Comienzan las obras de San Onofre tras 20 años de demandas vecinales
Patrimonio
La restauración del humilladero del siglo XV es una reivindicación histórica de San Jerónimo.
Tras más de viente años de reivindicaciones de los vecinos de San Jerónimo y de los colectivos de defensa del patrimonio histórico de Sevilla, ya han comenzado las obras de restauración del templete de San Jerónimo, un humilladero de estilo gótico-mudéjar de finales del siglo XV conocido popularmente como el Santo Negro.
Según confirmaron este miércoles fuentes municipales a este periódico, las obras comenzaron hace una semana y se está actuando tanto en el interior como en el exterior de la construcción, que sufre graves patologías estructurales tras décadas de abandono.
Tras las gestiones realizadas por el delegado municipal de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) ha iniciado unas obras que, según se anunció en su día, están valoradas en algo más de 58.000 euros. La deplorable situación de este humilladero bajomedieval, declarado Bien de Interés Cultural, se ve agravada por la situación de encajonamiento en el que ha quedado debido a la expansión urbana de Sevilla, entre la vía del tren, la Ronda Súper Norte y el arroyo Tamarguillo.
El Santo Negro, que recibe diariamente la visita de devotos del barrio de San Jerónimo (normalmente avanzada edad) presenta desde hace décadas un estado preocupante, como no se han cansado de denunciar los colectivos de defensa del patrimonio. Las patologías afectan tanto a la estructura del templete como a los sillares y a las cubiertas. Este periódico pudo comprobar en su día las anchas y preocupantes grietas que recorrían el humilladero y la presencia de cascotes en el suelo. Los techos, por su parte, estaban llenos de malas hierbas que poco a poco van minando su estado. También hay que tratar algunas patologías que presenta la piedra.
El líder vecinal de San Jerónimo Antonio Muñoz Blanco mostró este miércoles su satisfacción por el inicio de unas obras que han tardado décadas en iniciarse. "Es muy importante, porque es un lugar que acoge una imagen a la que la gente del barrio le tiene mucha devoción". Se refiere al llamado Santo Negro, una imagen de hierro fundido y relativamente moderna del Sagrado Corazón (pintada de negro) que nadie sabe cómo ni cuando llegó a este humilladero que en su día, probablemente, acogería un crucero o una imagen de la Virgen hoy perdida.
Tanto Renfe como el Ayuntamiento se comprometieron el pasado año a estudiar, tras las obras de restauración, un posterior traslado del templete para mejorar su seguridad y accesibilidad (para llegar a él hay que bajar unas peligrosas escaleras de hierro que no son las más adecuadas para unos viejos devotos), pero sin comprometerse a nada en concreto. La intención de los vecinos es que la nueva ubicación sea junto al monasterio de San Jerónimo.
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