La Comunidad Islámica se plantea ahora comprar un solar para la mezquita

Sevilla/La Comunidad Islámica en España ha abierto la opción de invertir dinero en la compra de un terreno privado en el que construir la mezquita de Sevilla, aunque piden que en ese caso el Ayuntamiento ejerza de supervisor urbanístico para garantizarles que podrán hacer el templo.

Así lo ha dicho a Efe el presidente de la Comunidad Islámica en España, Malik Ruiz, quien reconoce que "no será fácil" encontrar una parcela de 6.000 metros cuadrados, la que inicialmente requerían para construir la mezquita, que tiene un presupuesto de 6 millones de euros.

Malik Ruiz ha resaltado que cuando negocian con ellos surge "el concepto de petrodólares, que no tiene nada que ver con nosotros", y ha agregado que no tienen "barra libre" para gastar dinero en este proyecto, para el que tienen aportaciones de instituciones y también privadas procedentes de Emiratos Árabes Unidos.

Cuestionado por si, debido a demora del proyecto, van a exigir indemnización al Ayuntamiento en la reunión que tienen con responsables municipales el 31 de octubre, Ruiz ha indicado que este concepto ha surgido tras las preguntas de los periodistas, ya que "nuestra prioridad número uno, número dos y número tres es que se haga" la mezquita.

"No es una prioridad pedir indemnizaciones", ha señalado Malik Ruiz, tras lo cual ha señalado que han gastado, "con facturas", 200.000 euros en trámites como licencias de obras o de primera ocupación, dinero que pretenden reinvertirlo en el proyecto o "reembolsarlo".

"Comprar no es la única posibilidad que barajamos", ha señalado Malik Ruiz, quien está a la espera de las recomendaciones que le hagan los abogados de su agrupación para conocer si pueden lograr la cesión de terrenos públicos que cumplan las condiciones que exige la ley.

Ruiz se refería de esta forma a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en la que se rechaza la posibilidad de destinar suelo de interés público y social para templos de cualquier confesión religiosa porque son construcciones que no tienen carácter público.

Esta sentencia sienta un "precedente para todas las religiones", según Malik Ruiz, quien apunta que en este caso la iglesia católica será la más perjudicada porque es la confesión religiosa que ha recibido más cesiones para construir sus iglesias.

Preguntado por si los problemas para la mezquita en Sevilla se deben a que existe rechazo hacia los musulmanes, su representante en España ha afirmado que "nunca quiero llegar a pensar que hay un trato discriminatorio con la comunidad islámica", y ha apuntado que no quiere que "nuestra gente tenga sea sensación".

En Sevilla llevan cinco años intentando levantar el templo, para lo que el Ayuntamiento cedió suelo en Los Bermejales, aunque luego cambió de opinión por la presión vecinal, y después les cedieron otra parcela en Cartuja 93, lo que también rechazaron los empresarios del parque tecnológico.

El Ayuntamiento, tras la sentencia del TSJA, también ha descartado la cesión de suelos de interés público y ha recomendado que compren suelo privado en el que levantar la mezquita, decisiones que entre los islamistas ha provocado "desaliento y desazón", según ha precisado.

Malik Ruiz ha subrayado que "el rechazo visceral" es algo habitual cuando se trata de levantar mezquitas, ante lo que recomendó "mucha cautela" e hizo un llamamiento para que se actúe con "responsabilidad" por parte de las administraciones públicas y de "las fuerzas vivas" de cada localidad.

Recordó la experiencia que tuvieron en Granada, donde tardaron 25 años en construir la mezquita, y a pesar del "rechazo visceral tremendo" que sufrieron, ahora "es un modelo para toda Europa" porque se ha convertido en "un lugar de encuentro y de conocimiento", que ha puesto en valor el Albaicín y cuyo "principal aval son nuestros vecinos", ha indicado.

Malik Ruiz ha hecho un llamamiento para que la población de Sevilla "conozca nuestro proyecto y a la comunidad musulmana", que no está "bien vista", ha reconocido, y ha señalado que mantienen una "relación habitual" con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), la policía nacional y las embajadas de los países de los que reciben ayudas económicas.