"Este virus es mucho más serio que una gripe y ahí es donde nos equivocamos al principio"
Coronavirus: Jesús Rodríguez Baño | Jefe del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Virgen Macarena
El especialista afirma que estamos en una fase descendente y constata que sólo el confinamiento ha frenado la transmisión de un virus que llegó a ser de hasta 6 contagios por persona infectada
En un hospital totalmente reorganizado y preocupado en su totalidad por hacer frente a la pandemia del coronavirus, el investigador Jesús Rodríguez Baño se encuentra al frente de una unidad clave en el seguimiento, tratamiento y estudio de un virus que se ha cobrado ya la vida de 207 y que cuenta por miles las personas infectadas. Desde el servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Virgen Macarena, el equipo de Rodríguez Baño, que también es presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología, lleva semanas prácticamente dedicado a los pacientes del Covid-19. Un servicio desde el que constatan la bajada de la presión asistencial, así como la reducción del índice de trasmisibilidad de un virus, que no hay llegado a ser tan "catastrófico" en Sevilla como en otras partes de España y el mundo. Aunque con errores al inicio, cuenado el coronavirus se entendió como una gripe, Rodríguez Baño admite que los conocimientos adquiridos a raíz del impacto en la población ha permitido a su unidad conocer mucho el comportamiento del virus SARS-CoV-2 y, lamentablemente, su alta mortalidad, muy alejada de la demostrada por las distintas mutaciones de la gripe.
-¿Cómo arranca cada día el funcionamiento de un hospital dentro de la situación de lucha contra la pandemia?
-Bueno, pues cada día nos reunimos todo el equipo asistencial que atiende a los pacientes, que es un grupo multidisciplinar formado por miembros de seguimiento de la unidad de Enfermedades Infecciosas, que somos los que llevamos la coordinación, pero hay también compañeros de medicina interna, de neumología y otros especialistas voluntarios. Distribuimos la tarea y planificamos los tratamientos que vamos a aplicar a los pacientes, damos altas, revisamos ingresos, coordinamos proyectos de investigación y nos reunimos con la unidad de Cuidados Intensivos para así, entre todos, colaborar en el mejor tratamiento. También hay reuniones diarias del grupo de gestión, es decir, sobre problemas en el hospital, en la que intervienen dirección, Medicina Preventiva, Pediatría, Microbiología… todos los implicados en tratar la pandemia para tratar ver temas como las camas dedicadas a la enfermedad, ver si es preciso habilitar o cerrar alas, si es necesario más personal en un sitio u otro, se analiza cómo estamos de equipos de protección individual y finalmente volvemos vuelve a ver una nueva reunión de todo el equipo asistencial para volver a ver cómo ha ido la mañana de todos los pacientes y planificar la siguiente guardia.
-¿Qué implica una situación como ésta en lo que es vuestro trabajo diario?
-Es una transformación total. Hemos tenido que reducir de manera importante toda la actividad que no está relacionada con el virus porque actualmente todos los médicos del servicios de enfermedades infecciosas están casi al 90% en este problema, por lo cual hemos tenido que reducir, lógicamente, las actividades en otras áreas, aunque es verdad que la actividad asistencial en otras áreas también ha disminuido mucho. En cuando al día a día, ahora las consultas ahora se hacen telefónicamente en el 90% de los casos y la gran mayoría está dedicado a la atención de estos pacientes. Lo cierto es que estamos trabajando con una reorganización completa que no sólo nos afecta a nosotros. Todo el hospital entero ha tenido que reorganizase ante esta pandemia para abrir alas nuevas para ubicar a pacientes con esta infección o con la sospecha de tenerla o establecer circuitos en Urgencias para derivar por una vía o por otra a los pacientes.
-¿Cuál es la radiografía epidemiológica del coronavirus ahora mismo en la provincia?
-Lo que llevamos percibiendo desde hace algunos días es una disminución clara en el número de pacientes nuevos que diagnosticamos de la infección y, aunque sigue habiendo nuevos casos, son muchos menos que los que había la semana pasada. Ahora estamos muy pendientes de la situación en las residencias de mayores donde puede haber una mayor transmisión pero se está trabajando intensamente en ello por lo que tenemos la sensación de que, aunque todavía puede haber alguna transmisión tanto en la ciudadanía como en las residencias, es verdad que se puede decir ya que el problema está ahora mismo en la mejor situación desde que empezó el brote.
-¿Podríamos entonces decir ya que hemos dejado atrás el pico de la epidemia?
-Bueno, estamos en la fase descendente, lo que pasa es que todavía a nivel asistencial, como la estancia media de los pacientes con infección suelen ser largas porque algunos tienen complicaciones, y esto hace que sigamos teniendo un acúmulo importante de personas ingresadas a las que no podemos dar el alta, pese a las muchas que ya hemos dado, pues seguimos a la espera de que esto pueda ir cambiando en los próximos días. Pero sí estamos en la cuesta abajo. No obstante, también estamos con la incertidumbre sobre qué va a ocurrir ahora que se han modificado las medidas de confinamiento y se han liberalizado un poco, aunque si está habiendo más transmisión o no no lo vamos a notar de aquí a mañana sino pasadas algunas semanas y habrá que estar atentos a ello.
-¿Qué sabemos del virus?
Sabemos bastante cosas, pero desonocemos no sé si tantas o más como las que conocemos. Sabemos la familia a la que pertenece; cómo se transmite principalmente, que como se ha dicho tantas veces lo de entrar en contacto con las gotitas; sabemos que la transmisión que llamamos aérea, es decir, el virus que se queda flotando en el aire en micropartículas es poco frecuente que transmita la enfermedad; sabemos que es muy, muy contagioso, tremendamente contagioso; así como que una parte muy importante de las personas que los tienen no presenta síntomas o los tiene muy leve, que es precisamente lo que ha hecho muy difícil el control porque normalmente las pruebas diagnósticas de cualquier enfermedad se le hacen a personas que tienen síntomas y por tanto aquí al haber tantas personas asintomáticas dificulta el conocer cuántas personas están infectadas y que son capaces de transmitir el virus. Y también sabemos que produce una infección seria en un porcentaje pequeño de personas, pero que al haber muchas infecciones son muchas las personas que están teniendo infección seria y un porcentaje de ellas, una infección verdaderamente grave.
-¿Cree que la llegada del calor frenará esta crisis sanitaria?
-Es una pregunta que, la verdad, no sé responder porque hay teorías a favor y en contra y tanto unas como otras parecen bastantes sensatas. La mayoría de la gente piensa que este virus, como ha ocurrido con otros virus respiratorios, terminará convirtiéndose en un virus estacional, pero si eso va a ocurrir ya o habrá que esperar un ciclo más para producirse, pues eso no lo sabemos. Es verdad que sabemos que el virus no se replica igual a temperaturas altas, pero eso no es un factor clave porque puede haber otros que influyan en la transmisibilidad y, la verdad, es que eso no tiene una respuesta todavía.
-¿Cuál ha sido el impacto del coronavirus en Sevilla?
-Yo creo que aquí hemos tenido la, entrecomillas, buena suerte de que, dentro de la catástrofe que supone una pandemia como esta, si nos comparamos con la situación de otras zonas del norte de España o del sur de Europa, ha sido un impacto más benigno. Es verdad que ha habido transmisión comunitaria y que la mayoría de las personas que atendemos no han tenido contacto con personas de fuera o no han viajado, pero el grado de transmisión ha sido bajo, probablemente porque cuando se tomaron las medidas de confinamiento aquí todavía el grado de transmisión no era tan alto como para haber causado el gravísimo problema que hemos visto en Madrid, Cataluña, el norte de Italia o en alguna otra zona. Yo creo que aquí las medidas han llegado a tiempo para evitar que la transmisión fuera masiva.
-¿Podría un paciente reincidir?
-Pues no lo sabemos. La experiencia que hay es que no es imposible, pero los datos que hay publicados indican que podría ser anecdótico o muy raro. No obstante hay posibilidades porque no conocemos muy bien cómo es la inmunidad que se consigue después de la infección y no sabemos si todo el mundo se inmuniza y si esa inmunización es muy potente o no y si es duradera o no.
-¿Qué seguimiento de le hace a los pacientes que reciben el alta hospitalaria?
-Cuando damos de alta un paciente que ha estado ingresado por una infección por el virus le hacemos un seguimiento telefónico y hasta que no estamos seguro de que van bien pues no les damos de alta. Es más junto a los neumólogos del hospital los especialistas de infecciosos estamos desarrollando un proyecto para hacer un seguimiento a más largo plazo para quedarnos tranquilos de que no hay secuelas con el paso del tiempo y que no hay ninguna complicacion.
-¿Cómo suelen actuar las epidemias una vez alcanzan su pico máximo?
Aquí lo que pasa es que la experiencia que tenemos en pandemias como esta es igual a cero porque es la primera a la que prácticamente todos nosotros nos estamos enfrentando. Lo que sabemos un poco de la epidemiología general de los virus que producen infecciones respiratorias, es que cuando se ha infectado una parte importante de la población se genera un cierto nivel de inmunidad que hace que el virus solamente afecte de manera estacional a determinados sectores, aunque es verdad que puede haber mutaciones, como pasa con la gripe, pero vamos en este caso no tenemos mucha guía y no sabemos lo que va a ocurrir. Es de esperar que si seguimos con las medidas de confinamiento el tiempo suficiente dejara de haber trasmisiones o estas se reducirán de forma significativa, aunque existirá el riesgo cuando se levanten del todo que los pocos casos que haya, porque que seguirá habiendo, vayan a producir una gran transmisión. Por eso hay que estar muy seguros de que cuando se levanten las medidas del estado de alarma esté muy bien planificado el cómo vamos a estar activos en buscar y detectar todos los posibles casos para evitar nuevas transmisiones y aislar a las personas que puedan tener la infección antes de que haya de nuevo transmisión comunitaria importante. Yo creo que la información que nos va a llegar de China, donde como ya sabemos en Wuhan se está levantando progresivamente el confinamiento, va a ser muy importante para nosotros en la toma de decisiones.
-¿Qué hay de verdad en eso que de jo al principio de que esto no era más que una gripe?
-Ahí nos equivocamos y mucho. La información inicial que nos llegaba de China y pensando que el número de infectados era mucho mayor del que en un principio se dijo, incluso en varios millones más de los que se recocían, se planteaba que la mortalidad era muy baja y se hicieron cálculos de que podrían ser iguales a los de la gripe, pero insisto, nos equivocamos, yo el primero, y hay que reconocer que esta enfermedad no es una gripe, primero porque es de una familia diferente y segundo porque tiene un índice de gravedad y mortalidad superior a todas las gripes estacionales e incluso a la pandémica del 2009, aquella pandemia que finalmente fue mucho más leve de lo que parecía inicialmente que podía ser. De manera que no, esto no es una gripe, es una enfermedad más seria, aunque es verdad, para tranquilidad de los ciudadanos, que la mayoría de las personas infectadas son asintomáticas o leves, pero hay un porcentaje de personas en las que produce infecciones más seria y algunas pues incluso mueren. La mortalidad real no la sabemos porque necesitamos saber cuantas personas hay infectadas para saber su mortalidad pero claramente es una tasa superior a la de la gripe.
-¿Cuál es actualmente el índice de contagiosidad del virus?
-Los estudios mas serios que he leído hablaban de que lo inicial estaba en que cada persona contagiaba de media entre dos y tres personas, pero la mayoría de estudios serios de la actualidad hablan de 3,4 y hasta 6 y eso es muchísimo. Es un porcentaje altísimo que significa que la infección en una población se duplica con mucha rapidez. Ahora ya, con las medidas de confinamiento los datos de los modelos que se han estudiado ya nos dicen que estamos en uno por debajo de uno y eso, técnicamente, es lo único capaz de acabar con las epidemias de por sí, pero si quedan personas cuando levantemos las medidas que todavía puedan ser contagiosas, pues todavía puede haber el riesgo de contraer la enfermedad.
-¿Cuál es la tasa de contagio que hemos alcanzado?
-Pues no lo lo sabemos tampoco porque para eso necesitaríamos hacer algo que se va a empezar a hacer en el país que son estudios serológicos poblacionales y consisten en intentar tener una estimación de cuánta gente se ha contagiado a través de un análisis de sangre en los que se mira si tienen anticuerpos frente al virus, lo que significaría que han estado en contacto con él. Si se hace un estudio tomando una muestra representativa de la población eso puede dar una idea sobre qué porcentaje de la población ha podido ser infectada así como identificarla por grupo de edades y otras situaciones. Ahora mismo no lo sabemos y hay estimaciones muy diversas que hablan de que el número de infectados puede ser 10 veces superior al del número declarados, pero la verdad es que no se sabe si son 10, 20 o mil veces superior. Las estimaciones ahora mismo hasta que no temamos esa información son poco fiables.
-¿Cree que el Covid-19 ha llegado para quedarse?
-Pues es una pregunta apasionante, pero que tampoco tiene respuesta porque los escenarios pueden ser distintos. Pudiera ser que, como ha pasado con muchos virus respiratorios, una vez pasada la gran epidemia se convierte en un virus más benigno porque una parte importante de la población sea inmune o tenga un grado elevado de inmunidad y se convierta en una infección estacional más benigna, escenario al que a todos nos gustaría que se llegara como mal menor, pero hay otra posibilidad que es que el virus desaparezca por completo o, por lo menos, deje de causar un número de infecciones razonables y eso, visto como se está comportando necesitaríamos para que pasases que un elevado número de la población fuera inmune y además fuera una inmunidad muy duradera y verdaderamente potente. Son las dos posibilidades en las que está ahora mismo el abanico. Lo que la mayoría piensa es que si esto se pareciera a los virus de la gripe, aunque insisto los coronavirus no son virus de la gripe, pues probablemente se convertiría en un virus estacional y aunque, probablemente, seguiría provocando infecciones serias, serían en un número muchísimo menor de lo que ocurre ahora. Y si eso va a tener que hacer cambiar nuestra costumbres pues ya veremos. Nos quedan algunas semanas para ver cómo vamos a tener que comportarnos en un futuro.
-¿Qué llegará antes tratamiento o vacuna?
-Tratamiento. Los ensayos clínicos de tratamientos están algunos terminándose y otros muy avanzados y probablemente puedan aportar información pronto y aunque yo no espero un tratamiento maravilloso que cuide a todo el mundo, sí esperamos que haya fármacos que al menos en las infecciones graves sean capaces de quitar dureza a la enfermad y reducir la mortalidad. De eso sí tenemos la esperanza de que pueda ocurrir en las próximas semanas y como mucho próximos meses. En cuanto a la vacuna, sin ser yo experto en ello, lo que me cuentan los que sí lo son, es una cuestión que tiene sus dificultades. La primera es que no conocemos muy bien cuál es nuestra respuesta inmune al virus en en el sentido de si nos protege, cuánto o cómo y esa es una información crucial para llegar a dar con la vacuna. Sé que hay ya modelos, pero el hecho de que vayan a ser o no eficaces requerirá todavía de mucho desarrollo y tiempo, entre los más optimistas entre seis meses y un año para empezar a hablar.
-¿Qué alternativas puede haber a la llegada de una vacuna eficaz?
-Las alternativas a la la vacuna, a parte de las medidas de prevención lógicas, serían, buscar fármacos que remeden lo que es nuestro sistema inmune cuando uno se cura de una infección, es decir, que al igual que se hace de manera natural estos generen anticuerpos y otro tipo de mecanismos de defensa para bloquear tanto determinadas proteínas del virus como los receptores que el virus utiliza para entrar en las células, funcionando como medicamentos preventivos. La otra alterativa sería el tratamiento, es decir, una vez que ya hay infección por el virus, buscar fármacos que de verdad sean eficaces tanto en la fase inicial como en la fase de reacción inflamatoria de la persona.
-¿Qué tendría que en España se cambiara de escenario y el el Covid-19 se convirtiera en una infección menor?
Dada la magnitud del problema y dada la repercusión brutal en salud que ha tenido, yo sospecho, y creo, y sería lo razonable, que fuéramos todos muy prudentes. Es decir, aquí no creo que los riesgos en salud publica vaya nadie a tomarlos y los responsables van a ser muy prudentes porque un error aquí tiene unas consecuencias tremendas. Entonces yo, no lo sé, pero sospecho que, siguiendo ele ejemplo de China y algunos otros países donde la situación se está empezando a controlar muy bien, pues quizás haya que esperar a que haya un nivel de transmisión muy bajo en la comunidad para empezar progresivamente a levantar las medidas de confinamiento y de manera progresiva y vigilando muy bien los posibles nuevos casos y transmisiones y ver si eso es capaz de evitar nuevos problemas. Yo creo que todavía nos falta un poco, no tengo ni idea de cuánto, y es probable que en nuestro caso en Sevilla, o en general en Andalucía, que hemos sido menos afectados que en otras regiones, seguramente llegaremos a ese punto un poquito antes, pero no estará de más que nos aseguremos y seamos prudentes.
-Una vez hablemos ya de control de la expansión, ¿qué es lo primero que deberían hacer las autoridades sanitarias?
-Sin sentirme autorizado para hacer recomendaciones a las autoridades, en ese sentido, considero que es muy importante tener previsto cómo se va a abordar el seguimiento y el despistaje de los posibles nuevos casos que ocurran en esta situación, es decir, tenemos que tener los medios diagnósticos muy disponibles y el sistema sanitario muy bien preparado tanto en la atención primaria como hospitalaria para localizar cualquier caso nuevo y rápidamente poder intervenir y tomar medidas de aislamiento y demás con la personas y sus contactos de los casos nuevos de manera muy rápida porque el virus se expande con mucha facilidad y entonces habrá que actuar muy rápido. Entonces teniendo eso previsto, que me consta que se hará porque la planificación es hacerlo... y a partir de ahí ir progresivamente permitiendo el movimiento y la actividad con las medidas perfectamente listas y preparadas y muy atentos para intervenir de nuevo ante cualquier circunstancia.
-¿Cuál es la única solución para evitar la propagación del virus?
-Me temo que la única solución ha sido el confinamiento. Entendemos que no ha habido otra, si tuviéramos una vacuna sería lógicamente una medida de ayuda espectacular, pero, sin ayuda, en un virus de esta contagiosidad tan importante y en las condiciones en las que esto se transmite, creo que no hay otra. Creo que todos los países hemos aprendido para la siguiente que en una situación así el confinamiento tiene que hacerse antes. Pero claro, una aprende a veces examinando lo que ya ha ocurrido y otros países han tenido la suerte de que no han tenido trasmisión masiva antes de tomar las medidas y la verdad es que creo que también ha ocurrido eso en nuestra región y en nuestra provincia.
-¿Cómo nos ve dentro de unas semanas?
-Me gustaría pensar que va seguir disminuyendo el numero de casos progresivamente y que, aunque se vayan a ir levantando progresivamente las medidas, se vayan detectando pocos casos y con ellos se vayan tomando las medidas adecuadas y creo que así no tendremos un retroceso. Es posible que sigamos teniendo casos por lo que creo que hay que estar preparados para eso para que seamos capaces de pararlo rápidamente. Me gustaría pensar que en un mes, aunque creo que no habremos vuelto aún a la normalidad, al menos estemos viendo que la situación está controlada y es controlable y que podremos seguir progresando en las medidas de aperturas.
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