de problemas digestivos.
Pese a las restricciones impuestas por el confinamiento y el miedo a los desconocido, la doctora subraya la importancia de "cuidar la salud mental". "Si estamos en esta esfera bien vamos a afrontar mejor todo lo demás. Mantener la mente ocupada, buscar nuevas actividades para hacer en domicilio, recuperar o buscar inquietudes nuevas. Sentirnos útiles y activos es muy importante y el acompañamiento de nuestros seres queridos es también primordial, sabernos escuchados, poder comunicar nuestras inquietudes, nuestros miedos, nuestras vivencias positivas... por ello hay que estar especialmente ahora cercanos a todos ellos", explica y matiza que en su centro de salud los profesionales están realizando llamadas de teléfono a personas con riesgo de soledad y que se muestran "muy agradecidos por verse acompañados".
Otra afección que también ha aumentando durante el confinamiento, según la doctora, es la dermatitis. "Todos los sanitarios lo hemos notado, nuestra piel se ha afectado porque el lavado excesivo y el uso de sustancias irritantes ha dañado nuestra epidermis. Notamos la piel seca, incluso hemos sufrido heridas, especialmente los primeros días", explica la facultativa.
También a la consulta del doctor David Maya, en el ambulatorio de Villanueva del Río y Minas, han llegado pacientes con esta dolencia. Entre las principales patologías atendidas durante los dos últimos meses por este facultativo destacan las de tipo traumáticas (heridas, golpes, lumbalgias, fracturas), respiratorias (infecciones respiratorias frecuentes en esta época del año: faringoamigdalitis y otitis, asma bronquial, síntomas alérgicos), cuadros de ansiedad (temblores, insomnio, sudación, ansiedad, palpitaciones…), urticarias, crisis hipertensivas, tromboflebitis (la mayoría de ellas superficiales) y patologías crónicas exacerbadas, la mayoría de ellas, por la falta de adhesión o por la incorrecta toma de su medicación.
El facultativo destaca los casos de insomnio tratados en pacientes, "sobre todo relacionados con uso excesivo de pantallas retroiluminadas y con cuadros de ansiedad derivados del miedo al contagio por coronavirus". A ello se suman otras dolencias psicológicas como la ansiedad, el estrés y "toda la cohorte de síntomas que de ellos derivan como temblores, sudación, dificultad para respirar, hormigueo en las extremidades o hiperventilación", matiza.
Al igual que sus compañeros, el doctor advierte de los problemas digestivos tratados por la "inmovilización y los cambios de dieta" que conllevan al padecimiento de dispepsia y que pueden asociarse a pirosis y a estreñimiento. Para evitar estas situaciones o aliviarlas, recomienda "mantener una dieta equilibrada, ajustar las calorías ingeridas a la actividad física que se realiza, intentar mantener en la medida de lo posible una cierta actividad física ajustada a las características de cada paciente, ingesta de alimentos con fibra alimentaria y una hidratación adecuada".
De igual modo, todos estos profesionales coinciden en la atención de patologías derivadas del teletrabajo y el excesivo tiempo sentado tales como la pérdida de masa muscular que, en el caso de los más mayores, "afecta a la movilidad de sus articulaciones y aumenta el dolor crónico de las mismas", avisa la doctora Perea. Más allá va el doctor Maya que explica que, la falta de movilidad provocada por el confinamiento puede tener consecuencias a nivel circulatorio, óseo, muscular, metabólico o digestivo.
Junto a estas dolencias que han acaparado la mayoría de consultas en Atencion Primaria están aquellas sufridas por pacientes que por miedo al contagio han dejado pasar sin pedir ayuda médica, en algunos casos de carácter grave. Florentina Moreno es médico del Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) y asegura que, aunque al principio del estado de alarma la mayoría de avisos que atendían estaban relacionados con posibles síntomas del coronavirus, la situación empezó a cambiar poco después. El servicio tuvo que reorganizarse y al inicio del estado de alarma, de los seis equipos móviles que hay en Sevilla, tres de ellos se dedicaban sólo a patologías sospechosas de Covid-19. Entre las dolencias atendidas relacionadas con el confinamiento destacan sobre todo las manifestadas por pacientes mayores.
"Tienen miedo a enfermar y como saben que son población vulnerable, sobre todo tienen miedo a morir solos en un hospital sin sus familiares. Estamos viendo ahora muchas crisis de angustias somatizadas en personas mayores, es decir, que se manifiestan como falta de aire, sensación de ahogo, palpitaciones, opresión torácica. También personas mayores que han perdido su movilidad por la pérdida de masa muscular cuando antes podían deambular por el domicilio. El estreñimiento también es consecuencia de la falta de movilidad en población añosa", relata.
El miedo de algunos pacientes a acudir a un centro hospitalario por temor al contagio ha llevado a algunos pacientes a aguantar en sus domicilios "patologías crónicas muy descompensadas, que en la mayoría de los casos requerían ingreso hospitalario". "Durante esos primeros días e incluso dos semanas desaparecieron el resto de patologías. Los pacientes nos han llegado a comentar que tienen miedo a que los derivemos al hospital y contagiarse allí, tienen miedo a estar solos hospitalizados y en el peor de los casos a no volver a ver a sus familiares. Además temen más una posible infección por Covid que la reagudización de sus patologías crónicas. Debido a ese miedo hemos visto pacientes en sus domicilios que han aguantado en casa con sus patologías crónicas muy descompensadas y que, en la mayoría de los casos, cuando los valorábamos ya requerían ingreso hospitalario. Aún así se resistían a ir y nos preguntaban en qué caso corrían más riesgo, si quedándose en casa con su enfermedad descompensada o yendo al hospital con la posibilidad remota de infectarse allí. Hablamos sobre todo de insuficiencias cardíacas y EPOC o accidentes vasculocerebrales muy evolucionados en su clínica", relata.
Aunque la doctora avisa de que otras patologías que antes se atendían frecuentemente como dolor en pacientes oncológicos paliativos, agitaciones psicomotrices en pacientes con Alzheimer o Demencia senil, cólicos nefríticos, dolores abdominales, hipoglucemias, síncopes ,cuadros vertiginosos, crisis de asma, entre otros, "de un día para otro desaparecieron". No obstante, destaca que esto es fruto de la "labor silenciosa y esencial" de la Atención Primaria en esta crisis que han hecho que "en muchos casos los pacientes y familiares hayan ido manejando sus patologías guiados por su Médicos de Familia, permitiendo que cada vez son más autónomos y autoresponsables de sus patologías crónicas"./data/user/0/com.samsung.android.app.notes/files/share/clipdata_200508_011402_243.sdoc
Los mas pequeños tampoco escapan a esos efectos colaterales del confinamiento por la pandemia sanitaria. En el centro de salud Amante Laffón, el doctor Cristóbal Coronel relata las experiencias vividas en los últimos dos meses por el servicio de Pediatría del centro. En los niños no hay daños por pasar mucho tiempo sentado, porque "los niños pequeños no se sientan y lo normal es que no paren y no echen de menos salir" Sí han atendidos patologías de este tipo en los adolescentes tales como la disminución de la masa muscular o alteración del sistema músculo esquelético. También en este grupo de edad, avisa el pediatra de un aumento de consultas por estreñimiento en pacientes susceptibles así como conjuntivitis que, "aunque en muchos casos coincide con la alérgica o estacional", también pueden ser coincidentes con un "aumento de consumo de televisión videojuegos o videoconsolas".
El pediatra señala que también las dermatitis y los trastornos del sueño han acaparado buena parte de sus consultas durante el estado de alarma. "En niños con dermatitis atópicas, y algunos con tics hemos visto lesiones dérmicas importantes por abuso de gel limpiador y antiséptico", afirma. El insomnio habría afectado mucho más a los mayores que a los pequeños, que, en palabras del doctor, estarían más afectados por "el miedo al bicho" inculcado por los progenitores. "Aproximadamente se han visto cerca del 24% de niños con alteración en el sueño y un 12% con terrores nocturnos. El miedo al virus o bicho por los más pequeños que le hemos inculcado han hecho que luego sean receloso a salir cuando se les ha autorizado por el miedo que se les ha inducido", manifiesta.
No obstante, la principal huella que el confinamiento está dejando en los más pequeños de la casa deriva de la "frustración al perder la libertad" y "la convivencia continua con las mismas personas en espacios pequeños en la mayor parte de casos". "En niños pequeños hemos resuelto muchas dudas de padres de angustia de sus hijos por menor contacto con los seres queridos como por ejemplo los abuelos y tíos", manifiesta.
Lo bueno que dejará el estado de alarma en el sistema sanitario es un uso más racional de los recursos, con pacientes que han sabido gestionar sus dolencias sin gravedad desde casa, y, sobre todo, la funcionalidad de la consultas telemáticas o por teléfono. "He tratado por teléfono a personas, que por miedo, han tomado decisiones en casa y han tratado patologías banales con muy buen criterio, teníamos a una sociedad que necesitaba al sanitario para casi todo, y se están dando cuenta que pueden hacer por su salud muchas más cosas de las que piensan", explica la doctora Rocío Perea.
No obstante, también avisan de las consecuencias que tendrá este cambio asistencial prolongado. "Nos hace temer que habrá una patología emergente acumulada y cuando se vaya alcanzando la nueva normalidad tendremos que estar muy bien preparados porque el modelo de Atención Primaria que conocíamos con hasta 30 personas simultáneamente en la sala de espera con citas cada 5 minutos en muchas ocasiones duplicadas, es obsoleto", recalca del Médico de Familia Mariano Álvarez.
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