La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
Seis militares franquean la puerta de acceso a la base de El Copero. En su interior, además de realizar las actividades habituales del Ejército de Tierra, se está llevando a cabo un programa de adiestramiento en el sistema de misiles Hawk, halcón en inglés, o su nombre real: Homing All the Way Killer ('Asesino guiado a lo largo de todo el vuelo'), dirigido a un veintena de oficiales del ejército de Ucrania. Es la primera vez que se realiza una formación de estas características para ejércitos de otros países en la base sevillana.
Los militares ucranianos desembarcaron el pasado 12 de enero en la capital hispalense con el objetivo de realizar este entrenamiento intensivo de 80 horas, mañana, tarde y noche, de lunes a domingo. Estos milicianos, que comprenden edades de los 25 a los 40 años, son profesionales que ya han combatido en la guerra de Ucrania, conflicto bélico que el próximo 24 de febrero cumplirá su primer año.
La finalidad es que los profesionales aprendan el manejo y mantenimiento del sistema de defensa antiaéreo, del que España ha donado seis lanzaderas a Ucrania contribuyendo así a la Misión de Asistencia Militar de la Unión Europea en apoyo a Ucrania. Además de estos artefactos, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha apuntado esta semana que ya trabaja con la industria para determinar cuáles de los tanques Leopard 2, que llevan años en desuso y están almacenados en Zaragoza, son recuperables para su puesta a punto y su envío a Ucrania.
"Esto es un curso de iniciación básica y familiarización al sistema. A partir de ahí, las horas son fundamentales, pero ellos ya están en condiciones de operar y entrar en posición, adquirir un blanco y lanzar fuego", explica el coronel Diego Alcolea Navarro. Además, recalca estar "totalmente satisfecho" con el desarrollo del adiestramiento y el interés profesional que han mostrado los militares ucranianos.
Alcolea menciona lo gratificante que resulta "trabajar hombro con hombro" con personas que están viviendo una situación tan excepcional y de estas características. En este sentido, señala que los militares tienen una señal en sus dispositivos móviles que les avisa "cuando se producen ataques en sus ciudades" y les permite estar alerta. "Nos hemos llevado algún susto, teniendo en cuenta que sus familias permanecen en Ucrania y que está viviendo una situación límite", recalca.
El coronel apostilla que han sido jornadas muy duras, con un nivel de exigencia muy alto, en las que los militares ucranianos no han salido de El Copero, sólo lo han hecho para realizar alguna compra, pero en ningún caso se han desplazado a la ciudad.
Tanto Alcolea, como el instructor de adiestramiento, recalcan la calidad humana que han mostrado todos los milicianos y también el interés profesional.
El Regimiento de Artillería RAAA74 es el encargado de instruir a la milicia ucraniana en este sistema, cuya complejidad requiere experiencia y tiempo. El Copero cuenta con seis lanzaderas Hawk, con capacidad para lanzar tres misiles con una capacidad de alcnace de hasta 40 kilómetros, 18 en altura y una velocidad media de hasta 2,5 mach.
Por otro lado, el sistema está compuesto por dos radares de adquisición que buscan si hay aeroplanos en el espacio aéreo y una vez se recibiera una identificación de un avión hostil, identificado como enemigo, esa información se envía al puesto de mando desde donde se llevaría a cabo la ejecución para iniciar una secuencia de fuego. "De este modo, mandaría órdenes a los radares de seguimiento y tiro para que adquieran esa amenaza y, una vez se de la orden de hacer fuego, se lanza el misil Hawk", manifiesta el instructor de adiestramiento.
Además, hace especial hincapié en que lo característico de este tipo de combate, el aéreo, es que hay 24 horas de tensión que se resuelven en pocos minutos, porque la secuencia de fuego "es muy corta".
Por estas razones, el instructor de adiestramiento recalca que "el sistema Hawk es muy versátil gracias a los sensores, o radares, que hacen que tenga unas capacidades muy buenas durante el empleo en el combate". Si bien es cierto que la vida media de este sistema es hasta 2025, aunque al ser uno de los más utilizados por su versatilidad, "se realizan actualizaciones constantes". Para ponerlo en marcha, es imprescindible que haya entre 20 y 30 personas operando a la vez.
La distancia media entre radar y radar son unos 140 metros, si bien es cierto que "para defender el terreno de forma óptima, es mejor una mayor amplitud espacial", detalla el instructor de adiestramiento. Además, indica la importancia de que el puesto de mando se ubique en un enclave donde no haya interferencias para que los diferentes equipos puedan funcionar correctamente.
Por otro lado, valora la labor que realizan los intérpretes para facilitar la comunicación entre los militares españoles y los ucranianos. El Copero cuenta con cuatro, dos son civiles pertenecientes a una empresa privada contratada por el Ministerio de Defensa que hacen turnos de mañana y tarde, y otros dos son facilitadores, es decir, personal fijo del ejército. Estos últimos permanecen en la base por la noche para facilitar la comunicación entre los milicianos ucranianos y los españoles a la hora de la cena y por si hubiera algún incidente durante la noche.
Más de 200 ucranianos han llegado a España para mejorar sus capacidades militares con el II Curso de Entrenamiento Básico y el I Curso Sistema Hawk. El programa de entrenamiento básico, en el han participado desde noviembre 198 ucranianos, se imparte en las instalaciones del Toledo Training Coordination Centre (TTCC) en la Academia de Infantería de Toledo. Todos los sistemas formativos se han coordinado con las Fuerzas Armadas de Ucrania y sus elementos claves son la rigurosidad, la adaptabilidad, la exigencia, la protección y el bienestar del personal adiestrado.
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