Comienzan las obras de construcción de la biblioteca universitaria de Eritaña
Las máquinas ya ejecutan los "trabajos preliminares" en el solar junto al cuartel de la Guardia Civil.
Las máquinas ya ejecutan los "trabajos preliminares" para la construcción de la Biblioteca General Universitaria Rector Antonio Machado y Núñez en un solar de la antigua avenida Eritaña, junto al cuartel de la Guardia Civil.
Según ha podido comprobar este periódico y han confirmado fuentes universitarias, desde principios de esta semana se está procediendo a la limpieza y desbrozamiento del terreno para luego proceder a las obras de construcción de un edificio que el propio rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, calificó este miércoles, durante el Claustro celebrado en el salón de actos de la Facultad de Económicas, de "imprescindible" para el futuro de la institución.
Precisamente, la construcción de este edificio, que pondría fin a una carencia histórica de la Hispalense -cualquier universidad que se precie tiene una biblioteca central-, fue una de las primeras decisiones tomadas por Ramírez de Arellano como rector de la Universidad de Sevilla, una vez que la Justicia echó para atrás definitivamente la construcción en el Prado de San Sebastián del proyecto de la arquitecta angloiraquí Zaha Hadid.
Con el inicio de las obras se pone fin a un largo periodo de inactividad de ocho meses desde que el rector pusiese la primera piedra del edificio el pasado 4 de junio, tardanza que se ha debido tanto a problemas burocráticos con la licencia de obras como a dificultades financieras derivadas de la actual coyuntura de crisis económica.
El edificio, cuya construcción durará aproximadamente un año -según dijeron en su días fuentes de la Hispalense- ha sido diseñado por el arquitecto de la Universidad, Miguel González Vilches, y tendrá un coste de cinco millones de euros, lo que supone un ahorro de 17,5 millones con respecto al proyecto de Zaha Hadid (22,5 millones).
Según informó en su día la Universidad de Sevilla, el edificio, ubicado entre las traseras del Pabellón de México de la Exposición Iberoamericana de 1929 y el Cuartel de la Guardia Civil, tendrá 5.000 metros cuadrados y, además de su uso como biblioteca, servirá para abrir una nueva entrada al Parque de María Luisa desde la antigua avenida de Eritaña.
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