La ventana
Luis Carlos Peris
Reventa y colas para la traca final
Sevilla/Las cofradías renuncian a la segunda entrega de la subvención, algo más del 40% de la cantidad total. Y el Consejo, con el apoyo imprescindible de una entidad financiera, podrá hacer frente a las reclamaciones que exigen ya y que demandarán en el futuro la devolución del importe de las sillas y palcos de la Semana Santa de 2020, de la que se conocía la suspensión de las procesiones 23 días antes de su inicio. Este plan de reembolso pasa por la contratación de una tipo de préstamo conocido como el confirming, que se ha negociado con una entidad financiera muy especializada en esta herramienta y con la que el Consejo mantiene una relación muy fluida.
El presidente del Consejo, Francisco Vélez, se ha reunido por videoconferencia con los hermanos mayores de cada jornada, a los que sigue sin facilitar los detalles del plan. Para su conocimiento remite a la asamblea convocada en el Real Alcázar a finales de mayo. Y si algún hermano mayor desea acudir a esa sesión con la información ya trabajada, debe telefonear directamente al tesorero de la institución, Alejandro Marchena, según comunica el presidente cuando algunos hermanos mayores le solicitan detalles de una importante operación económica de la que no ofrece ni el nombre.
Este periódico sí ha podido conocer que, efectivamente, las cofradías renuncian a la segunda entrega de la subvención. Aunque, al menos, no tendrán que devolver la primera, en torno a un 55% del total que se les ingresó anticipadamente antes de Semana Santa.
El Consejo ya ha recibido unas 1.200 solicitudes de devolución de de abonos. La entidad Facua ha recibido unas 200. Se espera que el número se dispare en cuanto sea aprobado el plan de reembolso en la asamblea del Alcázar. Hay que recordar que cada titular suele serlo de más de una silla, y que el titular de un palco lo es de seis asientos. En la carrera oficial hay 33.000 localidades, pero los abonados son muchos menos.
Para obtener la devolución será imprescindible enviar la petición por escrito, pues el Consejo carece del número de cuenta bancaria de la mayoría de los abonados. En la web de este periódico ya se publicó un formulario elaborado al efecto que puede ser consultado.
La devolución de los importes pagados por los abonados de las sillas y palcos de la carrera oficial se ha convertido en una de las tareas pendientes tras suspenderse las procesiones el pasado 14 de marzo por el coronavirus. Durante todo este tiempo, el Consejo tardó en dirigirse a los abonados mediante una escueta carta en la que les pidió “confianza y tranquilidad”.
Mientras tanto, muchas entidades han procedido a la devolución. La empresa Pagés devolvió al instante los abonos de la temporada taurina, y el Ayuntamiento ya inició el procedimiento para reembolsar las tasas de las casetas de Feria. El Consejo de Cofradías se ha escudado hasta ahora en que la junta superior no puede tomar esa decisión, descargando toda la responsabilidad en una asamblea de hermanos mayores. El Imserso también ha devuelto el importe de los viajes cancelados, así como muchos colegios lo han hecho con los gastos correspondientes a comedor, transporte y actividades extraescolares.
Las peticiones de reembolso no están basadas en la Ley de Espectáculos, sino en el Código Civil. En el borrador de solicitud recomendado se explica que “estamos ante uno de los supuestos que contempla el artículo 1.124 del vigente Código Civil Español. Entiendo que se ha producido una resolubilidad sin culpa del contrato”. Y se deja claro que el abonado no renuncia a su derecho de renovación de las localidades para 2021.
El confirming es un servicio de pago a proveedores que lo ofrece una entidad financiera a empresas potentes. Muchas empresas pactan de manera contractual plazos de pago dilatados sobre la fecha de factura y el confirming es una herramienta de pago que le permite al proveedor disponer del cobro de la factura de manera anticipada a la fecha de vencimiento del pago pactado con la empresa. Esto es, el Consejo obtiene esta importante línea de crédito gracias a la certeza de saber que la carrera oficial es un negocio que donde la recaudación está garantizada desde tres meses antes. La entidad financiera adelanta el dinero del próximo año para atender las peticiones de devolución.
La entidad financiera puede cobrar o no una comisión por el anticipo y unos intereses en función del tiempo en el que se ha procedido a anticipar el cobro de dicha factura (los abonos). Por su parte, la empresa que emite el confirming (el Consejo) tiene una relación de financiación directa mediante cuenta corriente o póliza de crédito asociada a la misma. Esta restricción hace que sólo se puedan pagar mediante confirming hasta determinados saldos vivos de riesgo que se hayan pactado previamente con la entidad financiera, cosa que se dará a conocer en la asamblea de finales de mayo.
Desde el punto de vista económico, quien realmente tiene la mayor ventaja es la propia entidad financiera, dado que las líneas de confirming sólo están al alcance de medianas y grandes empresas o pymes muy, muy solventes y con trayectoria excelente de pagos y cobros.
La entidad financiera es la mayor beneficiaria por varios motivos: tiene acceso a los canales de pago de proveedores no usuales y tiene acceso a un grupo de clientes que puede ser desconocido. Ahí entra en juego la labor comercial que se realiza por la emisión de sus confirming. Obviamente, presta un servicio de crédito en ambos sentidos y como parte neurálgica de su negocio, incrementa su cuenta de resultados.
El Consejo de Cofradías obtiene unos 3,8 millones por la carrera oficial. Alrededor de 2.100.000 se reparten entre las hermandades. El 60% de ese importe se reparte entre las 60 hermandades que discurren por la Carrera Oficial y, el otro 40%, se reparte entre las mismas, pero en función del número de pasos que tiene cada una (122 en total). Las de un paso reciben 28.1145 euros; las de dos pasos, 35.000 euros y las de tres 42.000 euros. Las de vísperas, entre 11.000 y 15.000 euros en función de si tienen uno o dos pasos. Las de Gloria que sacan procesión, 4.000 euros. Y las que no la sacan, 900 euros. Una sacramental pura recibe 5.000 euros y mil euros la que no lo son. Pero en 2020 todas perderán algo más de un 40% al haber quedado suspendidas las procesiones. Y el Consejo asumirá los costes de la operación bancaria.
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