Condena de 17 años para el ex agente de la Udyco por el robo de la droga

La Audiencia de Sevilla condenó ayer a 17 años de prisión al ex agente de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) Lars Sepúlveda Madsen, como autor del robo de 138 kilos de cocaína y heroína sustraídos de la jefatura de Blas Infante, en una sentencia que también castiga a su cómplice Manuel Alonso Núñez a 15 años y medio de cárcel, mientras que las esposas de ambos han sido condenadas a cinco y dos años y medio de prisión, respectivamente.

El fallo de la Sección Séptima de la Audiencia, que tiene 95 folios, considera que el ex agente se hizo con una copia de la llave de los calabozos y sitúa los robos en el periodo comprendido entre finales de 2006 y septiembre de 2009, cuando se produjeron las detenciones.

La sentencia declara como hechos probados que a finales de 2006 Lars Sepúlveda Madsen y Manuel Alonso Núñez "planearon apoderarse de la mayor cantidad que pudieran de la droga que se almacenaba en el calabozo número 6", ubicado en los sótanos de la Jefatura Superior de Policía. Como Lars Sepúlveda estaba destinado en la Udyco, "tenía acceso" a dicho calabozo y "en una de las ocasiones que tuvo en su poder ese juego de llaves logró hacerse con una copia de las mismas".

En la elaboración de los paquetes de "azúcar, yeso y/o cacao" para dar el cambiazo a la droga participó en una ocasión Violeta Sánchez, la esposa de Lolo, en el domicilio de la pareja en Alcalá del Río, mientras que otros paquetes fueron confeccionados por los dos principales implicados en Tomares.

Para el tribunal no han quedado demostrada las supuestas presiones policiales a Lolo para que se incriminara, ni tampoco "se sostiene" la versión exculpatoria de Lars respecto a que los paquetes falsos los hicieron por indicación del jefe de la Udyco, Francisco T. P., que se los entregaron a este inspector para dárselos a un policía infiltrado en una red de traficantes, por cuanto el acusado declaró en todo momento que tenía "malas relaciones" con su jefe y que eso motivó en parte que pidiera su excedencia.

Toda la droga sustraída fue vendida a terceras personas, lo que propició que los procesados experimentaran un "notable incremento" patrimonial, que la sentencia cifra en 720.278 en el caso de Manuel Alonso Núñez y María Violeta Sánchez, mientras que en el caso de Lars Sepúlveda creció en 280.080 euros.

Con ese dinero, los acusados adquirieron inmuebles y vehículos de alta gama y hasta una embarcación. En el caso de María Teresa Márquez, la mujer del ex policía, los magistrados entienden que "colaboró a ocultar el incremento patrimonial de Lars, al firmar y suscribir" una inversión de 210.000 euros y consentir que un vehículo Mercedes fuese puesto a su nombre, "con conocimiento de que el dinero empleado para ello procedía de los beneficios obtenidos por la comisión de un delito".

Los jueces señalan que la cantidad de esta inversión y el hecho de que se hiciera en efectivo "exigían al menos que se representara su origen ilícito" y dada "su formación y conocimiento del mercado, era consciente de que ese dinero no podía proceder de un negocio inmobiliario de su marido en Tánger". La inversión se suscribió "sin duda para evitar que por su opacidad fuera controlada y conocida por la Agencia Tributaria, como así fue", añade el fallo, que concluye que no se ha practicado prueba alguna de que esta acusada "supiera" que el dinero procedía del tráfico de drogas.