Conflicto laboral en el hotel Casa Imperial por impagos

La mitad de la plantilla del hotel Casa Imperial, a pocos metros de la Casa de Pilatos, está en huelga por las tardes desde finales de noviembre en protesta por los dos meses de salario que, aseguran, les adeuda la dirección de este establecimiento de cinco estrellas y 26 habitaciones situado en el centro de Sevilla. Fuentes de la dirección del hotel confirmaron ayer la existencia de un conflicto laboral, pero rehusaron hacer declaraciones a este periódico.

Según un portavoz de la plantilla, "los problemas de cobro comenzaron hace más de tres años, al principio con retrasos y en 2008 sin sueldo durante cuatro meses. Este año el impago se ha dado después de cobrar algunas nóminas con retraso de varias semanas". Los afectados piden que el hotel cierre, si no hay dinero para cubrir la hipoteca, y desconfían de los argumentos del dueño: "Nos está engañando. Creemos que invierte dinero del hotel en sus cosas y sigue manteniendo un alto estandar de vida", aseguran.

El establecimiento cuenta con una quincena de trabajadores, la mitad fijos. Precisamente estos son los que están en huelga. Los trabajadores no fijos siguen acudiendo a su puesto de trabajo. Según la versión de los empleados que protestan, lo hacen por temor a ser despedidos.

Los afectados aseguran que no es la primera vez que convocan una huelga de protesta y critican que la dirección se niegue a seguir negociando con el argumento de que los que protestan no quieren trabajar. "Estamos a ver quién aguanta más, pero esto está llegando a un punto insoportable", se quejan.

La asociación provincial de hoteles de Sevilla aseguró ayer que este hotel no está vinculado a la patronal. Situado en un antiguo palacio sevillano, cuya construcción data de 1530, este inmueble fue encargado por el Marqués de Tarifa, el dueño de la Casa de Pilatos. Fue utilizado por el Real Maestro de Ceremonias Alonso de Villafranca, y como hospedaje de la nobleza.

La web de los establecimientos de 5 estrellas detalla que, con su adquisición en 1994 y su posterior restauración, el propietario de este hotel logró frenar su demolición parcial para la construcción de nuevos apartamentos.